Muros exteriores. Fachada
Como quiera que lo que se ve de una casa es su exterior, tanto en tiempos pasados como en la actualidad cuando se moderniza, se concede una gran importancia a arreglar la fachada y el tejado.
Como ya se ha indicado en los párrafos anteriores, la existencia de ornamentos en las fachadas, al menos en tiempos pasados, estuvo limitada a las casas más destacadas.
Así, en Añana (A) sólo se constatan elementos decorativos en las casas más importantes o palaciegas de la villa, en el resto son inexistentes o aparecen rara vez.
En Artajona (N) apenas hay motivos decorativos en las casas normales. Alguna noble tiene la gran fachada de sillería, con impostas de separación en los dos pisos y rejería en los cuatro ventanales de la planta baja. Otras presentan almohadillado en las esquinas. Las fachadas de los edificios con mampostería estuvieron antiguamente lucidas con mortero y encaladas. Desaparecido el lucido, los muros muestran sus mampuestos produciendo sensación de abandono. Apenas se ven casas encaladas en el casco urbano, a excepción de las más modernas.
En Luzaide/Valcarlos (N) la fachada es lisa y blanca, sin ninguna ornamentación, solamente en las casas de las familias más distinguidas en su tiempo aparece en la fachada la piedra labrada pero en ningún caso llega a cubrir todo el lienzo de la pared.