Inicio de la alimentación normal

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En tiempos pasados a medida que el niño crecía, a partir de los nueve meses o el año, se complementaba la lactancia con otros alimentos como papilla de harina de trigo tostada con leche y azúcar, aia en la zona vascoparlante; sopa de pan con leche; sopa de ajo, baratxuri-sopea en Gipuzkoa; sopa de harina tostada, llamada "sopitas del Niño Jesús" en Sangüesa (N); caldo de alubias, puré de patatas, verduras, huevos pasado por agua, etc. Se le daba pescado y carne muy troceada cuando comenzaba a masticar.

En Izpura (BN) se les daba una yema de huevo disuelta en leche de vaca, preparado que recibía el nombre de lait de poule, también krema hecha con leche y huevos. No se le hacía comer carne hasta pasado un año. Al endentecer se le daban trozos de corteza de pan, ogiaxala. En esta misma localidad también les proporcionaban unos pastelitos pequeños llamados boudoir.

En Carranza (B) los primeros alimentos sólidos que tomaba para completar la dieta solían ser sopas de pan hervidas en leche y una papilla elaborada con harina de trigo y azúcar disueltos y calentados en leche. Una vez podían masticar se les empezaba a dar de las mismas comidas que se preparaban para los adultos.

En Urduliz (B) aunque el niño siguiera mamando, a partir de los cinco meses comenzaba a completar su alimentación con una yema de huevo, puré de alubias, porrusalda, etc. Los purés se preparaban a partir de la comida que se cocinaba para los de casa, no se hacía un menú especial para él.

Bilbao (B), 1995. Fuente: Archivo particular Asier Astigarraga.

En Oñati (G) después de la leche materna le daban leche de vaca rebajada, sopas de ajo y caldo de alubias con sopas.

De lo dicho pasaban a tomar lo que comían los adultos previamente aplastado con el tenedor. Otro procedimiento consistía en que la madre masticase la comida antes de dársela al niño con el fin de que la digiriera más fácilmente[1].

A la hora de comer la madre sentaba al niño sobre sus rodillas y con una cucharita tomaba un poco de comida y la probaba para comprobar el sabor y la temperatura, después se la introducía en la boca al crío.

Hoy en día comienzan a los cinco meses a tomar papillas de cereales por la mañana y por la noche, purés de patata y verdura acompañados de pollo, carne, huevo o pescado al mediodía y papilla de frutas por la tarde. Los alimentos infantiles se comercializan elaborados y envasados y se conocen con el nombre de "potitos".

En cuanto al chupete, antaño consistía sencillamente en un trozo de tela atado con un cordón y untado con agua y azúcar (Lezaun-N).


 
  1. Gerardo LOPEZ DE GUEREÑU. "Apellániz. Pasado y presente de un pueblo alavés" in Ohitura, 0 (1981) p. 161.