Inscripciones
Las inscripciones suelen situarse en los dinteles de las puertas de acceso principal. Las más importantes son las que hacen referencia al nombre de la casa, al año de construcción y al nombre de quien la levantó o la restauró.
Así se ha constatado en Busturia (B) donde en una de las paredes del palacio de Txirapozu, en la piedra arenisca, dice: “La antigua casa de chyrapozu / echa de nueba planta por su (una flor) / Don Manuel de Chirapozu / y Urryiolabeytya año de 1793 (una flor)”. O en Eugi (N) donde se recoge este ejemplo: “Esta casa hizo hacer / Adan Joseph de Elizaga / Año 1754”.
En Urepele (BN) algunas casas tienen inscripciones sobre la puerta principal, como en Inharabia y en Intxabia. Sobre el arco rebajado de la puerta de la vieja Inharabia hay una piedra que tiene esta inscripción grabada:
- PAR GRATIAN
- DINHARABIE
- CVRE DE BUSTI
- NCE 1767
En la nueva de Inharabia hay también una piedra con esta inscripción:
- INHARABIACO
- ETCHEBERRIA
- EGUINA
- 1846
Sobre el arco de la puerta de Intxabia se halla ésta:
- JOANNES ERNAULT
- ETA MARIA NAR
- BAIZ, INCHABICO
- LICHITIMOEC
- EGUINA 1851.
En ocasiones no aparecen los tres datos sino sólo dos. Así, en Monreal (N) los edificios más antiguos cuentan con inscripciones en el dintel o en la dovela central del arco de la puerta principal que hacen referencia al nombre de la casa o a la fecha de su construcción; en Aurizberri (N) son frecuentes las inscripciones en el dintel de la puerta principal que indican la fecha de la construcción o de la reedificación y a veces el nombre de la casa; mientras que en Obanos (N) muestran fecha y nombre de quien la mandó levantar y en Bedarona (B) las de reciente construcción tienen fecha de construcción y nombre del constructor.
En Busturia (B) en la fachada principal del caserío Amunategi, en una piedra arenisca se puede leer: “La antigua casa de Amunategui Mayor se edificó de nueva planta, año 1835”.
En Markinez (A) sobre el balcón de la fachada de una casa aparece la inscripción: “J.M.J.Ave Maria Purissima-Sin pecado concebidaMartin y Dioniº de Uriarte: Año de 1775”. Sobre la puerta principal de otra casa: “Puerta del Sol-Año de 1850-N.8”. Y en otra se lee: “Se hizo esta obra año de 1815” y debajo el anagrama de VICTOR.
En Goizueta (N), donde son varias las casas con inscripciones y escudos, en Martitzenea, en una piedra caliza muy trabajada, se podía leer la siguiente inscripción:
- INRI
- FILII DAVID MISERERE MEI
- IN MANUS TUAS DOMINE CONMENDO
- SPIRITUM MEUM
- REDIMISTI ME DOMINE DEUS VERITATIS
- JOAN MARTINEZ DE IBERO AÑO 1671
Sin embargo, lo más frecuente ha sido que aparezca uno solo de los datos, el más habitual el que hace referencia al año de construcción (Apodaca-A, Busturia, Valle de Carranza-B). Así, en Moreda (A) media docena de casas lo poseen grabado en sus fachadas: todas son del siglo XIX y la fecha la llevan debajo de las ventanas o encima de los balcones. En Ataun (G) varias casas lo muestran en el dintel de la puerta principal. En Mélida (N) también sobre las puertas principales, aunque no son muchas. En Lesaka (N) en los años veinte alguna en el dintel de la puerta, en todo caso, de vez en cuando se veía la fecha de construcción en una de las vigas de la fachada o encima de la puerta. En Sangüesa (N) el palacio de los Íñiguez Abarca exhibe en una tarja, encima del dintel de la puerta, el año en que se erigió: 1601.
En Ataun (G) en el segundo decenio del siglo XX aunque era rara la casa que ostentase en su portada alguna inscripción, en la piedra del dintel de la puerta de Arinetxeberri, que era del tipo Zubiaurre muy evolucionado, se veía la fecha de su construcción que era el año 1777. En Ermentarietxe, que era del tipo Zubiaurre más neto, ponía el año 1635.
Arin Dorronsoro también en esa época recogió en esta misma población que efectivamente eran pocas las casas que ostentaban alguna señal en el dintel de la puerta y que las que la tenían estaban junto a la carretera. En algunas aparecía la fecha de la fundación o de la reedificación, y en Berrain, Bidebieta, Kerejetaenea y Dominika-enea se leía la inscripción de sus respectivos nombres. En Juanenea aparecía esta otra: “D. Juanane Aundia 1735an eguiña Andres Goicoecheac. 1852en erreta ostera 1865an eguin zuan Jose Francisco Urdangarin apaiz jaunak” (D. Juanane Aundia construido en 1735 por Andrés Goicoechea. Quemada en 1852, la reedificó en 1865 el señor sacerdote José Francisco Urdangarin). (En 1735 fue reedificada ya que la primitiva existía el año 1635).
En Zeanuri (B) varias casas ostentan la fecha de su edificación y en Aranguren hay un escudo con la siguiente inscripción: “Pº. Abad de Aranguren, comisario del Santo Oficio, Cura beneficiado de Santa María de Ceanuri y de San Bartolomé de Villaro. Hijo de esta casa y solar de Aranguren edificó la delantera y obra de cantería... y se acabó en el año del 1648”. En Urkioste hay otra inscripción que hace mención de don Leonardo de Zuluaga, nacido en aquella casa el año 1806, que, dice, llegó a ser el primer terrateniente del mundo.
El otro tipo de inscripción común es el del nombre de la casa.
En Astigarraga (G) en el barrio de Ergobia casi todos los caseríos llevan su nombre en la fachada principal, hecho que se repite en otros edificios de la localidad.
En Berastegi (G) la mayoría de los caseríos tienen sobre el dintel o en la fachada principal un rótulo en madera con el nombre de la casa. El caserío Jauregi, que ya existía en el siglo XIV, presenta una inscripción de carácter gótico.
En Gorozika (B) sólo se ve en algunas casas y en Andraka (B) un par de caseríos tienen en el hastial una placa metálica con el nombre.
En Bermeo (B) en varios caseríos de Alboniga hay una losa con el nombre y algunos datos del edificio, que se colocaron en el siglo XIX cuando se hizo el catastro.
En Beasain (G) en algunos casos, muy pocos, se ha puesto el nombre al remozarlos recientemente, bien sea pintado sobre el dintel o tallado en una madera con cierto estilo artístico y colocada sobre la puerta principal.
Otro tipo de inscripciones son las que hacen referencia a la dedicación de sus moradores.
En Valdegovía (A) aparecen en el dintel de la puerta principal y están relacionadas con la profesión, gremio o asociación.
En Busturia (B) en la casa Oñarte-errota, en la parte superior de la puerta principal, se halla una en euskera grabada sobre piedra caliza. En los ángulos superiores hay dos pájaros y en los inferiores flores:
- 1800 J M E G.n URTEAN
- Errota eder edo bolua / Oñarteco dacutsuna / Bolucua jaun vere javyac / barrya onian eguinda.
- (Molino hermoso, el que ves de Oñarte / su amo el señor Bolucua, hecho de nueva planta).
En la misma casa en la parte superior, bajo un balcón (la casa en un principio tenía el tejado a esa altura mientras que en la actualidad han levantado un piso más) tiene una inscripción en castellano, bastante borrosa, que parece ser una traducción de la anterior. El tipo de letra es el mismo y se sitúa igualmente sobre piedra caliza: “De Oinarte Bolucua el dueño erygio de aquesta suerte...”.
En algunas casas y en otros edificios se han encontrado inscripciones de tipo moralizante.
En Viana (N) se han conservado algunas que probablemente se grabaron al terminar las misiones, en los siglos XVII y XVIII. Una es: “En la casa del que jura no faltará desventura”. Esta inscripción se repite en tres lugares distintos, en la cabecera de la iglesia de San Pedro, en una casa de la calle San Felices y en un pilastrón exterior de la iglesia de Santa María. Se colocaba en lugares bien visibles y concurridos. Otras: “La maldición de la madre abrasa, destruye de raíz hijos y casa” y “De toda palabra ociosa darán todos cuenta rigurosa. Mattheo, ver. 36, Ave María”, junto a la puerta del cementerio parroquial de San Pedro.
En Aoiz (N) se encuentra en un escudo la última de las sentencias de Viana; en la clave de un portalón se lee: “OH, QUÉ MUCHO LO DE ALLÁ. OH, QUÉ POCO LO DE ACÁ” y en un sillar debajo de una ventana, la de la maldición de la madre citada también en Viana.
En Murchante (N) sobre la puerta del zaguán de la entrada se podía ver un cuadro con una inscripción cuya finalidad más que decorativa era de aviso. Solían ser citas de este tipo: “Esta casa es cristiana. En ella no se murmura del prójimo ni se habla de cosas indecorosas” o “Si buscas del prójimo murmurar, márchate de esta casa o sábete callar”. Este tipo de cuadros desaparecieron en los años cuarenta.
Asimismo aparecen en algunas casas las marcas de los canteros que las levantaron. Se ha constatado en Moreda (A), donde dos casas poseen en sus esquinas sendos rebajes que indican las marcas o señales del cantero que las construyó.
Conviene tener en cuenta que, al igual que ocurre con los escudos, las piedras con inscripciones se han reaprovechado al reconstruir una casa o al levantarla de nuevo por su valor ornamental.
De naturaleza distinta a las recogidas con anterioridad son las inscripciones conmemorativas. Pero éstas suelen ubicarse en edificios públicos o bien en casas particulares en las que se da la circunstancia de que nació o habitó un personaje célebre.