Tareas comunes a niños y niñas

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En muchas localidades se ha registrado que las tareas iniciales de ayuda doméstica eran ejecutadas indistintamente por niños, por niñas o por ambos conjuntamente por ejemplo en el caso de tratarse de hermanos. A medida que iban haciéndose un poco mayores los niños se especializaban en unas tareas, generalmente más rudas, necesitadas de esfuerzo y más volcadas al campo, en tanto que las niñas se centraban más en la casa y en ayudar a la labores encomendadas a la madre. Las actividades que realizaban, según se ha recogido, eran muy parecidas en las localidades encuestadas.

En Aintzioa y Orondritz (Valle de Erro-N) los niños comenzaban a entrenarse con labores fáciles como cuidar los polluelos, chitas; acarrear pequeñas ramas, ostarbas, para el fuego; atender los pucheros de la cocina; ayudar a llevar al campo las ovejas o las vacas; cuidar de que los bueyes fueran rectos mientras araban la tierra; las niñas además ayudaban a sus madres en las tareas propias de la casa[1].

En Orbaitzeta (N) de pequeños traían leñas para el fuego y acarreaban agua cuando no había agua corriente; hacían recados, antiguamente por un pedazo de pan o de chocolate, después a cambio de alguna moneda. También iban al campo con el ganado[2].

En Aoiz (N) a los niños y niñas se les encomendaba especialmente el cuidado de los cerdos ya que eran pocos en número (2 o 3 por familia) y podían pastar muy cerca del pueblo. También eran los encargados de recoger hojas de olmo para dar de comer a los conejos y de retirar los huevos puestos por las gallinas y las palomas. A veces también ayudaban a ordeñar las vacas y las cabras.

En Apodaca (A) en las casas de labor el trabajo normal de los niños era sacar el ganado al agua, llevarlo hasta la barrera del monte y por la tarde pasar la barrera para que el ganado volviera a casa. Ayudar a juncir (uncir) los bueyes, llevar el almuerzo o la comida a la pieza, preparar leña para la cocina. Cuidar de los hermanos pequeños mientras los padres estuvieran fuera y por la noche ayudar en las labores propias del establo. Había trabajos estacionales, tales como en verano tener las yeguas a la parva o espantar las moscas a los bueyes durante el acarreo y en invierno ayudar al abuelo a desgranar el maíz.

Cuidado de animales. Gipuzkoa, c. 1930. Fuente: Archivo Ojanguren.

En esta misma localidad alavesa los hijos de los forasteros residentes en el pueblo que no gozaban de la categoría de vecinos, denominados hojalateros, acarreaban agua de la fuente en barril y leña para la cocina. En verano espigaban y ayudaban a la madre a llevar la ropa al lavadero o al río.

En Artziniega y Bernedo (A) el trabajo más habitual hasta los doce años era el cuidado del ganado. En esta última localidad se ha recogido asimismo que los niños llevaban la comida a la pieza, cuidaban a los hermanos pequeños, traían agua de la fuente, escardaban, echaban veneno al escarabajo de la patata... En Mendiola (A) además de cuidar el ganado, llevar la comida a quienes estuvieran trabajando en el campo e ir a por agua a la fuente, daban de comer a las gallinas y acarreaban leña. En Pipaón (A) se han constatado tareas similares como propias de los niños: apacentar, llevar piensos y buscar leña. Era costumbre que el pequeño de la casa trajera en botijo el agua de la fuente para todas las comidas. Los informantes de Treviño (A) señalan que la ayuda infantil se encaminaba sobre todo al cuidado de la huerta con la que contaban todas las casas del lugar y que los trabajos se incrementaban considerablemente si había ganado.

En Gamboa (A) los niños cuidaban de que los perros y los gatos no se llevaran la comida mientras la estaban preparando. Hacían las labores de limpieza doméstica y de la cuadra. Llevaban el ganado a abrevar o a "pastear". Portaban el cestillo con la comida a la pieza si ésta estaba alejada de la casa. En Monreal (N) también eran los niños quienes se encargaban de llevar el almuerzo a los hombres del campo y ayudaban además en labores domésticas como arrear los bueyes o las faenas de la casa. En Lanz (N) tanto chicos como chicas llevaban el almuerzo al padre al campo y de allí solían traer "verde" (ortigas) para los cutos, cerdos[3].

En Lekunberri (N) llevaban y traían las ovejas y las vacas de los prados cuidando de que comieran en el predio doméstico, euntzian janerazi, evitando que penetraran en el ajeno. La vigilancia del ganado, cosa que efectuaban al salir de la escuela, y otros trabajos parecidos los hacían los hermanos (chicos y chicas) juntos. También en Lezaun (N) los grupos de niños que "pacentaban" el ganado eran mixtos.

En el Valle de Carranza (B) los niños llevaban las ovejas y las vacas a pastar vigilándolas para que no se pasasen al prado del vecino, echaban de comer a las gallinas y recogían los huevos. Estando en el prado, se les hacía volver a casa en busca de herramientas o cosas que se hubieran olvidado o hicieran falta. En la mayoría de los caseríos se fabricaban las propias herramientas, por lo que era común hacerles a los niños unas adaptadas a su estatura. Así solían tener pequeñas rastrillas para apradar (rastrillar), porros (mazo