Boda de luto
Durante el periodo en que uno de los contrayentes guardaba luto y mientras éste durase no se celebraba la boda.
Cuando el óbito acaecía fijada ya la fecha de la boda su celebración se retrasaba aunque fuera por un periodo de tiempo más corto que el señalado para el luto. En este caso el número de invitados a la boda era más restringido, asistiendo únicamente los familiares más cercanos; el banquete, si se celebraba, se hacía en la intimidad y sin música. Así se ha constatado en todos los territorios y prácticamente en todas las localidades encuestadas.
En Carranza (B) se señala un caso en el que había fallecido la madre de la novia. Se celebró la ceremonia religiosa y acto seguido los novios marcharon de viaje sin que tuviera lugar el banquete de bodas; los componentes de la familia de la novia se retiraron a sus casas. Por su parte el padre del novio ofreció una comida a sus parientes en una taberna. Se conocen más casos en los que a causa de una defunción tras el casamiento los novios partieron de viaje y sus familiares se retiraron a sus casas.
En Elgoibar (G) los matrimonios en periodo de luto se celebraban a las seis de la mañana y el banquete se sustituía por un desayuno; en Salvatierra (A) dicen que por este motivo se casaban en misa de hora y en Obanos (N) a hora temprana.
En Berastegi (G) por el fallecimiento de los padres la boda se demoraba un año; por los hermanos seis meses; en Nabarniz (B) alrededor de un mes por fallecimiento de un familiar próximo; en Bernedo (A) medio año.
En Aoiz (N) si el fallecimiento de un familiar se produce en fechas cercanas a la boda, puede suponer el aplazamiento de la ceremonia. Sin embargo no es éste el caso más frecuente; más veces se recurre a celebrar la boda en la intimidad y sin música ni baile. Antaño se procedía de la misma forma.
En Moreda (A) los amigos se limitaban a acudir a la iglesia para la celebración del casamiento pero no participaban en el banquete.
En Amézaga de Zuya (A) se decía "si los novios están de luto no hay boda". Este luto se aplicaba sobre todo a los abuelos, padres y hermanos. En Orozko y Durango (B) se decía que "no habían hecho boda porque estaban de luto", dando al término boda el significado de fiesta o celebración suntuosa. En Lezaun y Viana (N) se le llamaba "boda de luto".
En Apodaca (A) si el familiar moría una vez hechas las amonestaciones, la boda se retrasaba algún día; pero si el restaurante estaba ya contratado, los convidados asistían al banquete vestidos de luto; las mujeres de negro y los hombres con brazalete negro y se suprimía la música.
En Beasain y Bidegoian (G), lo mismo que en Abadiano, Muskiz y Urduliz (B) cuando el fallecimiento de un familiar tenía lugar poco tiempo antes de la boda ésta se retrasaba. Pero si faltaban aún uno o dos meses para el casamiento éste se celebraba de luto y en familia, sin invitados ni música. Actualmente se procede de forma similar. También en Iholdi, Donaixti-Ibarre e Ibarla (BN) el fallecimiento de un familiar puede retrasar la celebración del matrimonio. De celebrarse el casamiento tiene lugar en la intimidad.
En Ezkio y Getaria (G) la costumbre fue retrasar la boda ante el óbito de un familiar. Actualmente esta decisión resulta más complicada debido a que la anulación de la reserva del restaurante implica problemas por el elevado número de comensales.
El fallecimiento de un pariente lejano servía también de excusa para suprimir el festejo y evitar el gasto. En Pipaón (A) indican que estar de luto equivalía a no hacer banquete y limitar la invitación a los más allegados. En Berganzo (A) señalan que las restricciones en periodo de luto resultaban "una boda sin gastos".
En Lezama (B), antaño el luto imponía normas estrictas y las celebraciones se limitaban a la ceremonia religiosa y a una comida entre los familiares próximos. Actualmente se procede con menos rigor.
En Durango (B), hoy en día, aunque el periodo de luto haya perdido su antigua fuerza, las muestras de duelo por un familiar próximo recien fallecido se manifiestan demorando la celebración algún tiempo, si ello es posible o suprimiendo la música o el baile del banquete. De todos modos la supresión de una boda por razón de fallecimiento de, un familiar es muy dificil porque los servicios (restaurante, viaje de novios) se contratan con mucha anticipación. Cuando una boda tiene lugar tras la muerte reciente de un familiar los parientes más cercanos al fallecido, sobre todo si son mayores, no asisten al banquete y en éste se suprimen tanto la música como el baile.