Imágenes religiosas
Ha sido bastante común que el comedor estuviera presidido por un cuadro o la representación en relieve, en metal o en cerámica, de la Última Cena o Santa Cena, que reproduce el conocido cuadro de Leonardo da Vinci. Así se ha constatado en las localidades de Apodaca, Moreda (A); Bedarona, Durango, Portugalete, Trapagaran (B); Astigarraga, Beasain, Hondarribia, Oñati (G); Obanos, San Martín de Unx y Sangüesa (N).
Otra imagen frecuente en el comedor de casi todas las casas, salvo en las de reciente construcción ocupadas por jóvenes, es la del Sagrado Corazón sedente entronizado, sobre una peana, a veces sobre un fondo de terciopelo rojo. Así se ha recogido en Apodaca (A); Durango (B); Aoiz, Artajona, Eugi, Izal, Obanos, San Martín de Unx y Sangüesa (N). En Viana (N) señalan que fue a principios del siglo XX cuando se introdujo la costumbre de entronizar en las casas la imagen del Sagrado Corazón de Jesús por el sacerdote en una ceremonia especial, que luego posada sobre un trono se colocaba en el comedor; en Allo y en Lezaun (N) recuerdan que se introdujo más tarde, después de la Guerra Civil, hacia los años cuarenta. En Luzaide/Valcarlos (N) suele presidir el comedor y, en su defecto, se coloca en la sala central o paso del primer piso. En Eugi dicen que en ocasiones se ha trasladado al cuarto de estar y en algunos casos, los menos, la imagen se encuentra de pie. En Portugalete (B) señalan que podía también colocarse un cuadro del Sagrado Corazón. En Bernedo (A) suele haber un cuadro con un motivo religioso generalmente. En Moreda (A) podía encontrarse una imagen de la Inmaculada.
En otras localidades, principalmente en viviendas de núcleos urbanos, la costumbre era que la imagen del Sagrado Corazón estuviera en el vestíbulo. Así se ha constatado en Bermeo (B), donde en casi todas las casas, cerca de la entrada, hay una imagen del Sagrado Corazón sobre un soporte a unos dos metros de altura del suelo. Suele tener una lámpara roja que está continuamente encendida.
En Apodaca (A) y en Astigarraga (G), además, en una peana o encima de una cómoda se exhibía una pequeña estatua de escayola de alguna Virgen o santo al que la familia tuviera especial devoción, con sendos candelabros y floreros, generalmente rellenos con flores de papel o de tela. En Astigarraga puntualizan que la presencia de imágenes religiosas en el comedor no era tan frecuente como en otras estancias. En Amorebieta-Etxano (B) en una de las paredes de la sala se tenía un cuadro pequeño de la Virgen del Carmen, del Beato Valentín de Berrio-Otxoa (hoy santo) o también un cuadro o imagen pequeña de la Virgen de Lourdes o de Fátima.
En San Martín de Unx (N) además de la imagen del Sagrado Corazón que las familias entronizaban en sus hogares, había imágenes religiosas en las casas y cada una tenía su devoción, entre ellas la de la Virgen de Ujué, santa María del Pópulo, santa Zita, santa Bárbara, santa Ana, antigua patrona del pueblo, y san Martín. Otras Vírgenes veneradas eran las de Arantzazu, Lourdes y Fátima. En Mélida (N) las paredes del comedor se decoraban con cuadros de amplios marcos de madera que representan paisajes, escenas de la Biblia o con espejos.
Además de en la sala o comedor y en la cocina, en algunas localidades ha habido costumbre de tener imágenes religiosas en otros lugares de la vivienda. Así en Abezia, Berganzo, Valdegovía (A); Bermeo (B); Lezaun, Obanos y Luzaide/Valcarlos (N) se ha recogido que en diferentes dependencias de la casa solían colgarse cuadros de santos, de la Virgen y algún crucifijo o rosario.
En Aoiz y en Sangüesa (N), en el pasillo o en el recibidor de la casa siguen viéndose las “Ave María” de cerámica. Las más antiguas, del primer tercio del siglo XX, constaban de la cara y busto de la Virgen embutidos en una especie de venera o arco de medio punto. Las más modernas, de los años cincuenta en adelante, carecen de arco. En algunos casos, junto o debajo de ellas, hay una repisa para poner flores y, a los lados, farolillos de luz. En Moreda (A) en los pasillos de la casa solía haber imágenes religiosas hechas en escayola o yeso, las más populares han sido las del Sagrado Corazón de Jesús y la Purísima Concepción. En las casas de Elgoibar (G) la imagen que más abundaba era la del Sagrado Corazón. En Durango (B), en la entrada en algunas casas tenían la imagen del Corazón de María.
En Astigarraga (G) se ha recogido que algunas mujeres que por matrimonio se trasladaban a vivir a otro lugar, en la nueva casa solían tener una imagen de su localidad de origen de la que eran devotas, que coincidía a veces con la patrona del santuario en el que se casaron.