Actividades comunes de los jóvenes en otros territorios
Los grupos de juventud han tenido una configuración menos vinculante y más ocasional en las regiones atlánticas de Vasconia. Apenas encontramos en ellas agrupaciones permanentes que integren a todos los jóvenes de un pueblo o de una localidad.
Con todo ha sido práctica común el que los jóvenes se encarguen de la organización de las fiestas patronales del pueblo o del barrio en el que viven.
En Sara (L) en la década de los años cuarenta los mozos se reunían antes de las fiestas patronales del pueblo, el 8 de septiembre, para organizar la colecta y recoger el dinero con que pagar a los músicos que habían de actuar en ellas durante tres días tocando bailables: bailes agarrados, lotuak.
Por aquel tiempo los solteros del barrio de Elbarrun formaban una suerte de cofradía. Mandaban celebrar una misa todos los años el día de Año Nuevo. Igualmente aportaban el estipendio de una misa en sufragio del alma al morir uno de los compañeros del barrio[1].
En Donoztiri (BN), en la década de los años cuarenta los mozos del pueblo formaban una suerte de asociación de solteros, al frente de la cual ponían a uno de ellos. A este jefe llamaban aintzindaria o kapitaina. Una de las funciones de esta asociación era organizar la parte que le correspondía en la fiesta llamada pestaberri (fiesta nueva, Corpus), recogiendo entre sus miembros dinero para pagar a los atabaleros que habían de concurrir a la procesión de aquel día.
Rara vez se organizaban juegos de adultos para divertimiento del público, salvo en los tres días en que se celebraban las fiestas patronales el día 3 de agosto, festividad de San Esteban y siguientes. En tales días se jugaban partidos de pelota, y algunos años contiendas de koblariak o bardos populares con gran contentamiento del público[2].
Las fiestas patronales de Uharte-Hiri (BN) se celebran por San Pedro, Jandonipetri. En la década de los años cuarenta los jóvenes organizaban algunos festejos con música y baile. Además servían gratuitamente una cierta cantidad de vino a la concurrencia. Al día siguiente de la festividad de San Pedro, organizaban una cuestación por las casas para recoger dinero que serviría para pagar los honorarios de los músicos y el vino que se había servido a la gente en la plaza[3].
También en Liginaga (Z) los mozos eran los que determinaban cómo se debían organizar los festejos en las fiestas patronales siendo los encargados de contratar a los músicos para el baile.
En Aiherra (BN) los jóvenes que aquel año tenían que incorporarse al ejército, zortekoak, eran los encargados de organizar las fiestas del pueblo.
A este respecto señalaba Thalamas Labandibar que "cuando los mozos deciden organizar una fiesta o una actividad extraordinaria, para cuya ejecución se requiere el concurso y el celo de todos, dos de éstos cogen un bastón por sus extremidades, lo levantan, y todos, uno por uno, van pasando por debajo de él. Es como un rito, equivalente a un compromiso sagrado"[4].
También en las localidades encuestadas de Gipuzkoa y Bizkaia son generalmente los jóvenes los encargados de activar los festejos de las fiestas patronales. Las autoridades del municipio piden su colaboración para la confección del programa de fiestas.
La intervención de los jóvenes es más espontánea en los núcleos pequeños y en los barrios. En los pueblos del Duranguesado (B) en la víspera de la fiesta patronal se implanta delante de la iglesia parroquial o de la ermita del barrio un árbol simbólico denominado, donilatxa[5]. Este acto está encomendado a los jóvenes del pueblo o del barrio; ellos se encargan de cortar el árbol, de adornarlo y de plantarlo. Una vez colocado, todos los participantes en la operación se reúnen en una cena.
Las cuadrillas de chicos y de chicas se formaban espontáneamente al terminar el periodo escolar con 14 ó 15 años. En principio tenían como finalidad principal acudir a las diversiones y bailes en los días festivos (Orozko, Zeanuri-B; Telleriarte-G).
Una de las responsabilidades que adquieren los jóvenes es la organización de los festejos con motivo de las fiestas patronales de los diversos barrios. En muchos casos asumen incluso el riesgo de su financiación y para cubrir los gastos instalan txosnas donde venden bebidas y alimentos durante las fiestas patronales (Orozko, Zeanuri-B).
La postulación por las casas en la vísperas de Santa Agueda ha sido hasta tiempos recientes una actividad primordialmente juvenil o infantil (Lezama, Orozko, Zeanuri-B; Bidegoian-G). Con lo obtenido en la cuestación, el grupo de jóvenes celebraba una merienda o cena. Hoy en día los coros de Santa Agueda están compuestos por jóvenes y mayores y el fruto de la postulación se destina a fines benéficos o a la promoción de obras sociales.
En las localidades de mayor entidad chicos y chicas se organizan en cuadrillas. En Durango (B) estas cuadrillas antaño se formaban por calles o por barrios: "Los de la Magdalena", "los de San Fausto", "los de Barrencalle", "los de Santa Ana", etc. Algunos de ellos llegaron a tener su himno propio. Desde los años ochenta las cuadrillas de jóvenes adoptan indumentarias festivas tanto en las fiestas patronales como en las de Carnaval; incluso es corriente el uso de disfraces. Cada cuadrilla elige una indumentaria diferente y muchos de ellos van acompañados de su propia banda de música o fanfarria en la que no falta el bombo. Estas cuadrillas excepcionalmente son mixtas.
En Carranza (B) en tiempos pasados existían cuadrillas que estaban formadas por grupos de hasta treinta chicos pertenecientes a un barrio o a barrios colindantes. Las chicas formaban grupos más pequeños constituidos por amigas del mismo pueblo o de los cercanos. Los integrantes de las cuadrillas se juntaban para ir caminando a las romerías. Los muchachos entraban en una de estas cuadrillas cuando empezaban a salir y pertenecían a la misma hasta tener novia. Los que permanecían solteros seguían en la cuadrilla por lo que sus integrantes tenían un amplio espectro de edades, desde los dieciocho hasta los cuarenta, en algunos casos. Estos últimos recibían el apelativo de abuelos o papás. Una de las funciones de las cuadrillas de chicos era la constitución de las comisiones de fiestas de cada parroquia o concejo encargadas de organizar las fiestas. Para ello pasaban pidiendo dinero por cada una de las casas situadas en el ámbito de la parroquia, contrataban los festejos y el día del patrón se ocupaban de que todo transcurriese según lo previsto.
En las últimas décadas las cuadrillas han sido mixtas, sobre todo durante la adolescencia; cuando acuden a verbenas se separan, los chicos por un lado y las chicas por otro.
Hasta los años setenta muchas de las actividades deportivas, musicales o recreativas de la juventud se organizaban en los clubs juveniles que funcionaban al amparo de la parroquia (Bermeo, Durango-B).
Hoy en día en muchos casos es el Ayuntamiento el que proporciona a los jóvenes de la localidad lugares propios, gaztetxeak, donde pueden organizar sus juegos y actividades (Durango-B; Berastegi, Hondarribia-G). En ocasiones estas actividades están programadas para todo el año. Así, las competiciones (olimpiadas) de fin de semana que con participación de equipos de ambos sexos mayores de 14 años comportan pruebas deportivas, humorísticas, de habilidad, etc. (Hondarribia-G).
- ↑ José Miguel de BARANDIRAN. “Bosquejo etnográfico de Sara (VI)” in AEF, XXIII (1969-1970) p. 105.
- ↑ José Miguel de BARANDIARAN. “Rasgos de la vida popular de Dohozti” in OO. CC. Tomo IV. Bilbao, 1974, p. 43.
- ↑ José Miguel de BARANDIARAN. “Matériaux pour une étude du peuble Basque: A Uhart-Mixe” in Ikuska. Nº 8-9 (1948) p. 8.
- ↑ Juan THALAMAS LABANDIBAR. “Contribución al estudio etnográfico del País Vasco continental” in AEF, XI (1931) p. 40.
- ↑ Este donilatxa consiste en un árbol, antiguamente roble o chopo; actualmente pino de gran altura, desramado y pelado. En su punto más alto se atan mazorcas de maíz, hortalizas, ramas de laurel y flores. En algunos casos, en los últimos años, la bandera vasca, ikurriña, corona este donilatxa.