Al poco churro. Al azote y la correa

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En Lekunberri (N) hace aproximadamente treinta años, los chicos practicaban con frecuencia un juego que se llamaba «A abuelicos» y que consistía en que uno de los chicos que era el abuelico corría con un palo tras los otros, pegando con el mismo a aquél que alcanzara. La paliza era tanto mayor cuanto menor fuese la simpatía que el abuelico profesase al pillado; también dependía de las ofensas recibidas, pues al abuelico se le consideraba el pegón y los demás chicos se burlaban de él y le insultaban. Se le cantaba:

Abuelico kux kux
enciende la vela
y apaga la luz.

Similar a este juego es el que se practicó en Lezaun (N) hasta los años cuarenta conocido como «Al poco churro», nombre con el que se denominaba tanto al juego como al jugador que la paraba. A este último los demás chicos, para incitarle, le decían «pocochurro, malafacha, morico», y entonces les perseguía con un churro o palo de pastor.

En Sangüesa (N) encontramos otra variedad del mismo juego. Se llama «Al azote y la correa» y la razón de este nombre es que en invierno se utilizaba una bufanda en forma de azote y en verano, en cambio, lo que usaban era la correa de cuero del pantalón. Por lo demás el mecanismo del juego es el mismo.

Rosa Hierro recogió en la década de los años veinte un juego denominado «A arrancar cebolletas»[1], señalando que ya en aquella fecha se practicaba muy poco. Un niño, el arranca cebolletas, provisto de un palo en forma de cachava, perseguía a los demás jugadores tratando de cogerles las piernas con el mismo.


 
  1. Rosa HIERRO. «Del mundo infantil. El juego de los niños» in Euskalerriaren Alde, XIV (1924) p. 11.