Diferencia entre revisiones de «Transformaciones en la matanza domestica del cerdo»
Línea 14: | Línea 14: | ||
[[File:1.93 Txerria bota.JPG|center|600px|“Txerria bota”. Fuente: José Zufiaurre, Grupos Etniker Euskalerria.]] | [[File:1.93 Txerria bota.JPG|center|600px|“Txerria bota”. Fuente: José Zufiaurre, Grupos Etniker Euskalerria.]] | ||
− | [[File:1.94 Odol usten.JPG|center| | + | [[File:1.94 Odol usten.JPG|center|600px|“Odol usten”. Fuente: José Zufiaurre, Grupos Etniker Euskalerria.]] |
[[File:1.95 Txerria ilda.JPG|center|600px|“Txerria ilda”. Fuente: José Zufiaurre, Grupos Etniker Euskalerria.]] | [[File:1.95 Txerria ilda.JPG|center|600px|“Txerria ilda”. Fuente: José Zufiaurre, Grupos Etniker Euskalerria.]] |
Revisión del 06:18 19 jun 2019
En las tres últimas décadas la crianza del cerdo como actividad de la economía familiar ha disminuido enormemente. Este hecho se debe al profundo cambio que está afectando a los modos de vida tradicionales. En este caso concreto habría que tener en cuenta, entre otros, los siguientes factores: el descenso y envejecimiento de las poblaciones rurales; el avance de la industrialización y el aumento de las rentas familiares que permiten la compra de carnes y grasas; las crecientes posibilidades de automoción y en consecuencia la mayor proximidad de los establecimientos que expenden carne fresca* congelada; y las recomendaciones dietéticas de los médicos relativas a evitar el abuso de consumo de grasas animales, sobre todo entre personas mayores.
Debido a la implantación de los arcones frigoríficos, en algunos sitios se está recuperando la costumbre de matar el cerdo, hoy en día adquirido en granjas cercanas al lugar de residencia y a veces sacrificado en el matadero local.
Se elaboran los mismos embutidos, se conserva menos tocino y en ocasiones, para lograr mayor cantidad de chorizos se compra carne magra en las carnicerías.
La tradición de obsequiar con presentes a vecinos y allegados va disminuyendo y en muchas situaciones y poblaciones ha desaparecido.
LA MATANZA DEL CERDO. BEASAIN (G), 1988.