La maya
Este juego se ha recogido en Bernedo (A). Los chavales se dividen en dos grupos, a uno de los cuales le toca esconderse y al otro ir en su busca. Este no puede iniciar la salida en tanto uno del grupo al que ha correspondido ocultarse no dé el grito de «Amaya». Para ello espera que todos sus compañeros se hayan guarecido y una vez haya proferido la señal, él se esconderá donde pueda procurando cuanto antes reunirse con el grupo que permanece junto. Aquellos cuya misión es encontrarles no pueden caminar bajo teja, ni pisar hierba; deben de andar por las calles (asfalto, cemento, etc.). En cuanto descubren a uno dicen: «Alto el Amaya por todos». En Salinas de Añana (A), que también lo practicaban, decían «Alza la malla». A continuación los grupos intercambian los papeles y vuelven a iniciar el juego.