Elaboración de platos y servicio

En los banquetes organizados en el hogar familiar eran las mujeres de la casa las encargadas de la elaboración de los platos. Si el número de invitados era muy abultado necesitaban de la ayuda de otras mujeres. Eran las vecinas las que colaboraban en estos trabajos, que en ocasiones acudían a ofrecer sus servicios la víspera de la ceremonia (Lekunberri-BN). También podían ser las amigas de la novia las que se dedicaran a estos menesteres (Beasain-G).

Por regla general las mujeres de la casa dejaban la comida más o menos cocinada antes de ir a la iglesia para la ceremonia y a partir de ese momento las vecinas se hacían cargo de su preparación (Amézaga de Zuya, Mendiola, Moreda-A; Urduliz-B).

Era también común que los familiares contrataran los servicios de una mujer del lugar, generalmente profesional del oficio, habituada a cocinar para mucha gente (Durango, Zeanuri-B; Lekunberri-BN; Hazparne-L; Barkoxe-Z). En Lezaun (N) la llamaban "guisandera".

Solían servir la mesa las vecinas o los familiares, pero no los directamente afectados por la celebración. En los casos en que los banquetes se prolongaran durante días, a partir del segundo podía ser la misma recién casada la que servía la comida, y el recién casado el encargado del vino (Donoztiri, Lekunberri-BN). En Baztan (N), por ejemplo, se recoge que la recién casada servía el tercer día la comida a los primeros vecinos, las cocineras y la servidumbre, que eran los que habían ayudado en el primer día de los banquetes. Este hecho se repetirá continuamente en muchas localidades de Vasconia, ligado a las comidas de tornaboda.

En Zuberoa era la cocinera traída de fuera la que aportaba también el servicio, un número determinado de camareras, vestidas con delantal blanco.

Como dato curioso, en algunas localidades de Vasconia continental el carpintero se encargaba de servir el vino a los invitados el día del banquete (Lekunberri-BN; Barkoxe-Z).

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