Otros productos no vegetales

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Además de los productos vegetales hasta aquí detallados, los congeladores se utilizan para conservar otros alimentos que por su naturaleza exceden el ámbito de este capítulo. Sin embargo, los incluimos aquí para no romper la unidad de este apartado referente a la congelación.

Pescados

Los pescados que se van a congelar se limpian y trocean y se envasan en bolsas de plástico. Se suele congelar: bonito, besugo (para consumirlo en Navidad cuando los precios son exagerados), merluza, chicharro, jibiones (sólo limpios o ya cocinados) y bacalao (se congela en trozos después de tenerlo a remojo).

El procedimiento más rápido para descongelar el pescado es envolverlo en papel de aluminio y colocarlo debajo del chorro del agua sin que ésta toque el pescado; sin embargo, la forma más corriente de hacerlo es sacarlo del congelador 24 horas antes de su consumo y conservarlo en el frigorífico en el lugar de las verduras.

Carnes

Se puede congelar todo tipo de carnes sin apenas preparación previa.

Se congelan, por ejemplo, las carnes que se producen en casa: pollo, gallina, conejo, cordero y oveja, ternera. Los pollos se despluman, se limpian y se congelan enteros. El conejo tras abrirlo y eliminarle las vísceras ya está listo. Los corderos y ovejas requieren un despiezado previo, al igual que los terneros. Las diferentes clases de carnes de estos animales se guardan por separado, se hacen paquetes de filetes, chuletas, carne para guisar, etc.

Con el cerdo se puede obrar de igual modo, incluso los embutidos que se obtienen del mismo: morcillas y chorizos, se pueden congelar para que no se sequen demasiado.

También es posible congelar los animales que se cazan: las aves se guardan enteras y otros animales de mayor tamaño como jabalíes, liebres o conejos de monte, troceados.

Al igual que los productos caseros, tanto las carnes como los embutidos comprados en el mercado se pueden congelar si así se desea.

Pan

Se congela introducido en una bolsa de plástico. Es mejor congelarlo cortado en porciones.

Para descongelarlo se debe sacar del congelador unas cuantas horas antes de consumirlo. La descongelación se puede acelerar poniéndolo al sol, y si hay que consumirlo nada más sacarlo del congelador se mete en el horno caliente y en pocos minutos está listo.