Al almendruño. Al endruño
Este juego en Salvatierra (A) se denomina «Al almendruño»; en Salcedo (A) «Al endruño»; en Apellániz, Ribera Alta y Valdegovía (A) «Al entruño»; en Muskiz (B) «Al engruño», en Portugalete (B) «A lo gruño» y en Lezaun (N) «Al abrembullo».
El juego se desarrolla de igual forma en todas las localidades. En Salvatierra (A) la niña designada introduce en su mano algunos alfileres y sin dejar que las demás jugadoras vean cuántos han sido cierra el puño y de frente a su oponente dice: «Almendruño», a lo que responde la otra jugadora: «Abre el puño»; en ese momento lo abre y cierra con rapidez al tiempo que pregunta: «¿Sobre cuántos?». Si la oponente acierta el número exacto los pierde todos, si no, recibirá la diferencia entre la cantidad dicha y los que había introducido en el puño.
En Salcedo (A) las personas encuestadas han señalado que además de alfileres utilizaban perras, piedras e incluso curabachas. En las restantes localidades alavesas citadas también recurrían a piedras o alubias.
En Muskiz (B) las piezas que escondían en el puño podían ser cromos, santos o alfileres. En esta localidad indican que era un juego mixto y practicado preferentemente en invierno.
Evidentemente varía la fórmula utilizada por los jugadores según la población de que se trate, siendo en unas «Al entruño», en otras «Al engruño», etc. También se pregunta en algunos lugares «Sobre cuántas» o «Cuántos hay» en vez de «Sobre cuántos» como era el caso de Salvatierra.
En Artajona (N) con el nombre «A las conchas» se recoge un juego de idéntico desarrollo que se practicaba en la década de los cuarenta. La peculiaridad estriba en que lo que se escondía en los puños eran pequeñas conchas. Lo jugaban solo niñas.