Actividad comercial

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En poblaciones de carácter más urbano se aprecia una disociación entre la planta baja, destinada a labores comerciales o artesanales y la vivienda superior, dedicada a morada, pero pertenecientes a familias distintas.

Locales comerciales en los bajos de las casas. Baiona (L). 2011. Fuente: Michel Duvert, Grupos Etniker Euskalerria.

En Beasain (G) las casas de la zona urbana tienen instalado en sus plantas bajas el comercio de la villa mientras que las altas son utilizadas únicamente como viviendas ya que sus habitantes trabajan fuera de casa. En esta localidad no existen ya, como se ven en otros pueblos, las casas unifamiliares de comerciantes en las que en la planta baja está instalado el comercio familiar o el taller artesano y en la alta su vivienda.

En Amorebieta-Etxano (B) las casas del núcleo urbano están constituidas únicamente por viviendas y sus moradores realizan el trabajo fuera de ellas. Los bajos de estas edificaciones se dedican a locales comerciales y pequeños talleres.

En Portugalete (B) las viviendas están directamente relacionadas con la configuración urbana y comercial de la Villa desde tiempos antiguos, y cumplen dos funciones diferenciadas. La vivienda es de uso residencial y las plantas bajas son utilizadas fundamentalmente como locales comerciales. A finales del siglo XIX existían bajos de casas destinados a fraguas, lagares, caballerizas, bodegas e incluso de uso industrial panadero. En el Muelle Viejo la mayoría de las lonjas eran utilizadas como almacén de materiales relacionados con trabajos de la mar (amarradores, pesca, boteros). Gran parte de los talleres de reparación de calzado estaban ubicados en portales. A mediados de la década de los ochenta aunque ya casi desaparecidos, aún quedaba alguno.

En tiempos pasados era habitual, sin embargo, que la tienda y la vivienda situada sobre ella perteneciesen a las mismas personas.

En esta misma villa de Portugalete había y aún en las últimas décadas existen en uso, algunos locales comerciales que tenían comunicación directa con la vivienda familiar; incluso los dependientes contratados en los comercios se hospedaban en la misma vivienda que los patronos.