Fotografías de boda
Hasta mediados de siglo los nuevos esposos acudían a un estudio fotográfico a hacerse el retrato oficial de la boda; éste una vez enmarcado se colocaba en lugar destacado de la sala principal o de otra dependencia de la casa. Copias de esta fotografía, encuadradas en papel, se enviaban como recuerdo a parientes y allegados. Por ese tiempo no se tomaban fotografías del acto en el interior del templo (Mendiola, Moreda-A, Durango, Orozko, Zeanuri-B; Beasain, Elgoibar, Elosua, Hondarribia, Zerain-G; Aoiz, Obanos-N). En Elgoibar anotan que, en ocasiones era el fotógrafo quien, en el estudio, proporcionaba a la novia el ramo de flores y una mantilla más lujosa para el retrato.
En las siguientes décadas, aunque el fotógrafo acudiese a la iglesia y al banquete de bodas, los novios solían acudir inmediatamente después de la ceremonia y antes del banquete a un estudio para obtener una fotografía tomada el mismo día del casamiento. Los que pertenecían a clases acomodadas contrataban un fotógrafo para que acudiese a casa de la novia y retratarla en el salón principal.
En Vasconia continental y sobre todo en Zuberoa, fue habitual que el grupo de comensales invitados, junto con los recién casados, se situara por parejas en bancos dispuestos en alturas diferentes para hacer la fotografía de recuerdo de la boda antes de entrar al recinto donde tenía lugar el banquete[1]. También en otras regiones fue común tomar fotografías del conjunto de los invitados a la boda.
Actualmente los novios contratan un fotógrafo para que realice un reportaje completo de la boda. En ciertos casos éste comienza tomando fotografías a la novia en su casa antes de que ella salga para la iglesia.
De la ceremonia se registran sus momentos más significativos (entrada en el templo, colocación de anillos, comunión, firma del acta) y se toman fotografias de las personas que asisten a ella.
Fuera del templo, una vez terminada la ceremonia, los nuevos esposos son retratados en compañía de los miembros de ambas familias, de los amigos, de los compañeros de trabajo, etc. Posteriormente los recién casados se desplazan a un lugar relevante por sus monumentos o por su paisaje y allí posan ante el objetivo tomando las posturas que les ordena el fotógrafo. Esta sesión tiene lugar, en ocasiones, junto al mismo restaurante que habilita el escenario y los enseres que sirven de decorado.
El reportaje continúa durante el banquete tomando fotografías de los comensales y de los momentos culminantes: partición de la tarta, beso de los novios, baile.
Al finalizar el banquete el fotógrafo va presentando a los comensales el álbum con el reportaje completo para que soliciten las fotografías que les interesan.
En los últimos años, década de los noventa, la ceremonia así como el banquete y otros aspectos de la boda son registrados en video.
- ↑ Pierre APHECEIX. “Au Pays de Soule. La Noce” in Bulletin du Musée Basque. Tomo VII. Nº 1-2 (1930) p. 6.