Lenguajes crípticos
A todos los niños les gusta tener conversaciones secretas y darse importancia ante otros hablando sin que les entiendan. Esta práctica tan común en euskera como en castellano se localiza, con pequeñas variantes, en todos los puntos en que se ha aplicado la encuesta.
La modalidad más frecuente consiste en anteponer «ti» «pi» «te» o «pe» a cada sílaba del mensaje que se quiera transmitir. La velocidad acentúa la impresión de idioma ininteligible. En Goizueta (N) juegan en euskera y el ejemplo con el nombre de una informante, Benita Etxeberria, sería: «Tibetinitita tietitxetibetirritia». Otro ejemplo en castellano para decir: «Te digo que este chico es tonto», sería: «Tite tiditigo tique tiestite tichitico ties titontito».
En Mendiola (A) sustituyen la «t» por la «p» y a la inversa. Por ejemplo dicen «piemto» en lugar de «tiempo».
Una variante registrada en Bermeo (B), Arrasate, Legazpia (G), Artajona y Garde (N), consiste en añadir tras cada sílaba la «p» seguida de la vocal correspondiente a dicha sílaba. Así, «Vengo de casa y voy a la tienda» sería: «Venpegopo depe capasapa ipi voipoi apa lapa tienpiedapa».
En Telleriarte (Legazpia-G) esta forma de hablar se conoce con el expresivo nombre de «Zapaerdera». En Abadiano (B) la denominan «Auntz erdera» y en Zeanuri (B) «Auntz berbetea» . A continuación incluiremos un diálogo en euskera para ver la transformación que se produce:
- — Etorri!
- — Nora zoaz?
- — Bilbora joango gara.
Se transforma en:
- — Epetoporripi.
- — Noporapa zopoazpa.
- — Bilpiboporapa yopoapangopo gaparapa.
También es frecuente hablar con una sola vocal: «Canda Farnanda Saptama bataba palatán» en lugar de «Cuando Fernando séptimo botaba pelotón».
Más localizada, tal vez por su dificultad, es la costumbre de hablar al revés constatada en Carranza y Galdames (B): «Caperucita, dijo el lobo», sería: «Tacirupeca, jodi le bolo».
En Monreal (N), para despistar, sólo cambian el orden de las sílabas o a veces sólo algunas letras. Otro lenguaje críptico es el de gestos. En Garde y Obanos (N) los niños tenían un alfabeto similar al de los sordomudos.
Aunque no es precisamente un lenguaje críptico, incluimos el siguiente entretenimiento por ser del mismo estilo el resultado que se obtiene al practicarlo.
En Moreda (A), por ejemplo, se pronuncia una palabra cualquiera, casi siempre el nombre de una persona y, después, hay que hablar con una letra determinada, sobre todo la «p». Por ejemplo: «Alfredo edo / pon y potedo / casa edo / pon pedo».
Este entretenimiento es similar a lo que en Portugalete (B) llaman «Hacer rimas» y en Pipaón (A) «Jugar con los nombres». Esta última parece la designación más adecuada porque se refieren siempre a nombres de personas. Veamos algún ejemplo:
En Portugalete: «Usua ua / muy potua / casa ua / pin pon pua». «Eneko eko / muy poteko / casa eko / pin pon peko».
En Pipaón: « Teresa esa / vino potesa / pesa / casa esa / pon pesa». «Carmen armen / vino potamen / Carmen / casa armen / pon parmen». «Pili ili / vino potili / Pili / casa ili / pon pili».