Colchón y ropa de cuna. Ume-izarak
En lo que se refiere al colchón fue muy común usar hojas de maíz para rellenar el jergón y el colchón y también lana y pluma. En algunas localidades solían poner una piel de oveja encima del colchón que actuaba de aislante evitando que se humedeciese.
En Carranza (B) la cuna tenía un colchón de muelles y encima el de lana. Antiguamente hubo colchones de capillos o brácteas finas de maíz. Como en tiempos pasados no había plástico se compraba un hule que se colocaba sobre los colchones para que no se mojasen cada vez que el pequeño se orinaba. Algunas madres también le ponían una piel de oveja con el cuero hacia arriba para que sirviese como aislante. Encima una colchoneta hecha en casa y forrada con trapos para que empapase la orina. Se tenían varias de estas últimas y se iban lavando para que no oliesen mal.
En Orozko (B) con las calocas del maíz se hacía un jergón sobre el que se ponía el colchón y sobre éste una piel de oveja que servía de aislante. Más tarde, hacia los años cuarenta, se introdujeron con la misma finalidad las gomas, para que no se mojara el colchón. En Abadiano (B) las sábanas y la colchilla se hacían cosiendo ropa vieja y cubriéndola con una tela bonita. En estas dos localidades se ponía entre el colchón y la sábana una piel de oveja o cordero con el pelo hacia arriba para que absorbiera la orina.
En Urduliz (B) el colchón de la cuna solía ser de lana o hecho con perfolla de maíz, lanazko koltxoi edo arto-kapazakaz iñeko. Encima del colchón para que éste no se mojara se ponía una especie de colcha hecha con ropas viejas. Se tenían cuatro o cinco colchas de este tipo, que se iban cambiando a medida que se mojaban. Usaten ez ziren erropakaz koltxilla lodi bat iñ eta a imintten jaken, eta busti aalan arek siketan imiñi eta barril imiñi atzera...
En Elosua (G) el jergón que se ponía bajo el colchón se hacía con hojas de maíz y encima del colchón, entre éste y la sábana, se colocaba una piel de oveja con la lana hacia arriba para evitar la humedad.
En Apodaca (A) el jergón se hacía rellenando un saco de tela con hojas de maíz, que se quemaban cuando se manchaban de orina; si la tela era buena ponían encima un hule.
En Zeanuri (B) se confeccionaba el jergón con perfolla fina de maíz, kunerako lastamarragea artorri politenakaz eta arinenakaz egiten zan etzean. Se colocaba en el fondo de la cuna y para protegerlo de la orina se cubría con un trozo de hule viejo. También la almohada era de confección casera; para ello se rellenaba un saquito de tela con plumas menudas de gallina, ollalumak. Las sábanas y las mantas se confeccionaban utilizando las partes menos deterioradas de ropas de cama viejas que hubiese en casa.
En Goizueta (N) el jergón, lastaira, se hacía con un saco que se ponía a cocer en agua con lejía para que quedara blanco, fino y suave y que se rellenaba con perfolla de panojas de maíz, zurikinak; encima se ponía un colchón de lana, un par de sábanas y una manta o col-chilla de lana. En Zeberio (B) la cuna llevaba un colchón, lastamarra, hecho de kapaxak, hojas de mazorca; por encima un colchoncito de lana y luego las sábanas y la colchilla. En Aoiz (N) la persona encuestada más anciana (1900) recuerda que "la cuna la solía vestir la madrina".
En Berganzo (A), Abadiano, AmorebietaEtxano y Muskiz (B) el colchón de la cuna estaba hecho con brácteas secas de panoja de maíz, lastomarragie (Abadiano), en Muskiz también los había de lana y pluma.
En Bidegoian y Elosua (G) era de lana y las sábanas bajera y encimera y la almohada de tela blanca.
En Moreda (A) también de lana y además se ponían un par de sábanas, una manta y una colcha. La ropa de la cuna se hacía en casa. A veces el chasis era de corcho y el colchón de espuma para que absorbiera la humedad. Igualmente se usaban unos plásticos que se colocaban encima del colchón para que no pasara la orina.