Diferencia entre revisiones de «Frecuencia y aceptacion»
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Revisión del 09:08 11 jun 2019
Como ya se ha indicado antes el establecimiento de parejas estables sin que hubiese mediado un contrato matrimonial fue relativamente raro en tiempos pasados. En los últimos años la mentalidad sobre este tipo de uniones se ha modificado siendo mejor aceptadas que antaño y en círculos más jóvenes son asumidas con naturalidad.
Los informantes de algunas localidades no recuerdan la existencia de uniones libres (Berganzo, Pipaón, Ribera Alta A; Lemoiz, Markina-B; Arrasate, Bidegoian-G; HazparneL; Lezaun-N) o al menos no tienen constancia de que hayan abundado (Treviño-A). En Bernedo (A) no había uniones libres pues ni la familia ni la sociedad las toleraban.
En Allo (N) los ajuntamientos han sido siempre repudiados y mal vistos por la mayoría de los vecinos. En Gamboa (A) apenas se han dado casos de uniones libres ya que también estaban muy mal vistas.
En Amézaga de Zuya (A) no se conocían puesto que para vivir con una persona consideraban necesario haberse casado previamente con ella.
En Abadiano (B) antiguamente era muy raro que una pareja conviviera sin estar casada y si se daba el caso era muy criticada.
Al igual que en el adulterio las uniones libres, a pesar de ser responsabilidad de dos, tenían una mayor carga negativa sobre la mujer. En Salvatierra (A) eran juzgadas repulsivas y degradantes por la mayoría y más si cabe en lo que afectaba al integrante femenino de la pareja.
En Artajona (N) los mayores critican duramente las uniones libres. En estos casos las mujeres eran las que salían peor paradas ya que recibían el calificativo de pingos y fulanas.
En algunas localidades se tiene constancia de que a pesar de los condicionamientos sociales han existido de siempre uniones libres, si bien en escaso número.
En Zerain (G) se han dado algunos casos en distintas épocas, con un carácter discreto y siendo admitidas por la sociedad pero sin reconocimiento público del hecho.
En Bermeo (B) se ha conocido su existencia desde tiempos pasados. En un principio solían ser muy comentadas y criticadas en el pueblo pero con el paso del tiempo se olvidaban y dejaban de interesar a la gente.
Actualmente existe entre los jóvenes una actitud más liberal y por parte de los adultos más tolerante, aunque a juzgar por las respuestas obtenidas se aprecia una cierta hipocresía cuando esta situación surge en la propia familia.
En Artajona (N) los jóvenes aún siendo más tolerantes no desean que estas uniones se produzcan entre los miembros de su familia. Son escasas las uniones libres que se han registrado en la localidad y todas ellas han acabado en matrimonio.
En Apodaca (A) es relativamente corriente que los jóvenes hagan vida marital sin estar casados. A las personas mayores no les gusta que vivan así aunque se van acostumbrando. A veces admiten que es normal pero cuando ocurre esta situación en la propia familia se suelen llevar un disgusto.
A pesar de que las uniones libres son aceptadas hoy en día, sigue habiendo diferencias en función de la edad de las personas que las juzgan.
En Hondarribia (G) son las personas mayores las que ven este comportamiento con peor talante, pero en general se admite la cohabitación como algo propio de nuestro tiempo.
En Lezama (B) aunque estas uniones no eran admitidas en tiempos pasados, en la actualidad cada vez se considera más normal que dos personas vivan juntas sin haberse casado. Las gentes de más edad siguen sin aceptarlo pero los más jóvenes lo respetan y lo admiten con naturalidad.
En Aoiz (N) en la actualidad las relaciones libres se ven con otra perspectiva; sin embargo, todavía están mal miradas y no se aceptan totalmente sobre todo por parte de los mayores.
En Abadiano (B) estas situaciones se dan con más frecuencia en la actualidad y están mejor vistas que antaño, pero no están completamente aceptadas.
En Urduliz (B) antaño no se conocían casos de uniones libres, sin embargo, hoy en día son algo cotidiano porque cada vez hay más parejas que viven juntas sin estar casadas. Aunque aún quedan personas conservadoras que ponen objeciones a esta situación, el resto de la población lo ve como algo normal.
En Beasain (G) en tiempos pasados no se conocía este tipo de parejas. Hoy en día la situación es más tolerada pero sigue siendo comentada por unos y criticada por otros como algo malo y anormal.
En Elosua (G) cuando se establece una relación de este tipo se considera una desgracia para la familia. Sin embargo se admite que la mentalidad de los jóvenes haya cambiado.
En Gorozika (B) antaño no estaban bien vistas las uniones libres; hoy en día se aceptan.
En Viana (N) en tiempos pasados las uniones libres se daban en muy pocas ocasiones y a menudo no se sabía muy bien si se trataba de la mencionada relación o de noviazgos eternos. El vecindario las veía con malos ojos por considerarlas un concubinato. Hoy día no causan escándalo y hay algún ejemplo de personas que viven arrejuntadas porque si se casan pierden las pensiones de viudedad.
En Mendiola (A) no han sido frecuentes. En el presente se afronta esta situación con mayor tolerancia pero hasta hace escasos años aparte de estar mal vista era motivo de vergüenza para los padres de las personas que cohabitaban sin estar casadas.
En Durango (B) a pesar de tener una población importante las uniones libres no estaban bien consideradas y eran conocidas las parejas que vivían sin casarse. En la actualidad son bastantes las parejas que conviven sin contraer matrimonio, se suele decir que "viven en pareja". Algunas de ellas, transcurrido un tiempo, formalizan su unión, más por lo civil que por la iglesia.
En Valdegovía (A) son respetadas sin que los implicados reciban un trato diferente a los que deciden formalizar su situación por el juzgado o la iglesia.
En cuanto a la duración de estas uniones ha sido variable, las ha habido vitalicias mientras que otras sólo han perdurado un breve número de años (Mendiola-A). Esto último parece lo más frecuente (Monreal, Obanos-N) pero si se da el caso de que una de estas uniones dure toda la vida suele deberse al hecho de que al no existir contrato que una a las dos partes se preocupan por ganar el cariño de la otra persona por miedo a que se vaya en cualquier momento (Muskiz-B). También hay parejas que tras convivir unos años acaban casándose (Lezama, Urduliz-B).
En caso de ruptura y si hay niños fruto de la unión la situación de la madre suele ser problemática ya que si el padre no reconoce a sus hijos es difícil que la mujer consiga una ayuda económica para su crianza y manutención, aparte de la situación de abandono en que puede quedar (Muskiz-B).