A estatuas. Txantxala pikomonote

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En Durango (B) uno del grupo hace de ama y el resto de estatuas o figuras. Estas se sitúan en un plano más alto que el lugar en el que está el ama. Cuando ella quiera les dará la mano y les impulsará hacia el suelo. Las estatuas permanecerán en la misma posición que queden al tomar contacto con el suelo. Era muy corriente imitar las imágenes de los santos. El ama elegía de entre ellas la que más le gustaba y era ésta la que después ocupaba su lugar. En Obanos (N) lo fundamental consistía en adivinar qué representaban cada una de ellas. También se jugaba en Lezaun (N). En Amorebieta-Etxano (B) le llamaban «A figuritas».

En Elgoibar y Arrasate (G) se comenzaba con un sorteo del que salía elegida una de las participantes que se la quedaba. Las demás se colocaban en dos hileras y aquélla saltaba al medio diciendo: «Estatuas mudas inmóviles», debiendo permanecer todas quietas y sin poder hablar. La que se la queda colocada en el centro vigilaba que nadie se moviera, mientras las demás aprovechándose de sus descuidos o de que estuviera de espaldas le pegaban con la mano. Si cazaba a alguien moviéndose, ésta pasaba a ocupar su lugar en el siguiente juego.

En Murchante (N) hay tres tipos de personajes: el vendedor, el comprador y las estatuas. Comienza el vendedor dando vueltas alrededor de los que hacen de estatuas hasta que éstas adoptan una determinada postura en la que deben permanecer quietas. Entonces el que hace de comprador las observa y se decide por una de ellas a la que «pone en marcha», para que ésta a continuación haga lo propio con las demás que seguidamente acosan al comprador que se ve obligado a huir. Después se vuelve a empezar intercambiándose los papeles.

En Ondarroa (B) se denominaba « Txantxala pikomonote» a un juego que consistía en que varias chicas formaran un círculo en cuyo centro se colocaba una de ellas, quien al ritmo de la canción indicaba a sus compañeras las posturas que habían de adoptar. Ganaba la que consiguiera ponerse de pie la primera al terminar la canción, que dice así:

Txantxala pikomonote,
txantxala pikote
mamozarra kristiñana.
Belauniko egoten
jarrita egoten
etzinde egoten
tente egoten.

Los cuatro últimos versos indican las posiciones siguientes: de rodillas, sentadas, tumbadas, de pie.