La Purificación de la Virgen como arquetipo
En varias encuestas los informantes relacionan expresamente esta costumbre con el acto que realizó la Virgen María presentando a su hijo Jesús en el templo de Jerusalén cumplidos los días de la purificación (Lucas, 2, 22).
En Amézaga de Zuya y Gamboa (A) se dice que esta ceremonia se practicaba a imitación de la Virgen María y de hecho era denominada "la presentación del niño"; mediante ella la que había dado a luz trataba de repetir el comportamiento de la Virgen. En Moreda (A) se decía que la entrada en la iglesia era un rito de purificación que seguía la costumbre bíblica que realizó la Virgen María. En Aoiz (N) que la mujer no podía salir de casa por hallarse "manchada" y que este rito suponía la purificación de esta mancha adquirida por el alumbramiento, interpretándose como una imitación de la presentación de la Virgen en el templo. También en Orozko, Urduliz (B) y Treviño (A) se relacionaba con la presentación de la Virgen en el templo. En Portugalete (B) recibía asimismo el nombre de "la presentación del niño en la iglesia". Algunas informantes de esta localidad encuentran la explicación de esta ceremonia en la Purificación de la Virgen María, cuya fiesta se celebra cuarenta días después de la Navidad. Para ellas se trataría de una verdadera ceremonia de purificación.
En Zeanuri (B) anotan que a las parturientas que estaban impacientes para hacer el rito de entrada en la iglesia las mujeres más ancianas les decían que la Virgen aguardó cuarenta días para llevar al niño a la iglesia, por lo cual no había que tener tanta prisa.