Inicio del baile y emparejamiento

De Atlas Etnográfico de Vasconia
Saltar a: navegación, buscar

La forma de comenzar el baile ha sido bastante parecida en todas partes. Las muchachas salían a bailar de dos en dos, neskak neskatara, momento que aprovechaban los chicos para fijarse en las que más les gustaran y solicitarles baile. Se acercaban no solo a las que estuvieran bailando sino también a las que permanecían paradas en derredor charlando. Mozas y mozos se ponían de acuerdo para formar las parejas. Normalmente uno de los participantes deseaba bailar con la persona de su preferencia y el otro transigía o se sacrificaba haciéndolo con la que le tocara en suerte.

La fórmula más común empleada por los chicos para pedir baile era "¿bailamos?" (Durango-B) y en euskera "mesedez?" (Lezama-B). También se han recogido las expresiones "favor" (Moreda-A) y "por favor ¿bailáis?" (Gamboa-A) razón por la que en esta última localidad alavesa a pedir baile se le llamaba "pedir favor".

Si las chicas denegaban la petición, lo que se conocía como "dar calabazas", los mozos probaban mejor suerte acercándose a otra pareja. En Orozko (B) en estos casos las chicas no podían conceder aquella pieza a nuevos pretendientes.

Baile de la jota. Ilarraza (A). Fuente: López de Guereñu, Gerardo. “Calendario alavés” in BSS, XIV (1970). Monográfico.

Otra forma de aproximación de un muchacho a una muchacha era que él hiciera una seña de llamada con el dedo a la chica que estaba sentada con sus amigas, a lo que ella respondía levántandose del banco y yendo a bailar con él o negándose (Valle de Orozko).

En Bermeo (B) se han recogido estilos similares. En las salas de fiestas los chicos pedían baile a las chicas que permanecían sentadas o se incorporaban a uno de los corros que estuviera bailando.

En Lezama (B) los informantes señalan que los chicos en general con picardía se acercaban a solicitar baile a las chicas más atrevidillas, hecho este que avergonzaba y enfadaba a las otras muchachas, mutillek jantzia eskatuten euren normalian neska batzuei, atrebidatxuaguek zirenei. Orrek lotsia eta sarritan be asarria ekarten euen.

Se conocía una modalidad de baile consistente en el relevo de compañero de baile mientras sonaba una misma pieza musical. En Sangüesa (N) era usual cambiar de pareja durante la ejecución del baile siendo las forasteras muy solicitadas[1]. También en Moreda (A) se ha recogido que se podía pedir baile a una chica que estuviera bailando con un mozo y si la joven accedía, se formaba una nueva pareja. En el Valle de Orozko (B) llamaban a esta variante "baile robado" y se practicaba a modo de juego a lo largo de una sola pieza que era anunciada por el músico.


 
  1. En 1914 un grupo de vecinos solicitó del Ayuntamiento que en el baile público se prohibiese el relevo de parejas, dejándose la decisión al Sr. Alcalde. Archivo Municipal de Sangüesa. Libro de Acuerdos, 1914. José Mª SATRUSTEGUI en su obra Comportamiento sexual de los vascos. San Sebastián, 1981, pp. 148-149, describe la costumbre de relevo de pareja en el baile y recoge los casos de prohibición de la misma en las localidades navarras de Estella y Buñuel. En Améscoa (N) quedaba excluida de relevo la muchacha que tuviera novio.