Baptisterio. Pontea
El lugar propio de la celebración del bautismo ha sido y es la pila bautismal de la iglesia parroquial a la que pertenecen sus padres. La liturgia católica disponía la existencia en el templo del baptisterio o capilla del bautismo. Era un espacio delimitado frecuentemente por medio de una rejería y ornamentado con cuadros o imágenes casi siempre alusivas al bautismo de Cristo en el Jordán y de San Juan Bautista. La pila, de piedra o mármol, estaba tapada frecuentemente con una cubierta de madera que en muchos casos contenía receptáculos para guardar los útiles empleados en el rito. En el muro lateral había una ornacina donde se depositaba el agua bendita bendecida el día de Pascua y los santos óleos y el crisma bendecidos por el obispo el día de Jueves Santo.
El baptisterio se encontraba cerca de la entrada de la iglesia, frecuentemente bajo las escaleras que subían al coro. Es el caso de Amézaga de Zuya, Apodaca, Bernedo, Moreda (A); Durango, Gorozika y Zeberio (B). Este emplazamiento del baptisterio cerca de la puerta de entrada no era arbitrario; encerraba el simbolismo del Bautismo como Sacramento que es puerta de entrada a la Iglesia de Cristo. No faltan casos como el de Lekunberri (N), donde el recinto del baptisterio da al mismo pórtico, elizemittorioa; en tal caso el niño entraba primero al baptisterio y desde allí, una vez bautizado, al templo.
La pila bautismal se llama en Vasconia continental bataiarria (piedra de bautismo); en Bizkaia y Gipuzkoa es más común la denominación Montea (del latín fontem); también se utilizan nombres compuestos como potentzia (ponte+ontzia) en Gorozika (B), y potendeie (ponte+tegia) en Markina (B).
En la conciencia popular se tenía el convencimiento de que los neonatos no podían entrar en el templo hasta no ser cristianos. En Zeberio (B) recuerdan que una familia recibió una reprimenda del sacerdote por introducir al niño en la iglesia antes de ser bautizado. En otros lugares se remarca que parte de la ceremonia del bautismo tenía lugar en el pórtico de la iglesia. En Carranza (B), donde solían llevar a bautizar al niño en domingo, una de las informantes lo relata así: "El bautizo transcurría en el pórtico después de la misa, ya que el niño no podía entrar en la iglesia. Si el cura aún estaba celebrando, aguardaban a que concluyera la ceremonia y saliese de la iglesia. Decía el sacerdote las oraciones propias del bautismo y para introducir al niño hasta la pila bautismal, le rodeaba con la estola". También en Lemoiz, Zeanuri, Zeberio (B) y Salvatierra (A) se mantiene el recuerdo de esa ceremonia externa y la colocación de la estola sobre el niño al acceder al templo. La costumbre de que el sacerdote salga al pórtico perdura en la liturgia actual. Aquí espera la familia con el niño y realiza las primeras ceremonias antes de introducirlo en la iglesia.
En un esfuerzo por aplicar las nuevas normas litúrgicas, en muchas parroquias se han hecho obras para colocar la pila bautismal en un lugar más céntrico, lo que obedece al carácter comunitario que se le da al bautismo. En Apodaca (A) se trasladó a la nave de la iglesia; en Berganzo (A) se colocó en la zona opuesta al altar mayor, en el centro de la nave; en Moreda (A) no quitaron la antigua pila, pero tienen una pila nueva transportable; en Artajona (N), ya en 1970 se colocó la pila junto al altar mayor, práctica seguida en otros muchos templos (Orozko, Zeanuri-B). En Aoiz (N) desde 1978 también se bautiza en el presbiterio; en Obanos (N), en la década de los noventa, se ha administrado algún bautizo en el altar mayor, valiéndose para ello de una jofaina. Debido a la reacción popular se ha vuelto a bautizar en el baptisterio.