El dormitorio como estancia

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En algunas encuestas figuran ciertas consideraciones sobre la propias estancias destinadas a dormitorios que son generalizables a otras localidades. Así en Abezia y el Valle de Zuia (A) se ha recogido que el suelo de las habitaciones era, normalmente, de anchas tablas de roble; también de nogal oscuro en algunos lugares como Murgia (A), y el techo abovedado, quedando los cuarterones de roble oscuro a la vista. Dicen que las habitaciones principales se modernizaron con la llegada de los veraneantes en el primer tercio del siglo XX y se revistieron de cielo raso. Según señalan en Abezia, las habitaciones no siempre disponían de ventana y si la tenían era pequeña y contaba con un ventanillo o contraventana interior, en este último caso la habitación recibía el nombre de alcoba. En muchos casos se accedía a la alcoba a través de otras habitaciones o cuartos. Las dependencias, en lugar de por puertas como hoy día, estaban separadas por cortinas.

En Orexa (G) se ha constatado algo similar ya que en otro tiempo dormitorio tenían los matrimonios, los demás dormían en alcobas, que a menudo se organizaban en salas que se separaban unas de otras mediante telas blancas o cortinas. En muchas casas de la entrada se pasaba a la sala y a continuación a la alcoba. En Aintzioa y Orondritz (N) se ha recogido que la mayor parte de los dormitorios poseen ventanas, pero todavía se encuentran algunas casas con dormitorios ciegos, llamados alcobas. Las paredes interiores de los dormitorios suelen pintarse y si bien ahora predomina el blanco hace unos años se aplicaba colamina de colores (azul, amarillo, verde).

En Allo (N) era habitual que las habitaciones tuvieran paso de unas a otras, aun en las casas ricas. Era muy frecuente que hubiera una habitación principal con alcobas, a menudo éstas sin luz a ambos lados. En el suelo, estera de esparto. Las casas grandes tenían además alguna alcoba aislada de la sala por una puerta o cortina abatible, destinada a dormitorio de huéspedes y con un mobiliario sobrio: una cama con su mesilla de noche y poco más. También en Lezaun (N) se ha consignado que las alcobas se cerraban con cortinas y en Agurain (A) para cierre de la entrada a la alcoba se prefieren cortinones transparentes. En Obanos (N) las ventanas de los dormitorios en general son pequeñas, antes era frecuente encontrar las llamadas alcobas o dormitorios interiores sin luz directa, que han ido desapareciendo.

En Añana (A) se ha señalado que al principio las habitaciones eran altas y luego se bajaron los techos, se quitaron las alcobillas y se pusieron los cielos rasos.

En Gorozika (B) antaño, los dormitorios y las otras dependencias del caserío solían estar encalados por dentro y se blanqueaban una vez al año para las fiestas patronales; después se puso de moda empapelar las estancias.

En Lezama (B), antaño, los caseríos solían estar encalados por dentro y después se puso de moda empapelar las habitaciones. En Beasain (G) hoy día, en los dormitorios de los matrimonios jóvenes se ven muebles modernos de fabricación industrial y las paredes empapeladas.