Matrimonios consanguíneos

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En la mayoría de las localidades encuestadas no hay constancia de que los matrimonios consanguíneos fueran frecuentes, aún así su número fue mayor en tiempos pasados que en la actualidad. En Busturia (B) hubo una época en que tuvieron lugar muchos matrimonios entre parientes, sobre todo en algunos barrios. En Carranza (B) en tiempos pasados el número de matrimonios entre familiares fue alto y más en algunos barrios del municipio. Un poco exageradamente se dice que en los mismos todos sus moradores son parientes. También en Treviño (A) han sido habituales los matrimonios dentro de las mismas familias. En Berastegi (G) bastantes primos se casaron entre ellos, lo que ha dado lugar a que algunos apellidos se repitan mucho. Estos matrimonios entre familiares fueron más comunes hasta mediados de siglo (Orozko-B).

Una de las razones de este comportamiento pudo estar en el mayor aislamiento de los pueblos y en la escasa movilidad de sus moradores. En ocasiones también prevalecieron intereses económicos.

En Amézaga de Zuya (A) los matrimonios entre familiares se daban sobre todo por razones de bienes y dinero.

En Mendiola (A) el interés por unir haciendas favoreció en tiempos pasados el matrimonio entre primos carnales o segundos.

En Abadiano (B) las relaciones entre miembros de una misma familia fueron más frecuentes en la época en que los padres se encargaban de encontrar pareja para sus hijos, lo que rara vez ocurre en la actualidad.

El tipo de parentesco más frecuente entre los cónyuges consanguíneos ha sido el de primos o el de tío y sobrina.

En Moreda (A) los casos de matrimonios entre familiares han sido sobre todo entre primos segundos e incluso carnales, aún cuando la gente creyera que de éstos podían surgir problemas en la descendencia. En Urduliz (B) no estaban bien vistos estos emparejamientos pero cuando ocurrían solían ser entre primos segundos y en alguna ocasión entre carnales.

En Bidegoian (G) se celebrabaron algunos matrimonios entre parientes, en general primos. En Izal (N) se conocieron algunos entre primos carnales, aunque no eran bien vistos, y en Artziniega (A) sobre todo entre primos y entre tío y sobrina.

En Aoiz (N) los matrimonios con personas de la misma familia más numerosos fueron entre tío y sobrina, sobre todo si el tío había hecho fortuna, y menos entre primos. En Nabarniz (B) se conocieron casamientos de tío con sobrina y sobrino con tía.

La principal razón aducida por los informantes para rehuir los enlaces entre familiares ha sido el temor a que la descendencia naciese con taras genéticas.

En Amézaga de Zuya (A) aunque los matrimonios entre familiares fueran frecuentes existía cierto rechazo a este tipo de relaciones por temor a que diesen lugar a hijos retrasados, sobre todo cuando el enlace era entre parientes próximos o si éstos se venían casando durante varias generaciones.

En Getaria (G) las uniones entre familiares han constituido casos aislados ya que se consideran perjudiciales, pues algunas enfermedades en hijos de parientes se estimaba que eran debidas a la consanguinidad.

En Allo (N) de las uniones consanguíneas, aunque no eran frecuentes, se creía que nacían hijos tontos. En San Martín de Unx (N) algunos encuestados, que contrajeron matrimonio con primos, opinan que no era bueno "por la consanguinidad". En Viana (N) los enlaces entre parientes no han sido muy frecuentes y entre ellos hay alguno con descendencia tarada.

Los trámites necesarios para la obtención de la dispensa por consanguinidad también han servido como disuasorios (Monreal-N).

El número de matrimonios consanguíneos ha ido descendiendo a lo largo del siglo (Elgoibar-G; San Martín de Unx-N). A este descenso ha contribuido la ruptura del aislamiento gracias a la disponibilidad de medios de transporte y a la ampliación del círculo de relaciones. La generalización del uso del automóvil ha permitido ampliar el círculo de amistades, lo que ha posibilitado que se formen parejas con jóvenes de otros pueblos (Artajona-N). El cambio del tradicional modo de vida ganadero, agricultor y pescador, en el que se daban más casos de bodas entre parientes, por un mercado de trabajo más amplio en el que el trasiego de gente es mayor también ha facilitado los enlaces con gentes de otros pueblos (Muskiz-B).