Grandes banquetes
Los matrimonios que se celebraban con banquetes suponían una serie de trabajos y cargas para las familias vinculadas en el matrimonio, sobre todo para la encargada de recibir a los invitados en su domicilio. Había que conseguir todos los alimentos, elaborarlos, habilitar los comedores, servir a los comensales y procurarles, además, el divertimento posterior a los banquetes de bodas. Si las celebraciones tenían una duración de varios días debían, además, ofrecer un lugar de descanso a los familiares e invitados para que pernoctaran.
En este ámbito se desarrollaron también varios ritos en torno a los recién casados, con la participación tanto del grupo de invitados presentes como, a veces, del grupo de los mozos del pueblo.
Con el tiempo la celebración de las bodas ha perdido extensión tanto espacial como temporal, pero, a su vez, ha ido ganando en concentración. La tendencia actual es que todos los rituales se desarrollen en un único banquete de boda, organizado fuera del ámbito doméstico, en algún restaurante alejado por regla general de la localidad de procedencia de los recién casados. Sin embargo el número de invitados al mismo ha crecido inusitadamente, provocando la puesta en práctica de nuevos usos referidos a este grupo amplio de convidados.