Distribución de las comidas

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Tradicionalmente las dos comidas principales se han conocido con los nombres de gosaria y bazkaria. Ambas se han mantenido, hasta los años cuarenta-cincuenta, únicamente entre los pastores, pescadores y otras ocupaciones que desempeñan su actividad lejos del hogar, tal como veremos más adelante.

De estas dos comidas básicas se ha pasado, en la práctica totalidad de la población, a tres comidas principales que reciben los nombres de gosaria o askaria, el desayuno, bazkaria o comida principal y afaria o cena. Junto a ellas se han desarrollado otras dos que son la merienda a media tarde y a la mitad de la mañana un complemento al desayuno tomado nada más levantarse, o en ambas ocasiones según la labor desplegada, época del año o comarca del país, habiendo influido notablemente, en los últimos años, el horario de las fábricas y demás trabajos fuera del hogar.

Un ejemplo significativo de la variedad de comidas y horarios es el de Artajona (N) donde en invierno se hacían tres ingestas, el almuerzo, la comida y la cena. En verano lo ordinario eran seis, a saber: el desayuno fuerte, el almuerzo, la ley o taco de las once, la comida de mediodía, la merienda a media tarde y la cena. El máximo de complejidad en la organización de las comidas lo refieren nuestros informantes de Izal (N) donde en verano, durante la siega, el número de ellas y su horario era el siguiente: desayuno hacia las seis de la madrugada; almuerzo a las nueve; taco a las diez; comida a las dos de la tarde; nuevo taco a las cuatro; merienda a las seis y cena a las nueve de la noche.

En Liginaga (Ip) la refección que se toma nada más levantarse, a base de café, se denomina lehen-askaria o askarittipia, estando señalado el desayuno para las ocho. En Sara (Ip) se les llama gosaritxiki y goxari respectivamente, conociéndose también la costumbre del (h)amaiketako practicada por los peones que acuden al trabajo.

De esta manera la ingesta de la mañana queda establecida, en la mayoría de los casos, en dos refecciones: el desayuno propiamente dicho y su complemento nada mas levantarse o a media mañana, siendo una variante de esta última, en nuestros núcleos urbanos, el bocadillo a mitad de mañana, regulado incluso en algunos convenios laborales, y el aperitivo al final de la mañana o inmediatamente antes de la comida principal de mediodía.