Natividad/Eguberri, Nochevieja/Gabonzar, Año Nuevo/Urteberri, Día de Reyes/Erregena

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Natividad: Natibetete, Eguberri, Egoarri; Nochevieja: Urtezar, Año Nuevo: Urte berri; Reyes: Erregeen eguna.

Durante los días siguientes que pertenecen al ciclo festivo de Navidad: Natividad, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes, tienen lugar comidas extraordinarias, aunque sin una significación muy especial en cuanto a su composición.

En muchas zonas rurales y de pastoreo, se sacrificaba una oveja engordada especialmente para esta ocasión y con ella preparaban todas las comidas.

En Moreda (A) ha sido costumbre desde tiempos antiguos hasta la actualidad el que cada casa criase para las fiestas de Navidad, cuando menos un par de cabras. Ya en 1700 el Ayuntamiento había acordado que los vecinos tuvieran para el día de San Miguel por lo menos un par de cabras de cría, so pena de ser multados.

En Allo (N) era costumbre sacrificar un cabrito para las fiestas de Navidad y San José. Nunca se les dejaba crecer demasiado, para poder comerlos tiernos. Siempre se han preparado asados. A este respecto solía decirse: «Cabrito de mes, cordero de tres», haciendo alusión a la edad ideal para la matanza de estos animales.

También ha sido práctica común en muchas zonas rurales, consumir parte de la carne del cerdo que se mataba para esta época: lomo, etc. En otras zonas sacrificaban un ternero a medias entre dos caseríos.

Capones, pavos, gallos, gallinas y en menor cantidad conejos, eran muertos por estas fechas, siendo la base de los banquetes navideños.

Actualmente y por lo general se consume en estos días carne de cordero o cabrito proveniente del comercio que no de matanzas domésticas. La compota de frutas o manzanete, fue y sigue siendo el postre propio de todas las fiestas de Navidad.

A partir de los años sesenta la composición de estas comidas del ciclo de Navidad, al igual que la misma cena de Nochebuena, han variado mucho y no siguen pautas prefijadas por la costumbre o por la despensa doméstica.

La repetición y la copiosidad de estos banquetes familiares en un corto espacio de tiempo suele provocar comúnmente un hartazgo que ya se reflejaba en aquel dicho tradicional: «Natibitate ase ta bete» (Natividad harto y lleno).

Natividad. Eguberri

Una costumbre ligada a este día en comarcas de Bizkaia y Gipuzkoa ha consistido en un desayuno de chocolate con bolados, bolatu, bizcochos o churros antes de acudir a la Misa Mayor. Antaño el chocolate se tomaba en tazones de barro.

En varias encuestas se señala que la comida de Natividad se nutría, en buena medida, de los alimentos preparados en gran abundancia para la cena de Nochebuena. A aquellos excedentes se les sumaba una sopa o un cocido de garbanzos y berza. Es una costumbre que todavía se mantiene vigente.

En Zerain (G) en las casas que contaban con matanza de oveja, preparaban una sopa a base de rebanadas de pan cocidas con mondejuek (morcillas), berza y garbanzos; mondejus cocidos o asados, menudillos, pikatxa, solos o en revuelto de huevos y carne de oveja en salsa.

En Orexa (G) el día de Eguarri se comía oveja vieja, ardizarra, y morcillas de oveja, odolkiak.

Los postres más comunes de esta festividad han sido y siguen siendo compota o manzanate, manzanas asadas, peras al vino o frutas en almíbar, arroz con leche o cuajada, tostadas, además de turrón, mazapanes, polvorones y almendras.

En Allo (N) tomaban además de turrón, sopa cana y guirlaches. En diversos pueblos de las Encartaciones (B) era costumbre comer durante las fiestas de Navidad tostadas de crema, leche frita. Han sido también postres propios de estas fiestas navideñas la jalea, las colinetas o anguilas de mazapán que vendían en cajas de cartón en comercios o pastelerías.

En Amorebieta-Etxano (B) en esta comida de Natividad antaño el padre o el abuelo que presidía la mesa era quien primero bebía el vino y del mismo vaso iban tomando, uno por uno, todos los comensales.

En Apellániz (A), este día por la tarde la mocedad del pueblo merendaba a base de hormigos. Se preparaban con caldo de remolacha azucarera, dejado al sereno varias noches, revuelto con harina de trigo. Otras veces, en vez de caldo de remolacha se utilizaba agua-miel que se obtenía lavando los panales de cera que todavía conservaban algo de miel.

En San Román de Campezo (A), el día 26 de Diciembre, segundo día de Navidad se guardaba fiesta. Los niños recorrían las casas pidiendo aguinaldos. Al igual los pastores de villa. A los niños les ofrecían castañas, manzanas y algunas monedas o caramelos. A los pastores huevos, legumbres, chorizos, tocino y algunas monedas.

Nochevieja. Gabonzar. Urtezar

La cena de Nochevieja ha sido similar en sus componentes a la de Nochebuena; sin embargo, en muchas zonas de Navarra no se ha festejado la Nochevieja de modo significativo.

En Gazeo (A) en la década de los años veinte, existía la costumbre, entre varias casas, de encender una gran fogata después de la cena de Nochevieja, a la que arrojaban castañas, y luego de asadas, se las comían. Los chicos en esta hoguera, prendían fuego a pellejos viejos que ensartándolos en la punta de un palo, los paseaban por todo el pueblo gritando: «Erre pui erre» (Quémale el culo al año viejo).

No está muy extendida la costumbre de tomar las doce uvas como despedida del año cuando suenan las doce campanadas que anuncian el nuevo. En algunos hogares esta práctica se está introduciendo por influencia sobre todo de la televisión.

Se observa que esta cena está perdiendo su antiguo carácter familiar en las últimas décadas. En algunas zonas los jóvenes se reúnen esta noche y cenan juntos en un restaurante. La costumbre de salir esa noche a cenar fuera de casa se está introduciendo sobre todo en zonas urbanas. Se van generalizando los cotillones en salas de fiesta y restaurantes, donde se sirve una cena de fin de año con prolongaciones de baile y música hasta altas horas de la noche.

Año Nuevo. Urteberri

Al igual que el día de Natividad, también este día, en comarcas de Bizkaia y Gipuzkoa, ha sido costumbre tomar chocolate en el desayuno.

La comida familiar de Año Nuevo o Urtebarri, es muy similar a la de la fiesta de Natividad.

Antaño era uso muy extendido que el día de Año Nuevo fueran las mujeres las que convidaran a los hombres con vino, galletas o bebidas diversas. En correspondencia el día de Reyes eran los hombres quienes obsequiaban a las mujeres.

Es típico de este día la cuestación de aguinaldos. Comenzaba muy de mañana con los jóvenes y los niños que marchaban en cuadrilla pidiendo de puerta en puerta. Existen numerosas canciones que acompañaban a esta postulación. A continuación la que se cantaba en Bermeo en la década de los años cincuenta:[1]

Urtebarri-barri
Txarri-belarri
Dakonak eztakonari,
Nik eztakot eta niri.
¡Magillando!
Etxa gastañak
Etxa intxorrak,
Lau gastaña,
Lau intxorra,
¡Mari Montaña!
¡Kiriki kaña!
Señorita una,
Señorita dos,
¡Etxa magillando
Por amor de Dios!
Año Nuevo-nuevo
Oreja de cerdo
El que tiene al que no tiene
Yo no tengo y a mi.
¡Magillando!
Echa castañas
Echa nueces
Cuatro castañas
Cuatro nueces
¡Mari Montaña!
¡Kirriki kaña!
Señorita una,
Señorita dos.
¡Echa magillando
Por amor de Dios![2]

Antaño en las casas donde pedían el aguinaldo les daban nueces, castañas, higos, etc. Más recientemente dinero. Con todo lo recogido se daban una merienda.

En Allo (N) el día de Pascua de Navidad, después de la Misa Mayor, el párroco ofrecía a los demás sacerdotes, Ayuntamiento y autoridades, un convite de turrones, pastas y licores, que tenía lugar en la casa cural. El día de Año Nuevo, a la misma hora, el alcalde correspondía con otro obsequio similar en el Ayuntamiento.

En Zerain (G), al atardecer del día de Urtebeni se reunían hombres y jóvenes en el pórtico de la Parroquia donde el Ayuntamiento repartía gratis medio litro de vino para cada dos personas. Los hombres solían llevar un trozo de pan para acompañar al vino. Los jóvenes por su parte, días antes habían recorrido los caseríos de los barrios, habían seleccionado y cazado los gatos más gordos para preparar con ellos una merienda. A media tarde llevaban al pórtico las cazuelas preparadas en una taberna y entre todos, daban buena cuenta de «la caza».

En Urturi, comarca de Bernedo (A), los pastores que apacentaban el ganado del pueblo, recorrían las casas el día primero de año pidiendo los aguinaldos. Les proporcionaban vino, alubias, chorizo, carne 'de cerdo y dinero. Se ajustaban tres pastores por pueblo, el de los bueyes, el de las cabras y el de las caballerías. Este día se resarcían los pastores del pago en trigo ajustado entre ellos y el pueblo.

El trigo del pastor se guardaba en el hórreo - llaman así al local sito encima del pórtico de la Iglesia-, y el depositario (tesorero) cada mes, le facilitaba a aquél cuanto necesitaba en trigo y dinero según lo acordado en el contrato verbal entre pastor y Concejo.

Día de Reyes. Erregena

La festividad de la Epifanía, popularmente día de Reyes, Erregeen eguna, es festejada principalmente por los niños. Antaño el regalo que les traían los Reyes Magos consistía en frutas o dulces: naranjas, mandarinas, onzas de chocolate, caramelos, dulces caseros, turrón, anguilas. El objeto de estos presentes ha sufrido un profundo cambio y actualmente los obsequios de Reyes se materializan en juguetes, dinero o ropa.

En algunas casas los niños dejaban y dejan en la ventana para los Reyes Magos -Melchor, Gaspar y Baltasar-, una copa de licor y pan, y para los camellos: trigo, cebada o avena.

En Orexa (G) la víspera del día de la Epifanía, los tres Reyes Magos visitan todos los caseríos donde son obsequiados con vino y algún alimento. Entregan en cada casa a los niños los regalos -suele consistir en algún juguete- que previamente les han procurado sus familiares.

Es costumbre amasar este día cierto pan especial o torta que se denomina rosco de Reyes o pan de Reyes. Este rosco, que se toma para desayunar o como postre en la comida de ese día es una torta de pan dulce, adornada con frutas escarchadas en algunos casos. En su interior se introduce una haba. Aquél al que le toca el haba le corresponde invitar a los demás a algo que se determina de antemano.

En los hogares de Mélida (N) se elaboraban roscos pequeños y uno grande trenzado decorado con grageas, con que se obsequiaba al niño que se había sacado de pila (ahijado).

Más difusión tiene cumplimentar con un pan especial, mokotz, por parte de los padrinos a sus ahijados el día de Pascua de Resurrección. De esta costumbre se hablará más adelante.

También con motivo de esta fiesta de Reyes se llevaban y llevan a cabo cuestaciones. En Eugui (N) la víspera de Reyes los niños recorrían el pueblo con cencerros y calderos provocando ruido y pidiendo alimentos y dinero a los vecinos. Con el producto de la colecta posteriormente organizaban una merienda.

En otras zonas, el mismo día de Reyes, los niños, en cuadrillas de cuatro o seis, van pidiendo aguinaldo de casa en casa. Esta costumbre parece anterior a la de los regalos familiares de Reyes. La cuestación va acompañada de canciones. He aquí algunas de ellas en las que se alude a alimentos:

En Zeanuri (B):

Apalazio zaldune
Iru Erregen egune,
Iru Erregek bialdu gaituz
Limosnatxu bat beogule.
Sotzak eta paluek,
Martin Oroskoarren kontuek,
Martin Oroskoarrari eroan dautzu
Iru ollanda katuek
Aren azurrek batu ezinde.
Arek darabizen saltuek!
Sailtu te brinko (bis)
Jose Marien aurrean
Gabon-gaubeko intxur-saltzea
Ondo birrindu artean.
A palacio caballero[3]
El día de los tres Reyes,
Los tres Reyes nos han enviado
[ya que] necesitamos una limosnita.
Palillos y palos,
Cuentos de Martín el de Orozco,
Tres pollas[4] le ha llevado[5]
A Martín el de Orozco el gato
Sin poder recoger sus huesos.
¡Vaya saltos que está dando![6]
Salto y brinco (bís)
Hasta pulverizar bien
ante José y María"[7]
la intxaur-saltsa de Nochebuena[8].

En Abadiano (B):

Erregen, erregen
Mari montaña
zazpi intxaur
da zortzi gaztaña
aren ganian lau Bagar
nere kolkoa (altzoa) zabal zabal.
(Día) de Reyes, (día) de Reyes
Mari montaña
siete nueces
y ocho castañas
además de ellas cuatro manzanas
abierta-abierta mi pechera (para recibirlas)[9].

En Carranza (B):

Denos de aguinaldo
señora casada
chorizos y huevos
y patatas asadas.

En Obecuri (A):

Aguinaldos, aguinaldos
aguinaldos por Dios,
sernos cuatro, bájenos a dos
si nos ha de bajar uva,
que nos baje de la blanca
que tenernos un compañerito,
que se come hasta la raspa
dale, dale, dale
dale a la zanbomba
dale, dale, dale
hasta que se rompa,
la zambomba es un puchero
que ha venido de Aragón
que tenemos un compañerito
que se come hasta el turrón, ron, ron.

De aguinaldo, antaño, solían darles manzanas, castañas, nueces, avellanas, chorizos, huevos, etc. Más recientemente dinero.


 
  1. Recopilación realizada por el impresor Victor de Gaubeca y Duo. Bermeo. (Edición de 1951). Archivo Dpto. Etnografía Instituto Labayru.
  2. Magillando. Corresponde seguramente al aguinaldo castellano. El canto se hace en función de la sonoridad de las palabras y no existe vínculo lógico aparente, sino el simple juego de rimas: Urtebarri/Txarribelani; gastaña/Mari Montaña/Kiriki kaña; Señorita dos/Por amor de Dios... o el juego de conceptos: Lau gastaña­-Lau intxorra/Señorita una-Señorita dos. Por eso el texto es de difícil interpretación.

    Kirikikaña. Palabra que en algunos lugares utilizaban los niños al jugar al escondite (Cf. AZKUE, R.M. de. Diccionario... y Euskalerriaren Jakintza, IV).

  3. Lit. «Caballero Apalacio».
  4. Pollas o gallinas nuevas.
  5. Lit. «te ha llevado».
  6. Podría ser también «están dando».
  7. Lit. «delante de José Mari».
  8. AZKUE, R.M. de: (Euskalerriaren Jakintza, IV, p. 282) trae una versión muy parecida, con esta traducción:
    1. A palacio caballero, día de los tres Reyes, los tres Reyes nos han enviado en busca de una limosnita.
    2. Palillos y palos, cosas (cuentos) de Martín Antón; a Martín Antón le ha llevado tres pollas el gato.
    3. Sin poder recoger sus huesos ¡qué saltos traía aquél! Salto y brinco, salto y brinco, delante de José María, hasta desmenuzar totalmente la salsa de nueces de la Nochebuena.

    Trae también en el mismo lugar una versión de Amorebieta con el comienzo traducido de esta forma: «Aparicio caballero...».

  9. Los niños piden tanta generosidad en frutos como para llenar completamente el espacio, kolko, entre camisa y pecho.