Oraciones después de las comidas
Menos frecuente ha sido la costumbre de recitar alguna oración una vez finalizada la comida familiar.
Una excepción en este punto era la comida de funeral o de entierro, entierro bazkari, enterramentuko bazkari, hilarioko bazkari, que tenía una marcada significación ritual y concluía siempre con un responso por el difunto. Esta oración era recitada poniéndose de pie todos los comensales.
Las encuestas han recogido algunas fórmulas de oraciones que se recitan después de las comidas. Todas ellas son de acción de gracias y provienen de Alava y Navarra.
En Ribera Alta (A) se decía:
- Ya que hemos comido demos gracias a Dios. El Señor nos haga partícipes de la Mesa Celestial. Amén.
En Apellániz (A):
- La comida vos me diste.
- Las gracias Señor os doy:
- os ofrezco, agradecido
- cuanto tengo y cuanto soy.
En Moreda (A):
- Gracias Dios mío, por estos alimentos que hemos recibido.
En Lagrán (A) los días de fiesta se recitaba esta oración:
- Te damos gracias, Señor, por todos los beneficios que nos habeis dispensado y los alimentos que hemos tomado.
También en Lagrán (A) y en Lezaun (N) se dice después de las comidas:
- El Rey de la eterna gloria nos haga partícipes de tu mesa celestial. Amén.
En Sangüesa (N):
- Hemos comido, gracias Señor.
- Levántese la mesa,
- todo sea por Dios.
En Obanos (N) en algunas casas se concluye la comida diciendo:
- Gracias a Dios por tanto favor.
En Monreal y Artajona (N) antiguamente se decía:
- Gracias a Dios por tanto favor.
- Buen provecho les haga a ustedes.
En Urepel (Ip) según la encuesta realizada por Barandiarán el año 1948, después de la comida se decía:
- Jan ondoren eskerrak derauzut eni ongi egin guztientzat, mende guzietako zarena. Alabiz.
- Después de comer os doy gracias por todos los favores que me habeis hecho, a vos que sois por todos los siglos. Así sea.