Celebración de la confirmación
Antiguamente, según se ha recogido en la mayoría de las localidades encuestadas, apenas se festejaba la confirmación, a veces se tomaba un refrigerio. Recientemente se está difundiendo la costumbre de celebrar el acontecimiento con una merienda o una cena doméstica o en un bar con la participación de los confirmantes que le otorgan la consideración de una fiesta propia.
En otro tiempo, según señalan los informantes de Urduliz (B), la impartición del sacramento de la confirmación tenía lugar en un día laborable y la única diferencia consistía en que los niños en vez de acudir a la escuela iban a la iglesia, aste egun bet ixeten zan, ta eskolara joon bearren elixara jooten giñen. En el Valle de Carranza (B) no se realizaba en casa ninguna celebración especial; a los niños se les compraba ropa nueva. Los informantes de Garde (N) señalan que la fiesta tenía un carácter exclusivamente religioso.
En Artajona (N) ni se hacía ni se hace banquete alguno por este motivo si bien se introduce algún plato especial en el menú ordinario "para que se distinga el día". De forma similar actuaban en Moreda (A) donde en casa se hacía algo extraordinario, mejorando la comida corriente.
En Markina (B) se hacía un pequeño festejo en casa como si se tratara de un bautizo, bautizuan antzera, etxiin zeozer. También en Lezama (B) tras la confirmación se celebraba una comida doméstica especial, con asistencia sólo de los de casa. En Bernedo (A) había un refrigerio.
En Goizueta (N) como el acto religioso tenía lugar por la mañana se celebraba una comida que era obsequio del cura con la colaboración de los confirmantes. En épocas pasadas esta comida llegó a hacerse en la propia casa cural pagando cada uno su parte.
En San Martín de Unx (N) hasta tiempos recientes después de la confirmación se celebraba en la casa parroquial un refrigerio en el que junto a los confirmandos y sus familiares se reunía el arzobispo. A partir de 1991, por iniciativa de los padres, este agasajo tiene lugar en un bar de la localidad.
Actualmente las cosas han cambiado y se observa una tendencia generalizada a celebrar el acto con algún refrigerio o comida.
Así en Bernedo (A) de ordinario el acto transcurre en un día laborable por la tarde y finaliza con la vieja costumbre de agasajar al obispo con un refrigerio al que asisten los familiares y amigos de quienes son confirmados.
En Moreda (A) hoy día se celebra el acto en domingo y después de la ceremonia religiosa, junto al cementerio que se encuentra cerca de la entrada de la iglesia, se reparte un refrigerio a cargo de la parroquia. En Orozko (B) tras el acto religioso los confirmados se reúnen con familiares y amigos en los locales parroquiales para festejar el acto con un refrigerio. También en Telleriarte (G) se hace un piscolabis en la misma parroquia.
En Obanos (N) antiguamente no se celebraba de ninguna forma especial pero hoy día se festeja con un aperitivo, costeado por los padres, en el mesón del pueblo. Acompañan a los confirmantes, el arzobispo y el párroco.
En Urduliz (B) se celebra un pequeño banquete de menores proporciones que el de la primera comunión o el bautizo. Por lo común toman parte en él sólo los de casa y los padrinos del confirmado. En Lezama (B) se acude a cenar en familia ya que la confirmación se celebra generalmente al anochecer. En Aoiz (N) algunas familias organizan en casa una pequeña merienda con tal motivo. En Hondarribia (G) después de la ceremonia religiosa las familias de los confirmados se reúnen en torno a una mesa para degustar una comida especial.
En Bidegoian (G), según los encuestador, se ha introducido una nueva costumbre consistente en que los confirmados celebren el acontecimiento con una cena en el bar de la localidad. En Garde (N) son los confirmantes quienes celebran la merienda. También en Elgoibar (G) y en Sangüesa (N) quienes han recibido la confirmación acostumbran celebrar el acto todos juntos con una comida normal en un restaurante.
En Viana (N) desde hace unos años esta fiesta va adquiriendo cada vez más importancia y la familia celebra el acontecimiento con un banquete y se hacen regalos, cosa que antes no ocurría.