La confirmación, rito de entrada en la juventud
Desde tiempos pasados hasta los años setenta la confirmación se recibía a edad indeterminada, careciendo por tanto de la consideración de rito de paso. De hecho por tratarse de un sacramento cuya impartición estaba reservada al obispo, éste lo administraba cuando visitaba la localidad, acontecimiento que ocurría en periodos de tiempo muy espaciados.
A partir de finales de los sesenta, como consecuencia de los cambios introducidos a raíz del Concilio Vaticano II, se le ha querido imprimir otro carácter a la confirmación, estableciéndose como edad idónea para recibirla los 16-18 años, exigiéndose una preparación catequética previa, seria y prolongada. Esto hace que el número de confirmantes respecto al de bautizados y niños que hacen la primera comunión sea mucho menor. De esta forma se pretende también, si la actual tendencia se consolida, que la confirmación adquiera la condición de rito que marque el paso de la adolescencia a la juventud.
En Abadiano, Lezama, Trapagaran y Zeberio (B) se hace con 17-18 años y una preparación de dos o tres años. En Telleriarte (G) a los 18 o más, exigiéndose también cursos de catequesis. Hoy día es una ceremonia solemne frente a antaño que era en día laborable y sin ningún boato. En Orozko, Urduliz (B) y Monreal (N) se hace a partir de los 17, tras una preparación catequética obligatoria. En Urduliz precisan que las confirmaciones se celebran en sábado en una función vespertina y tienen lugar cada cinco años aproximadamente coincidiendo con la visita del obispo o del vicario por delegación de aquél. El cura, en recuerdo del acto, entrega a los confirmandos una foto del interior de la parroquia con sus nombres al dorso.
En Elgoibar (G) se hace en torno a los diecisiete aunque hay quien se confirma a los veintiún años. En Bidegoian (G) los confirmandos cuentan entre los quince y los veinte años y el acto reviste periodicidad cuatrienal. En Garde (N) desde la década de los 60 el párroco se encarga de preparar a los niños para recibir este sacramento y la edad se ha retrasado siendo ahora entre los 13 y los 19 años.
En Hondarribia (G) la escuela pasa una nota de aviso para quien desee recibir la confirmación. En caso afirmativo empieza un catecumenado preparatorio a los quince años y pasados tres se confirma. Tanto en tiempos pasados como hoy día la ceremonia está revestida de una gran solemnidad. Se recuerda que antaño la iglesia solía estar rebosante por la cantidad de confirmantes y familiares de éstos que acudían. Actualmente el acto es anunciado en la prensa y se celebra una vez al año en la misa mayor de un día festivo.
En Pipaón (A) quienes se confirman son jóvenes de 16 a 18 años que han tenido una preparación previa. En Moreda (A) son "buenos mozos" entre los 16 y los 20 años, después de dos de catequesis. En Bernedo (A) en torno a los dieciocho, exigiéndose dos años de preparación. En Beasain (G) los jóvenes, no todos, se confirman hacia los 16-18 años y frente a la nula preparación o a lo sumo muy sumaria de antes, hoy se requiere un año o más de catequesis previa.
En Obanos (N) no todos se confirman y los jóvenes que lo hacen es a partir de los 16 años y después de haber recibido un periodo serio de catequesis. En Alto y Aoiz (N) reciben el sacramento entre los 14 y los 17 años y se imparte bienal o trienalmente. En Sangüesa (N) se recibe a los quince años, tras un curso de preparación. Todos los años imparte el sacramento el obispo o su vicario. En Salvatierra (A) de los quince años en adelante. En Viana (N) una vez acabada la enseñanza primaria, a los 14 años, tras una catequesis de cerca de dos. También en Izurdiaga (N) se realiza a los catorce años.
En Amézaga de Zuya (A) los muchachos ahora se confirman cuando tienen más de doce años y en Mendiola (A) con más de doce o trece, normalmente después de una larga fase de preparación.