Lanzamiento de palos: el calderón, pilocho o irulario. Txirikilan

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Bajo estas designaciones se describe un juego que muestra una gran diversidad tanto en la forma de denominarlo como en la de practicarlo. El término con el que se conoce en cada localidad suele coincidir con el nombre que recibe uno de los dos instrumentos de juego: un palo pequeño de extremos afilados; aunque como se verá más adelante, no siempre ocurre así.

Las dos primeras denominaciones castellanas del título son las repetidas más veces y corresponden a poblaciones alavesas. «Calderón» se llama en Amézaga de Zuya, Apodaca y Gamboa (A) y «Caldero» en Mendiola (A). En Ezkio (G) se conoce también como «Kalderon-ketan», además de «Klarion-keta», y en Elosua (G), «Galderon-ka». Se dice «Pilocho» en Apellániz, Bernedo, Pipaón y Ribera Alta (A) y «Filocho» en Laguardia, Moreda y Salcedo (A).

Otro nombre es «Palillo», utilizado en Bilbao, Galdames (B) y Artziniega (A). «Cambocho» se emplea en Menoio y Narvaja (A) y uno similar: «Gambocho», en Salvatierra (A).

Paluak eta txirikilak. Fuente: AA.VV. Juegos y canciones infantiles. N.º 55. Colección Temas Vizcainos. Bilbao, Caja de Ahorros Vizcaina, 1979.

En Abadiano, Durango, Ondarroa, Zeanuri (B) y Elgoibar (G) se llama «Txirikila». Según un informante de Nanclares de Gamboa (A), allí se denominaba en euskera «Txirikola». En San Sebastián (G) «El txirikil»[1]. En Garagarza-Arrasate (G) se le conocía como «Tara».

«Pitis» es el nombre que recibe en Allo (N), «Toco» en Garde (N), «Chirimbolo» en San Martín de Améscoa (N), «Picota» en Beasain (G), «Trinca» en Trucíos (B) y «Churra» o «Chulo» en Aoiz (N). En Sangüesa (N) se conoce un juego similar también denominado «Chulo» e igual ocurre en Eugi (N), donde además se le llama «Pizle». En San Martín de Unx (N) «Lirio»; en Obanos (N) «Irulario», «Orilario» o «Urilario» y en Sangüesa también «Irulario».

En Lanestosa (B) «Piligarda», y «Billarda» en Galdames (B). En Carranza (B) el nombre más común es «Tingla», si bien algunos conocen el mismo juego como «Tínguila», «Pili», «Piligarda» o «Pilibarda». «Tingla» también en Portugalete (B).

J.M. Iribarren cita varios nombres más, algunos ya mencionados pero correpondientes a otras localidades navarras: «Churro» (Zona de Sangüesa), «Churra» (Tafalla), «Irulario» (Pamplona), «Palillo» (Corella), «Toco» (Marcilla), «Coto» (Fitero), «Pitis» (Lerín) y «Lirio» (Murillo el Fruto)[2].

Los únicos elementos comunes que presenta este juego son los dos instrumentos empleados para desarrollarlo y la forma de realizar el lanzamiento que lo inicia. Estos instrumentos son dos palos, uno corto entre 10 y 20 cm que presenta sus dos extremos afilados y otro más largo, entre 50 cm y un metro, que sirve para lanzar el anterior. En su preparación se emplean maderas consistentes a fin de que resistan los golpes.

Esta uniformidad en el diseño de los utensilios carece de correlación en los nombres. Como ya se señaló anteriormente el más pequeño de los palos posee numerosas designaciones, siendo a menudo el que da nombre al juego. Las denominaciones del más largo no muestran tanta variabilidad; a veces simplemente se le llama palo y en algunas localidades carece de nombre específico.

Los variados nombres de ambos instrumentos así como sus características se detallan seguidamente localidad por localidad:

Garde (N). Un palo de 40 cm llamado barabán y otro de 25 cm denominado toco.

Allo (N). Palo largo de medio metro aproximadamente y otro más corto y recio que el anterior: el pitis.

San Martín de Améscoa (N). Palo largo de unos 70 cm y el chirimbolo, un palito de unos 8 cm de largo y dos de diámetro.

Aoiz (N). Un palo de mango de escoba de 60 cm y otro de la misma naturaleza pero de 15 cm, llamado churra.

Obanos (N). El palo largo de 60 a 70 cm y también de escoba; el pequeño de 10 cm y conocido como irulario.

Sangüesa (N). La pieza corta denominada igualmente irulario y consistente en un palito de 15 ó 20 cm.

San Martín de Unx (N). El largo se hacía de mango de escoba y tenía unos 30 ó 40 cm de longitud. El más corto, denominado lirio y de 15 ó 20 cm, se hacía de la rama de un árbol para poderle aguzar los extremos.

Narvaja (A). El palo de mayor longitud se llama maceta y tiene 60 cm, el más pequeño es de 20 cm y recibe el nombre de cambocho.

Salvatierra (A). Palo recto y redondo de 50 cm o más de largo y 30 mm de diámetro y el gambocho de 18 cm de largo y 20 mm o algo más de diámetro.

Artziniega (A). Palillo y manilla, este último palo más grueso y largo que el primero.

Pipaón (A). La manilla, que es el palo más largo, de 50 a 70 cm y el pilocho de 20 cm.

Bernedo (A). La manilla era un palo de boj de medio metro poco más o menos y el pilocho o chata otro del mismo material y de un palmo de largura.

Laguardia (A). Se utilizaba un palo de escoba de unos 50 cm y otro de 20 ó 25 cm denominado filo cho.

Apellániz (A). Manilla, el palo largo, y chata el corto.

Gamboa (A). También chata, de unos 3 cm de diámetro y de 15 a 20 cm de longitud y manilla, más grueso que el anterior.

Apodaca (A). Pilocho, de 15 a 20 cm y manilla o batea, más largo.

Amézaga de Zuya (A). Chata el pequeño y calderón el más grande y grueso.

Bilbao (B). Un palillo de 15 cm y un palo de unos 50 cm de largo, redondo y de 25 mm aproximadamente de diámetro.

Zeanuri (B). Palue: un palo de 45 a 50 cm a modo de batidor y txirikila: un trozo del mismo palo de 12 cm aproximadamente. Normalmente de avellano, urretxa. Ambos son similares en cuanto al grosor por ser provenientes de la misma rama. Respecto a su longitud guardan una proporción de cuatro a uno. Los niños de menor edad usan instrumentos más cortos y delgados.

Abadiano (B). Txirikillie, de 15 cm y extremos afilados y makila o palue, también llamado mazete, de unos 50 cm de largo.

Carranza (B). En unos barrios los nombres eran: tingla, de 12-16 cm, y palo, de unos 60-80 cm, siempre procurando que la longitud de éste fuera múltiplo de la del primero, para así facilitar las mediciones. En otros pueblos: tínguila, de unos 20 cm, y paleta, de un metro.

Lanestosa (B). Un palo de 40 cm aproximadamente y la piligarda, de 15 cm.

Galdames (B). Palillo, entre 8 y 12 cm y palo o billarda, que puede ser cilíndrico o plano (pala).

Durango (B). Un palo corto de aproximadamente 25 cm, txirikila, y otro largo de un metro.

Portugalete (B). Un palillo o trozo de madera cilíndrico de 20 cm y una pala de las de jugar a pelota y a veces en su lugar un palo de algo más de un metro.

Beasain (G). Un palo de medio metro y posteriormente la paleta de jugar a pelota, y la picota: un trozo de rama de 2 ó 3 cm de grosor y 15 ó 20 de largura.

Ezkio (G). Ziria, palo de unos 30 cm y generalmente de acebo, gorostia y makila, también de acebo y de 50-60 cm de longitud.

Elosua (G). Un palo de 20 cm llamado txikiloia y otro de medio metro conocido como galderoia.

A modo de resumen se puede observar el cuadro. Se comprueba que el nombre del juego y el de la pieza corta suelen corresponderse siempre que aquél no se llame «Calderón». En ese caso, el juego y los dos instrumentos reciben denominaciones distintas (Apodaca, Gamboa-A, Ezkio-G) o bien el nombre del juego coincide con el de la pieza más larga (Amézaga de Zuya-A, Elosua-G). En Apellániz (A) tampoco coinciden las tres designaciones, pero en este caso el nombre del juego es distinto. En Galdames (B) el juego se denomina indistintamente como la pieza corta o la larga.

Correspondencia de nombres en el juego del Calderón, Pilocho o Txirikila:

Localidad Nombre del juego Nombre de la pieza corta Nombre de la pieza larga
Ribera Alta (A) Pilocho Pilocho
Pipaón (A) Pilocho Pilocho Manilla
Bernedo (A) Pilocho Pilocho o chata Manilla
Apellániz (A) Pilocho Chata Manilla
Laguardia (A) Filocho Filocho
Apodaca (A) Calderón Pilocho Manilla o batea
Gamboa (A) Calderón Chata Manilla
Amézaga de Zuya (A) Calderón Chata Calderón
Ezkio (G) Kalderón Ziria Makila
Elosua (G) Galderon Txikiloia Galderoia
Artziniega (A) Palillo Palillo Manilla
Bilbao (B) Palillo Palillo
Muskiz (B) Palillo Maza
Galdames (B) Palillo o billarda Palillo Palo o billarda
Zeanuri (B) Txirikila Txirikila Palue
Abadiano (B) Txirikila Txirikillie Palue, makilla o mazete
Durango (B) Txirikila Txirikila
Abadiano (B) Txirikila
Ondarroa (B) Txirikiloin Txirikiloin
Obanos (N) Irulario Irulario
Sangüesa (N) Irulario Irulario
San Martín de Unx (N) Lirio Lirio
Narvaja (A) Cambocho Cambocho Maceta
Salvatierra (A) Gambocho Gambocho
Allo (N) Pitis Pitis
Garde (N) Toco Toco Barabán
S. Martín de Améscoa (N) Chirimbolo Chirimbolo
Aoiz (N) Churra o chulo Churro
Carranza (B) Tingla

Tínquila

Tingla

Tínquila

Palo

Paleta

Lanestosa (B) Piligarda Piligarda
Beasain (G) Picota Picota

Una vez preparados los instrumentos, los participantes se distribuyen en dos bandos con igual número de contendientes. Entonces el primer niño en jugar, perteneciente al equipo que le ha tocado en suerte iniciar la partida, se dispone a efectuar el lanzamiento de la pieza más corta, procurando arrojarla lo más lejos. Para ello aprovecha la peculiar forma de la misma, acabada en extremos afilados. Esto le permite golpearla en una de las puntas de modo que se eleve desde el suelo. Cuando está en el aire la vuelve a batir con todas sus fuerzas para lanzarla a lo lejos.

Ya en esta etapa del juego se presentan algunas variantes dependiendo de las distintas poblaciones encuestadas. En las siguientes fases las divergencias son múltiples.

A continuación se recogen varias formas de juego en orden decreciente de complejidad. Se podrá apreciar que a pesar de las similitudes que denotan un mismo origen, la evolución que ha experimentado el juego en las distintas poblaciones ha conducido a diferentes variantes.


 
  1. José de ELIZONDO. “Folklore donostiarra. Juegos de la infancia” in Euskalerriaren Alde, XVIII (1928) p. 293.
  2. Jose M.ª IRIBARREN. Vocabulario Navarro. Pamplona, 1984, pp. 197, 297, 298.