Peligros de la lactante. "Coger pelo"
Durante el periodo de lactación la madre tenía mucho cuidado de que no le afectasen enfriamientos a los pechos. En Garde (N) se conocía esta afección como "coger pelo". En Amézaga de Zuya (A) se hacía hincapié en los cuidados que debía tener durante este periodo de tiempo. Sobre todo tenía que evitar coger frío ya que de lo contrario el pecho "se ponía duro" y el niño no podía mamar. Esto es lo que algunos denominaban en el caso de los animales como "entrar el pelo" y que otros también empleaban para las personas. La madre tampoco podía comer cosas frías y de hacerlo muchas de ellas bebían agua caliente. Cuando sentían frío se lavaban los brazos con agua caliente antes de dar de mamar al bebé.
Para evitar este problema algunas tomaban las debidas precauciones desde el embarazo. En Gernika (B) hacia el octavo mes colgaban al cuello un pedazo de coral en la creencia de que así se librarían de las grietas de los pechos y sobre todo del pelo ; las más pobres lo sustituían por una piedrecita redonda[1].
En Gernika y Markina (B) las madres, mientras estaban amamantando a sus hijos, llevaban colgada al cuello una piedra de color caramelo llamada ugatz-arria.
Según Barandiarán uno de los amuletos más utilizados por las mujeres para no sufrir el endurecimiento de los pechos era el llamado zingiñarri. Se trataba de un vidrio rojizo, de forma poliédrica con facetas cuadradas. Le atravesaba por el medio un orificio por el que se pasaba una cuerda mediante la que se colgaba del cuello. Los había de dos tamaños, siendo los mayores de un centímetro y los otros, menos usados, de medio centímetro o algo menos[2].
En Azpeitia (G) para preservar a la puérpera del pelo se le hacía llevar pendiente del cuello un saquito de lienzo con una ramita de perejil o una piedra cuarzosa tallada en numerosas facetas que se vendían en los comercios. Algunas mujeres se colocaban el saquito en la axila[3].
En Amezketa (G) para conseguir que a la mujer que acababa de dar a luz no se le endureciesen los pechos se trituraba ajo con sal y poniendo la mezcla en un pañuelo blanco se tenía en el seno como si fuese una medalla[4].
También resultaba muy penoso que se formasen grietas en los pezones. Tenerlos en este estado, singria ("pecho rajado"), era impedimento para dar el pecho (Hondarribia-G; Allo-N). En Elosua (G) en la década de los sesenta se ablandaba cera con agua templada y con los dedos se le daba forma de caperuza de tal modo que cubriese el pezón, así se evitaba que se endureciese, lo cual resultaba muy doloroso. También se derretía grasa de gallina y se guardaba eri una cajita y antes de dar de mamar al niño se aplicaba. En Oñati (G) llamaban kapelutak a esta especie de pezoneras de cera virgen. En Donibane-Garazi (BN) se derretía igualmente manteca de gallina sin sal y se frotaba con ella los pechos[5].
- ↑ EAM, 1901 (ed. 1990) I, 1, p. 100.
- ↑ José Miguel de BARANDIARAN. "Algunos amuletos del pueblo vasco" in OO.CC. Torno V. Bilbao, 1974, pp. 331-332.
- ↑ EAM, 1901 (ed. 1990) I, 1, p. 354.
- ↑ Resurrección M.ª de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo I. Madrid, 1935, p. 348.
- ↑ Resurrección M.ª de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo I. Madrid, 1935, p. 348.