El padrinazgo
El papel del padrino y de la madrina fue antaño más importante; lo denota el derecho que tenían a imponer sus nombres al ahijado o ahijada. En este orden estaba, así mismo, la obligación que contraían en caso de fallecimiento de los padres -algo relativamente frecuente en el pasado- de sustituirles, convirtiéndose en tutores. En la ceremonia del bautismo el sacerdote les recordaba los deberes espirituales que habían contraído con el bautizado.
Tras el Concilio Vaticano II, el papel de los padrinos durante el rito se relega a un segundo plano, en beneficio de los padres. Hoy, su función, parece limitarse a hacer regalos al ahijado en determinadas fechas, si bien en casos se tiene conciencia de otros deberes de índole espiritual. Antaño, los padrinos, corrían con los gastos que ocasionaba el bautizo, de ahí el dicho: "el que tiene padrino se bautiza".
Compromisos de los padrinos
Parentesco espiritual y afinidad. Aitapontekoaren eta amapontekoaren urak
Elección de padrinos
Ofrecerse a ser padrino
El derecho a ser padrino
Padrino único
Padrinos de conveniencia
Padrinos a la ventura. Benturako umea
Denominaciones de padrinos y ahijados