El medio natural y humano

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Los territorios que componen actualmente Vasconia se sitúan en el occidente de Europa, allí donde la gran cordillera de los Pirineos des­ciende hacia el Océano Atlántico en el Golfo de Bizkaia, ocupando un área que se extiende en­tre los ríos Adour al N. y Ebro al S.

A caballo entre España y Francia, Vasconia ha sentido esa doble influencia en su historia. Al sur de los Pirineos la Vasconia peninsular está integrada en el Estado español formando dos administraciones políticas; por una parte la Co­munidad Autónoma del País Vasco que abarca los territorios históricos de Alava, Bizkaia y Gi­puzkoa y por otra la Comunidad Foral de Nava­rra que comprende el territorio del antiguo Rei­no. Al norte, el País Vasco continental, incluido en el departamento francés de Pyrénées Atlanti­ques englobando las antiguas provincias de La­purdi, Base-Navarra y Zuberoa.

El conjunto de estos territorios ha recibido diversos nombres: EUSKAL HERRIA, ZAZPI­RAK-BAT o Sept Provinces Basques, denomina­ción ésta que figura en la carta lingüística del euscara que imprimió en 1863 el príncipe L.L. de Bonaparte. Los territorios de la Vasconia pe­ninsular han recibido también el nombre de País Vasco-Navarro y los de la Vasconia conti­nental el de Iparralde, en alusión a su posición geográfica de territorio norteño.  

  Territorios Superficie (km2) Población (1982) Hab/km2
Comunidad Autónoma del País Vasco Álava
Bizkaia
Gipuzkoa
3.047
2.217
1.997
268.000
1.180.000
690.000
88
532
346
Comunidad Foral de Navarra Navarra 10.421 515.000 49
Département des Pyrénées
Atlantiques (Iparralde)
Labourd
Basse-Navarre
Soule
800
1.264
785
191.000
27.900
17.900
239
22
23
  TOTAL VASCONIA 20.531 2.890.000 141

 

Orografía

La cordillera pirenaica, del plegamiento alpi­no, extiende sus estribaciones a lo largo de toda Vasconia, según una línea que comenzando en la Mesa de los Tres Reyes, a 2.433 m., avanza hacia el Oeste perdiendo altura, cifrando sus últimas grandes elevaciones en Otxogorrigaine (1923 m.) y Orhi (2.021 m.) en el límite con Zu­beroa.

Desde el puerto de Ibañeta, al pie de Ortzan­zurieta (1570 m.) la cadena se bifurca. Uno de los cordales gira al Noroeste por Quinto Real y Baztán hasta Artzamendi (926 m.) y Monda­rrain (750 m.) encontrando en Larrun (898 m.) el final, con el mar a sus pies.

El otro ramal principal, entronca por Azpiroz con la Sierra de Aralar (Irumugarrieta 1.427 m. y Txindoki 1.341 m.). Por la cresta de Altzania encuentra la Sierra de Aitzgorri (1551 m. en Aitz Txuri) y vía Elgea y Arlaban se dirige hacia el Anboto por la cresta de Orisol.

La Sierra de Anboto (1296 m.), se continúa por el macizo del Gorbea al que sigue la Sierra Salvada. En distinto cordal, un poco más al Nor­te, se encuentra la Sierra de Ordunte, con Zala­ma (1.335 m.) como altura principal. Y aún más al Norte, próximas ya al mar, las peñas de Mazo, Ranero, Los Jorrios, Betaio y Castro Alén.

Consideradas como prepirineo, al S. del eje antes citado aparecen dos alineaciones relativa­mente paralelas. La primera avanza en la Sierra de Leire (Arangoiti 1355 m.), al E. de Navarra dirigiéndose por Alaiz (1169 m.), Izko y el Per­dón hasta las Sierras de Urbasa (1153 m.) y An­día (Beriain 1494 m.). Se continúa en Alava por Entzia, Montes de Iturrieta y Montes de Vitoria.

La otra alineación desde las Améscoas con la Sierra de Lokiz, tras enlazar con la de Codés, acaba en las Sierras de Cantabria y Toloño en las últimas grandes alturas, al SO. del territorio de Vasconia.

Son de citar también las estribaciones septen­trionales de los Pirineos en Benabarra y Zube­roa, de menor altura y extremada ramificación, particularmente en Benabarra. El Pic des Esca­liers (1478 m.), Macizo de Arbaille (1000 a 1200 m.) y Macizo de Ursuia-Baigura (650 a 900 m.) son los accidentes más notables.

Se conocen con el nombre de Montes litora­les, los que separan las depresiones del Oria y del Ibaizabal del mar Cantábrico. En este caso se encuentran los macizos de Ernio (1.072 m.) e Izarraitz en Gipuzkoa y de Oiz (1.026 m.) y Sollube (663 m.) en Bizkaia. Udalaitz (1.092 m.), Urko (791 m.), Kalamua (767 m.) y Amo (612 m.) quedan sueltos, con entidad diferen­ciada, entre ambas provincias. Multitud de otras cotas, que apenas llegan a 600 m. fragmentan el terreno antes de alcanzar el océano.

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Hidrografía

Hidrográficamente hablando, el territorio se muestra muy diverso pudiendo responsabilizar de tal variedad a la condición de sus ríos, de ser tributarios de dos mares: Atlántico y Mediterrá­neo.

La divisoria de aguas de E. a O. comienza en los Pirineos para continuar por la Sierra de Ara-lar, Arlaban, Anboto, Gorbea y Salvada, ya en el extremo Oeste. Al N. los ríos vierten al Atlánti­co, mientras los que discurren al S. desembocan en el Mediterráneo por ser todos ellos tributa­rios del Ebro.

Los ríos que aportan aguas al Atlántico son de curso tumultuoso, cortos y caudalosos. Sal­van desniveles importantes en pocos kilómetros y originan en su discurrir valles profundos, an­gostos y húmedos.

La vertiente mediterránea ve fluir sus aguas pausadas por valles amplios las más de las veces y fértiles, pues su menor rapidez ha permitido que se conserven las terrazas de sus antiguos aluviones.

Distribuimos los principales ríos por vertien­tes.

Ríos atlánticos: Adour, Saison, Nive, Bidasoa, Oyarzun, Urumea, Oria, Urola, Deva, Artibay, Lea, Oka, Butrón, Ibaizabal-Nervión-Cadagua, Somorrostro, Agüera, Carranza y Calera.

Ríos mediterráneos: Zadorra, Ega, Arga, Ara­gón, Ebro, Queiles, Alhama, Omecillo, Bayas, Mayor, Cidacos, Araquil, Ulzama, Larraun, Irati, Esca y Salazar.

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La costa

Unos 225 Km. de costa, asoman Bizkaia, Gi­puzkoa y Laburdi al Oceáno Atlántico. El tramo vasco-continental es bajo y arenoso, mientras el peninsular se muestra alto y recortado como en los cabos de Matxitxako, Higuer y S. Martín y las puntas de Galea, Ogoño y Ratón de Getaria, en­tre muchas otras de cierta entidad. Al menos veinte puertos naturales se localizan entre el Adour y la ría de Bilbao y son frecuentes las playas en las desembocaduras de los ríos.

Clima

El clima se muestra generalmente suave; de régimen lluvioso y húmedo al N. de la divisoria de aguas, debido sin duda a la influencia del Océano Atlántico, y más seco y extremo en la vertiente mediterránea, al Sur de dicha línea.

La temperatura media anual de las capitales oscila entre los 11°C y los 14°C. La pluviometría es de 2.000 mm. en los Pirineos; entre 1.000 y 2.000 mm. en la vertiente atlántica; entre 500 y 1.000 mm. en la Llanada Alavesa y Navarra Me­dia y alrededor de 500 mm. en la Ribera navarra y la Rioja alavesa.

El paisaje natural

La región septentrional del País está en gene­ral cubierta de hierba y poblada de árboles que alternan con afloramientos de roca viva. El pai­saje es accidentado y desigual, con abundancia de ríos, fuentes y montañas en todas direccio­nes, alternando con estrechos valles y barrancos que forman un territorio laberíntico. Aunque es dificil precisar, esta región coincidiría con las unidades geográficas afectadas por el clima oce­ánico y su variedad de montaña. Nos estamos refiriendo al territorio ubicado al Norte de la divisoria de aguas, que comprende las comarcas de Bizkaia, la tierra de Ayala y el valle de Ara­maiona en Alava, toda la provincia de Gipuz­koa, la Montaña navarra y los territorios de Ipa­rralde.

Al Sur de dicha línea, el clima de transición primero y la variedad continental mediterránea después, configuran un paisaje bien distinto. Los ríos discurren con mayor lentitud, dando lugar a valles amplios y fértiles. La altitud media de las tierras es superior pero su aspecto es mu­cho más llano, en particular a medida que avan­zamos por el gran valle del Ebro. El arbolado no aparece como bosque, sino como campiña salpi­cando sotos y ribazos o separando propiedades.

Es el paisaje agrícola quien realmente domi­na los valles alaveses de Campezo, Arana, Zuya, Rioja alavesa, Llanada Alavesa y otros. Es la viña, el cereal o la legumbre quien cuadricula las ve­gas del Arga, Ega y Aragón, surcando los cam­pos de Los Arcos, Olite, Mendavia, Tudela y tan­tas otras poblaciones de la Ribera del Ebro y la Navarra Media. Se trata de horizontes abiertos, desolados a causa de la escasez de agua (Las Bardenas), en los que luce el sol con frecuen­cia.

El paisaje humanizado

La orografia, el suelo, el régimen pluvial, la hidrografía han condicionado y aún condicio­nan gran parte de la actividad humana, en par­ticular la económica y los asentamientos.

La población. A lo largo del presente siglo la tendencia demográfica ha sido al incremento, pero con variaciones locales. Bizkaia y Gipuzkoa crecieron a un ritmo acelerado e incluso desor­denado recibiendo un gran contingente de in­migrantes. Navarra conoce una evolución más lenta hasta la década de los sesenta en que eleva fuertemente el ritmo de crecimiento. En Alava se puede hablar más de estancamiento y redis­tribución de la población, y en Lapurdi, Sena-barra y Zuberoa el crecimiento ha sido muy len­to apreciándose en momentos, importantes pérdidas de población. Donde anotamos incre­mento hablamos de población urbana y mayo­ría de dedicación a los sectores industrial y de servicios. En las regiones de estancamiento o pérdida señalamos población rural dedicada a la agricultura o la ganadería fundamentalmen­te.

El poblamiento. En la región alavesa el pobla­miento tiende a ser concentrado, pero en pe­queños núcleos. Hay que exceptuar el valle de Aramayona en que los asentamientos aparecen muy dispersos y la Rioja alavesa de agrupamien­tos de tamaño medio y más separados entre sí. La capital Vitoria-Gasteiz, contaba 192.773 habi­tantes en 1982.

En Gipuzkoa el paisaje aparece salpicado de numerosos caseríos y pequeños pueblos rurales, distribuidos entre otros de tamaño medio, más que ciudades. Donostia-San Sebastián, su capi­tal, sumaba 175.576 habitantes según el censo de 1982.

En Bizkaia es algo mayor la incidencia del nú­cleo pequeño y medio, salvo en la zona de la ría de Bilbao, de gran concentración urbana (casi un millón de habitantes). De esa cantidad Bil­bao aporta 433.032 habitantes.

Navarra presenta grandes variaciones. En La Ribera las poblaciones son grandes y están bas­tante separadas. En la zona media son menores, más próximas y más numerosas. En la Navarra húmeda son habituales los pequeños núcleos dispersos y casas sueltas. El censo de 1982 otor­ga 183.126 habitantes a Pamplona-Iruña.

El País Vasco continental presenta una gran concentración en la costa de Lapurdi, de carác­ter residencial muchas veces y una tendencia a la despoblación de Benabarra y Zuberoa cuyos poblamientos son dispersos o poco concentra­dos. Las capitales de estos territorios tenían en 1982 esta pobalción: Bayonne 41.000 h.; Saint­Jean-Pied-de-Port 1.565 h. y Mauleon 4.100 h.

Lengua vasca

Una cuarta parte de la población que vive en esta área habla el euskara, la lengua propia del grupo étnico vasco. Sin embargo la pro­porción de vascoparlantes difiere notable­mente de un territorio a otro. Se estima que la población vascófona asciende al 45 % en Gipuzkoa y al 35 % en las provincias del País Vasco continental, siendo menor esta propor­ción en Bizkaia (17 %), en Navarra (10 %) y en Alava (7 %).

Tal como figura en los mapas lingüísticos la zona vascófona viene a coincidir actualmente con la Vasconia húmeda comprendida entre los ríos Adour y Nervión. Todavía hasta épocas re­cientes (siglos xvm-xix) el área de habla vasca se prolongaba más hacia el sur abarcando la Lla­nada de Alava y amplias zonas de la Navarra Me­dia.

Testimonio de esta antigua extensión del eus­kara es la toponimia vasca que con diversa in­tensidad cubre prácticamente todo el territorio de Vasconia, extendiéndose incluso más allá de sus actuales límites.

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Comunicaciones

Carreteras. El eje Madrid-París atraviesa Vasco­nia por las rutas N-1. y RN-10. La primera de ellas atraviesa Alava de Oeste a Este, un extremo de Navarra al pie del puerto de Etxegarate y la provincia de Gipuzkoa, enlazando Vitoria con San Sebastián. En la frontera del Bidasoa en­tronca con la RN-10 que une Bayona con Bur­deos y París.

De este eje principal parten la N-634 que enla­za Donostia y Bilbao; la N-240 que une Bilbao, Vitoria y Pamplona por Barazar y atraviesa Nava­rra de Oeste a Este; la N-121 de Pamplona a Tu­dela que comunica también con la que se dirige a Logroño y Zaragoza. La RN-117 que desde Ba­yona a través de Pau se dirige al Mediterráneo y la RN-133 que va de Mont de Marsan a Saint-Jean­Pied-de-Port. Hay también una vía de comunica­ción directa entre Bayona y Pamplona.

Se completa esta red viaria con las autopistas Bilbao-Behobia-Bayona; Bilbao-Burgos; Bilbao­Zaragoza-Barcelona y la autopista de Navarra que enlaza con el valle del Ebro y Cataluña.

Ferrocarriles. La línea Madrid-Irún-Hendaia-Pa­rís dispone de enlaces en Miranda de Ebro, ha­cia Bilbao, en Bayona hacia Pau y Toulouse y en Alsasua hacia Pamplona. Este último se prolon­ga de Norte a Sur hasta Castejón, cerca de Tu­dela.

Hay también varias líneas de ferrocarriles de vía estrecha concretamente: Donostia-Hendaia; Bilbao-Donostia; Bermeo-Amorebieta y Bilbao-Santander.

Puertos y aeropuertos. Los principales puertos marítimos son los de Bilbao en Bizkaia, Pasajes en Gipuzkoa y Baiona en Lapurdi.

Cuenta con aeropuertos Gipuzkoa en Fuente­rrabia, Navarra en Noain, Bizkaia en Sondika, Alava en Foronda y Lapurdi en Parma.

Actividades económicas

Agricultura. Hay que hacer referencia de nue­vo al clima para explicar el paisaje agrícola del País. En la Vasconia húmeda, oceánica o de la vertiente atlántica la agricultura ha sido una ac­tividad básica, hasta mediados de este siglo. La transición hacia la ganadería ha conllevado un aumento de prados y pastizales y de la produc­ción forrajera, destacando el nabo, la remola­cha y la alfalfa, y el maíz como pricipal cereal.

Próximos a los núcleos urbanos el panorama se hace sumamente variado con multitud de hortalizas: judías, lechugas, tomates, patatas y un largo etcétera. Entre los frutales siguen do­minando el manzano y el peral. Y debemos se­ñalar un elemento nuevo en nuestro paisaje físi­co y económico: el invernadero. El cultivo bajo plástico, como se ha dado en llamar, gana terre­no a ojos vistas diversificando la producción. El policultivo sigue teniendo gran importancia y el paisaje continúa apareciendo parcelado y colo­rista. Este tipo de agricultura se localiza en Gi­puzkoa, Bizkaia, Norte de Alava y Navarra, La­purdi, Benabarra y Zuberoa.

Muy distinto es el caso de la vertiente medite­rránea y el área climática de transición hacia ella. El antiguo policultivo va siendo sustituido por una tendencia a la especialización comarcal destacando los cereales, pero añadiendo fruta­les, viñedos y el sector de regadíos. La especiali­zación y monocultivo progresan hacia el Sur al­canzando en la Rioja alavesa y la Navarra Media su más claro exponente. En la Ribera del Ebro el regadío cobra gran importancia y con él tam­bién una nueva tendencia al policultivo a gran escala con extensa producción de maíz, remola­cha azucarera, frutales, espárrago, tomate, alca­chofa y pimiento. Llanada Alavesa, Navarra Me­dia y cuencas de Aoiz, Lumbier, Pamplona y la Ribera del Ebro en Navarra, son las regiones más importantes en la economía agrícola.

Ganadería. Desde el punto de vista ganadero, la vertiente oceánica se muestra bien dotada. Se advierte en ella un retroceso de la cabaña ovina y un crecimiento de la vacuna. En la vertiente meridional sigue siendo el sector ovino el más importante. Existe aún la trashumancia, de cor­to recorrido, a excepción de los habitantes del valle del Roncal en Navarra, que aún realizan grandes distancias.

A los sectores antedichos sigue en importan­cia la cabaña porcina. El resto se reparte entre la caballar, caprina y asnal. Destaca el éxito en las últimas décadas de la cría de aves de corral y conejos.

A la cabeza del ovino se situa Navarra y lo hace Bizkaia a la del bovino, seguida de Gipuz­koa.

Pesca. La plataforma continental, base de los grandes bancos de pesca, es escasa en nuestras costas lo que ha obligado de antiguo al despla­zamiento a otros caladeros, a veces muy lejanos, de gran parte de la flota pesquera. Es la activi­dad conocida como pesca de altura. Pasajes (G) y Ondarroa (B) son los puntos de atraque prin­cipales y el bacalao, la merluza, lenguado, rape y bacaladilla las especies de mayor interés eco­nómico, buscadas hasta Terranova y Noruega por el norte, y Golfo de Guinea y Namibia en el Atlantico sur.

La pesca de bajura cuya principal base es el puerto de Bermeo se ocupa de especies que vi­ven en general cerca de la superficie o cerca del fondo cuando éste es poco profundo. Ocupa casi la mitad de tripulantes del total de la flota pesquera, pero sólo la quinta parte de su ar­queo. Las campañas se centran en los túnidos y la anchoa, pero no podemos olvidar otras espe­cies capturadas como la merluza, sardina, ber­del o chicharro. Se suelen incluir como pesca de bajura las artes del marisqueo con cestas o nasas.

Minería. El de hierro, es el mineral asociado por excelencia al subsuelo de Vasconia. Y abun­dante y de buena ley fue por cierto, el extraído masivamente en los criaderos de los montes de Triano, en Bizkaia, entre 1856 y 1920. Pero po­co queda de aquel esplendor extractivo. Lo mis­mo puede decirse del plomo de Oyarzun (G), del cobre de Saint Etienne de Baigorri (Ip) y Arrazola (B) o del hierro de Mondragón (G) y St. Engrace (Ip).

La complicada tectónica del país explica esta escasez de mineral aunque aún se pueden citar explotaciones de hierro en Bizkaia (Gallarta), plomo y zinc en Legorreta (G), espato fluor en Oyarzun (G), magnesita en Eugui (N), asfalto en Maestu y Campezo (A) y algunas otras. Hay además numerosas canteras que habitualmente extraen calizas, margas, arcillas y cuarcitas, ade­más de sal gema en Briscous (Lapurdi).

Industria. Aunque predomina la concentra­ción tanto de empresas como de mano de obra lo cierto es que apenas hay zonas sin actividad industrial y la tendencia actual es hacia la ocu­pación de regiones menos congestionadas.

La principales áreas industriales se localizan en el Gran Bilbao, cuenca del Nervión, valle del Ibaizabal, cuencas del Deva y Urola, área de Do­nostia y zona de Bayona.

En el Gran Bilbao, el puerto juega un papel importante así como la actividad siderúrgica, metalúrgica, química y de astilleros, entre otras de menor importancia pero de gran variedad.

En la cuenca del Nervión el sector siderúrgi­co y el papelero. El valle de Ibaizabal por su parte, ha actuado descargando la saturación del Gran Bilbao y la cuenca del Deva.

De las comarcas guipuzcoanas la más impor­tante es la de Donostia tanto por el puerto de Pasajes como por la proximidad de la frontera francesa que han determinado una gran diversi­ficación industrial dentro de un predominio de la metalurgia de transformación.

En la cuenca del Deva predomina también esta metalurgia mentras en la del Oria lo hacen los sectores papelero y textil. En el Urola la di­versificación es mayor.

Tanto en Alava como en Navarra el proceso industrializador cobra importancia a partir de 1960. En Alava con la creación de los polígonos industriales de Vitoria que luego se extenderían hacia Salvatierra, Villareal, etc. En el caso de Navarra a las áreas de localización industrial de Pamplona siguieron las de Tudela, Alsasua, Ve­ra de Bidasoa, Estella y Lodosa.

En el País Vasco continental sólo destacan el área de Bayona y los polígonos de Hendaya, San Juan de Luz y Anglet, con predominio de la construcción, transformación, industrias ali­mentarias y electrónica.

En el momento actual la actividad industrial se presenta como el motor pricipal de la econo­mía vasca. La diversificación de esta actividad, con ser grande, presenta algunos sectores de es­pecial relevancia, bien por el número de empre­sas implicadas, bien por la cantidad de mano de obra empleada.

Por setores, el siderúrgico viene a ocupar un tercio de toda la actividad industrial. Bizkaia aparece a la cabeza, seguida de Gipuzkoa y Ala-va aunque más correcto sería decir Vitoria, pues cerca del 80 % de la siderurgia alavesa se con­centra en los polígonos de la capital. En la parte continental de Vasconia apenas se ha desarro­llado a no ser en Lapurdi, en el área de Bayona­Angle t.

Los siguientes sectores en importancia son los de la construcción, industria química, madera y papel. En los dos primeros casos se trata de em­presas con un número bajo de trabajadores (el 45 % de las empresas tienen menos de cinco empleados). Quizás la excepción sea Lapurdi en que el sector del cemento cobra gran relieve posiblemente por las reformas en el hábitat ru­ral y la abundancia de canteras.

En papel y madera es de nuevo la Vasconia peninsular la que emplea mayor número de per­sonas, muy en particualr el subsector del papel.

La industria naval se ha desarrollado funda­mentalmente en Bilbao a lo largo de la ría, aun­que también son importantes los astilleros de Pasajes en Gipuzkoa. Actualmente esta industria se encuentra en fase de retroceso.

Las industrias alimentarias por su parte pre­sentan una gran heterogeneidad con Navarra a la cabeza (harina, aceites, grasas, industria viti­vinícola y conservas vegetales) a quien siguen Bizkaia, Gipuzkoa y Alava. Las conservas de pes­cado así como chocolates y refrescos aparecen como muy puntuales y con tener importancia localmente, presentan poco peso específico so­bre el total del sector. Por su parte las activida­des textil, de cuero, calzado, de vidrio o cerámi­ca entre otras de gran variedad, representan un bajo porcentaje de la población activa.