Ofrenda postnupcial
Como ya hemos indicado más arriba, en una amplia zona de Vasconia, el domingo siguiente a la boda, la recién casada hacía una ofrenda funeraria en la sepultura de la familia del esposo. En la práctica consistía en un rito de toma de posesión de la sepultura simbólica, eliz hartzea o sepultura-hartzea, vinculada estrechamente a los cambios de estatus operados en la casa que recibía a un nuevo miembro.
La nueva dueña de la casa, desde este momento, tomaba a su cargo la función de hacer las ofrendas de luces, panes y limosnas sobre la sepultura del hogar que la recibía, encargando oraciones en sufragio de los familiares difuntos. Esta obligación se consignaba en la vida civil mediante capitulaciones según cláusulas que, en vida de los padres, transferían el gobierno de la casa al nuevo matrimonio que en ella se instalaba.
Ese mismo día, y al coincidir temporalmente el ciclo de celebraciones de la boda con este domingo de toma de posesión de la sepultura, solían organizarse banquetes que en muchos lugares denominan "tornaboda", o en zona vascófona etxe-sartzea o etxeko boda. Estos se desarrollaban en un ámbito más limitado, generalmente el de las familias nucleares relacionadas con el matrimonio.
La comida de la tornaboda puede aparecer también relacionada únicamente a la incorporación de un nuevo miembro al hogar. En este caso el banquete postnupcial tiene lugar en la casa del cónyuge adventicio expresando la vinculación de ambas casas.
Hoy en día la significación de la tornaboda se ha desvanecido y la misma denominación ha perdido uso en el área castellanoparlante de Vasconia. Sus nombres euskéricos ezteiak, kontraezteiak, etxeko boda, etxe-sartzea, sarjargia son una muestra de la significación plural que ha tenido este hecho.
En las encuestas realizadas por el Ateneo a principios de siglo, la costumbre de celebrar la tornaboda se registra en las localidades navarras de Aoiz, Castejón, Estella, Falces y Pamplona. Según este estudio en Aoiz tenía lugar a los diez días del casamiento; en Pamplona y Castejón el segundo día de la boda. En Estella era una cena que tenía lugar al regreso del viaje de novios con asistencia de todos los invitados a la boda. En Falces esta cena se celebraba en casa de los padres de la desposada. Era muy bulliciosa y concluía con un baile que duraba hasta la madrugada[1].
En Moreda (A), Urduliz (B) y San Martín de Unx (N), entienden por "tornaboda" la repetición de la comida del día anterior, la de la boda, con el fin de comerse las sobras y con la presencia exclusiva de familiares.
Los informantes de Artajona (N) no conocen el significado de la palabra "tornaboda" pero recuerdan el dicho: "lo que no se da en la boda, tarde en la tornaboda".
- ↑ EAM, 1901 (Arch. CSIC. Barcelona) IIDh10.