Huecos

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Los huecos que presentan las casas se pueden clasificar en dos grupos, los de las paredes y los situados en la cubierta. En este capítulo abordamos los primeros, es decir, puertas, ventanas y balcones. Los segundos, chimeneas y buhardas, se estudian en el capítulo dedicado al tejado.

A lo largo de los siguientes apartados se recogerá la abundante terminología referente a los distintos tipos de huecos. Citamos a continuación algún listado a modo de ejemplo.

En Sara (L) los huecos de las paredes son ate, puerta; leiho, ventana; xirritu, saetera; tranpa, que es una puerta ancha que se abre en un muro sobre el primer piso y que era por donde se introducían en el desván el heno y la paja que se traían en carros. La hoja o armazón de madera que cierra el hueco de la puerta se llama ate y la que cierra tan sólo la cuarta parte del hueco es ate erdi. El marco de la puerta se llama ate-uztarri; el de la ventana, leyo-uztarri; el dintel, barnestalki. Cuando la puerta tiene marco de piedra tallada y termina en arco se llama arte-arku y la piedra clave del arco tiene dos nombres: ernaltzeri y gako.

En Uharte-Hiri (BN) la abertura y el batiente de la puerta reciben el nombre de borta; los de la ventana, leihoa. El marco de la ventana se llama leho-etxea y los cristales de la misma bitriazazizak. Las jambas de la puerta se llaman borta-etxea. El balcón con una rampa saliente que se ve en la fachada principal de algunas casas se llama galeria.

En Liginaga (Z) los huecos de las paredes son: borta, puerta; leihua, ventana; y lukena, estrecho lucero o saetera que se ve en los rediles. Las hojas de las ventanas que se abren hacia fuera se llaman kontrabenta, y las que lo hacen para dentro (generalmente de cristal) bitria.

En Itziar (G) los huecos de la casa son: atia, la puerta; leioa, la ventana; leiatilla, la saetera; balkoia, el balcón (raro); markuak, las jambas; y kabezala, el dintel.

En Ezkio-Itsaso (G) el portal se llama atari; la piedra del umbral, atalarri; el dintel, atalburu; y las piedras sobre las cuales descansan las jambas, brinbelarri.

En Andoain (G) la puerta, atia; la cerraja, serralla; la llave, giltza; la tarabilla, maratilla. Atala era una madera bastante recia (tranca) que servía para cerrar la puerta apoyándola en la pared o en el techo según conveniese. Los marcos de la puerta ate-markuak; las maderas que se ponían encima del dintel de las puertas o ventanas, al construir la pared, reciben el nombre de zapata; la ventana, leioa.

En Markinez (A) el portal no tiene otro nombre; el dintel se llama así o sobrepuerta; el umbral, mimbral; las jambas se conocen con este nombre y sus piezas esconces, agujas y trancones; al madero que va paralelo al dintel se le llama cargadero.

En Apellániz (A) algunos elementos de la puerta son el cabezal o madera que forma el dintel; mimbral, umbral; arpones, tubos donde encajan los pernios; sortija, anillo de hierro en el eje de madera; zarrapo, chapa de hierro cuadrada con un agujero central, depositada en el suelo, donde entra y gira el palo vertical de la puerta; crisquete, picaporte de las puertas interiores; y gatera, orificio para la circulación de gatos y gallinas.

Normalmente los recercos de puertas y ventanas se han realizado con buenas piedras, a menudo labradas. Éstas, junto con las de los esquinales, han solido ser las más trabajadas de la casa.

Recerco de puerta, ventanas y esquinales de piedras labradas. Kortezubi (B), 2011. Fuente: Segundo Oar-Arteta, Grupos Etniker Euskalerria.

En Moreda (A) las piedras buenas de los laterales de puertas y ventanas se llaman mochetas; cabezales son las de arriba y alféizares las de abajo en el caso de las ventanas; en las puertas la piedra inferior se denomina umbral.

En Busturia (B) frecuentemente se usa sillería en los marcos de los huecos. Excepcionalmente se encuentran ventanas y puertas con arco ojival, por ejemplo en una torre y en la pared sur de un caserío.

En Berganzo (A) los huecos que aparecen en las fachadas están realizados en cantería rústica labrada tanto si se emplea la toba como si se usan variedades más sencillas.

En Monreal (N) el exterior de las ventanas, de la puerta principal y de las esquinas de las casas se resaltaban mediante piedras revocadas de diferente color.

No siempre se han utilizado estos materiales, pero a menudo los recercos destacan del resto de las paredes. Por ejemplo en Bermeo (B) si la pared es de piedra los huecos se delimitan con arenisca, mientras que si es de ladrillo, entonces se recurre a la madera.

En cuanto a los materiales de puertas y ventanas en tiempos pasados el único disponible fue la madera. Quienes habitualmente la trabajaron fueron los carpinteros locales.

En San Martín de Unx (N) puertas y ventanas se hacían todas a mano. El material era la madera de chopo, que se aserraba por serradores venidos de Cantabria o de Asturias. Se reunían en la chopera, construían una plataforma de unos 2,50 m y colocándose un hombre arriba y otro abajo, aserraban la madera con unos tronzadores especiales.

El sistema de sujeción de puertas y ventanas a sus respectivos marcos, ha consistido en bisagras de varios tipos.

Algunos edificios cuentan con enrejados en las ventanas a modo de protección, y en la mayoría de ellos, salvo en raras excepciones, están en la planta baja.

En cuanto a los sistemas de oscurecimiento de las ventanas y de las puertas de acceso a los balcones han sido variados: el más antiguo, presente de una forma constante, es el de las contraventanas, tanto empaneladas (de rejilla) como entabladas. Las persianas, que con el tiempo han ido evolucionando, aparecieron más tardíamente, comprobándose el uso de las de esterilla, madera y plástico. Las persianas, además de oscurecer las estancias, protegen de la acción del sol y de la lluvia, al igual que las contraventanas exteriores.