Ixkilimak edo punttakoak
Este juego se recogió en Ahatsa (Ip) con el nombre de «Aux épingles». En Donibane-Garazi (Ip) con el de «Ixkilimak edo punttakoak» y se jugaba de dos formas, empleando alfileres, épingles, de cabeza redonda y coloreada:
— Puntt ala kulo. Esta fórmula, préstamo del castellano, está tomada de la pregunta que hace el niño que esconde el alfiler en su puño: Puntt ala kulo? (¿Punt(a) o culo?). A lo largo del juego el adversario simplemente debe adivinar si el alfiler oculto tiene su «punta» o su «culo» en dirección al pulgar. Si se equivoca, pierde y es él el que debe dar un alfiler.
— La segunda forma de jugar consiste en que uno de los niños presenta a su adversario el puño con un alfiler en su interior. El alfiler oculto debe estar situado perpendicular a los dedos. El adversario, que tiene un alfiler entre el índice y el pulgar introduce éste en el puño de su contrincante. Este segundo alfiler debe quedar situado también perpendicular a los dedos y paralelo al que ya estaba en el puño. Una vez colocados los dos alfileres se abre la mano y se procede a hacer las verificaciones oportunas. Si las dos puntas están del mismo lado el niño que tenía el puño cerrado pierde y da sus alfileres. Si el alfiler está dispuesto en sentido contrario al del oculto, es el adversario el que pierde.
Este juego llamado en Bernedo (A) y San Martín de Améscoa (N) «A los alfileres» consistía en esconder un alfiler en la mano apretando con los dedos pulgar e índice uno de sus extremos, bien la punta afilada o la cabeza a la que en la población navarra citada llamaban cozcota. Uno de los jugadores, mostrando la mano al contrario, le preguntaba: «¿Punta o cozcota?». Si la respuesta era acertada, el alfiler era para él, de lo contrario debía entregar uno de los suyos al contricante.