A tapar las calles
Consiste en cogerse de las manos hasta ocupar todo el ancho de la calle sin dejar pasar a nadie mientras se canta una coplilla que varía de una localidad a otra se va representando lo que dice la letra: ponerle de rodillas, de pie, en cruz, correr, etc.
De Murchante (N) proviene la siguiente:
- A tapar las calles
- que no pase nadie,
- todos mis abuelos
- comiendo buñuelos.
- Si pasa María
- nos pondremos de rodillas,
- si pasa José
- nos pondremos de pie,
- si pasa Jesús
- nos pondremos en cruz,
- si pasa el demonio
- corriendo corriendo.
Muy parecida es la versión de San Román de San Millán (A):
- A tapar la calle
- que no pase nadie,
- si pasa María
- nos pondremos de rodillas,
- si pasa Jesús
- nos pondremos en cruz,
- si pasa el demonio
- nos agarraremos del moño,
- si pasa José
- nos iremos a correr.
En Obanos (N):
- A tapar la calle
- que no pase nadie,
- más que la justicia
- y el señor alcalde.
- Si pasa Dios
- nos pondremos de rodillas.
- Si pasa Jesús
- nos pondremos en cruz.
- Si pasa el demonio
- le tiraremos del moño.
En Durango (B) la cancioncilla es similar a la de San Román de San Millán.
Otra variante de este mismo juego es la que en Urturi (Bernedo-A) se conoce como «A ocupar las calles». Comenzaban dos agarrados de la mano persiguiendo a los demás a lo largo de la calle. Mientras corrían a pillar a los demás cantaban:
- A ocupar las calles
- que no pase nadie,
- si pasa María
- nos pondremos de rodillas,
- si pasa Jesús
- que se ponga en cruz,
- y si pasa el demonio
- que se agarre del moño,
- y si pasa otra vez
- que eche a correr,
- a estirar a estirar
- que el demonio va a pasar.
En Aoiz (N) también se practicaba este juego pero sin otro fin que el de correr y cantar. Los niños cogidos de las manos formaban una especie de cadena y colocándose atravesando la calle cantaban:
- A tapar las calles
- que no pase nadie,
- sólo mis abuelos
- comiendo buñuelos,
- sólo mis abuelas
- comiendo ciruelas.