Decoración interior
Hasta aquí todos los datos recopilados hacen referencia a la ornamentación exterior de la casa. En este apartado recogemos la decoración interior pero realizamos una revisión somera ya que cada uno de los elementos susceptibles de ornamentación es tratado en los apartados correspondientes de los distintos capítulos. A diferencia de lo visto, los informantes hablan de pequeños detalles que han mejorado el aspecto interior de las viviendas más que de adornos ostentosos.
En cuanto a los tabiques y la cara interna de las paredes, con carácter general se puede afirmar que inicialmente se revocaban con arena y cal o yeso y después se encalaban. Para ello se compraba cal viva que se mataba con agua y se aplicaba sobre la superficie con la ayuda de una brocha. A veces se teñía levemente de azul añadiendo añil a la cal ya diluida. Era común que este trabajo se realizase en todas las dependencias de la casa destinadas a vivienda humana y también en las escaleras de acceso a la primera planta y en el vestíbulo si estaba en la planta baja. Las paredes del camarote no solían encalarse y por lo general tampoco las de la cuadra aunque con posterioridad estas últimas se blanquearon pero por cuestiones higiénicas. También se encalaban los techos de las habitaciones, a veces aplicando directamente la cal sobre tablas y vigas.
Con posterioridad los tabiques de la vivienda se pasaron a empapelar. El papel pintado cubría todas las estancias excepto la cocina y los baños, que han solido estar alicatados con azulejos. Esta moda perduró un tiempo hasta que de nuevo se recuperó la de pintarlos, en principio utilizando pinturas blancas y con posterioridad otras de variados colores. También es posible encontrar tabiques en los que se combina pintura y papel pintado.
Con un fin decorativo, en el vestíbulo de entrada y en el pasillo se cuelgan a veces de las paredes los aperos y las herramientas de trabajo que se utilizaron en la casa en tiempos pasados. En cuanto a los techos antaño la mejora de los de las estancias habitadas fue en general de una gran sencillez y consistió en el encalado de las superficies cubiertas con yeso y a veces de la propia madera. También se buscaba resaltar el contraste entre las vigas de madera y las zonas intermedias abovedadas en la zona del territorio donde se estilaba este modo de construcción.
Sí que han tenido un fin claramente estético los adornos de escayola aplicados en el perímetro de los techos o en torno a las lámparas.
También es puramente un adorno la imitación que se hace en la actualidad en las modernas casas de campo construidas íntegramente con hormigón, de vigas de madera en los techos, ya que no cumplen ninguna función de sustentación, sino que tan sólo tratan de asemejarse a los antiguos techos por considerarse a la madera como un material noble y de alto valor ornamental.
En cuanto a los suelos, su naturaleza ha variado dependiendo de las zonas geográficas y por lo tanto de las distintas formas de construcción. Han sido muy apreciados los suelos de madera que inicialmente se enceraban y después se pasaron a barnizar. Hoy en día en que el uso del hormigón es general en pisos de zonas urbanas e incluso en casas rurales restauradas, la tendencia más generalizada es a colocar tarimas de madera.
Otros elementos susceptibles de ornamentación y que forman parte de la estructura interna de una casa han sido las puertas de las distintas estancias, las escaleras y las barandillas de las mismas. En estos casos la diversidad oscila entre aquellas que simplemente cumplen su función y las que muestran adornos notables y están fabricadas con materiales de buena calidad.
Añadir finalmente que a lo largo de este tomo se trata la decoración de comedores, salas de estar, habitaciones y entradas de la casa para lo cual se ha recurrido a cuadros, fotografías, imágenes, ajuar ya en desuso o aperos simples que con el paso de los tiempos han perdido su función original.