Acta del matrimonio
Antaño después de la ceremonia los nuevos esposos, los padrinos y los testigos pasaban a la sacristía a firmar el acta de casamiento. Allí mismo recibían el Libro de Familia de manos del alguacil u oficial del Juzgado que solía acudir a la iglesia.
Actualmente el acta del matrimonio se firma las más de las veces en el interior del templo, sobre el mismo altar. Es ésta una escena que los novios desean sea fotografiada para que forme parte del reportaje de la boda.
Al terminar la ceremonia mientras los nuevos esposos, los padrinos y los testigos suscriben el acta matrimonial en el presbiterio o en el altar, los demás participantes salen de la iglesia y esperan en el pórtico. Tras la firma salen los novios emparejados, seguidos de los padrinos y los invitados que han actuado como testigos (Amézaga de Zuya, Apodaca, Artziniega, Berganzo, Bernedo, Mendiola, Moreda, Salvatierra, Treviño-A; AmorebietaEtxano, Carranza, Durango, Lemoiz, Lezama, Orozko, Zeanuri-B; Arrasate, Beasain, Bidegoian, Elgoibar, Getaria, Hondarribia, Telleriarte, Zerain-G; Goizueta, Obanos, San Martín de Unx, Sangüesa, Viana-N).
Tanto al acceder al altar como al salir del templo se suele interpretar al órgano una marcha nupcial; muy comúnmente la de Mendelssohn.
La celebración de una boda es ocasión privilegiada para que acudan a la puerta de la iglesia mujeres que gustan de ver cómo visten los invitados y en especial la novia. Estas personas se sitúan en el atrio y forman pasillo, viendo pasar el cortejo.