Escaleras de viviendas urbanas

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Las escaleras descritas hasta aquí pertenecen a casas individuales. Pero cuando tratamos las de los edificios de villas y áreas urbanas, encontramos que estos espacios pasan a ser comunes. Esto supuso que eran un lugar de encuentro de los vecinos que habitaban el edificio. Además su limpieza debía efectuarse por turnos y a veces por tramos siguiendo también un turno entre los moradores de cada planta.

Inicialmente estas escaleras eran de madera, después de hormigón forrado con madera y más tarde de terrazo y otros materiales similares, lo que no obsta para que en las construcciones antiguas pervivan las de madera.

También se observan diferencias en cuanto a su construcción. Hoy en día ocupan una parte central en el edificio de tal modo que su trazado, aunque siguiendo líneas rectas de descansillo a descansillo, asciende describiendo una espiral con un hueco central, a menudo con ventanas en uno de los laterales que dan al exterior o a un patio central, permitiendo así su iluminación. Sin embargo, antaño el ascenso solía realizarse por un lateral y en línea recta, con los necesarios rellanos para acceder a las viviendas.

Así, en Andoain (G), en los edificios de la calle, la escalera es una y va desde el primer peldaño hasta el último, aunque con diversos descansillos entre los pisos.

Escalera de trazado recto en edificio urbano. Petit Bayonne (Baiona-L). Fuente: Michel Duvert, Grupos Etniker Euskalerria.

En Durango (B) son de madera y ascienden contra el muro medianil siempre en línea recta, es decir, desde el acceso de la fachada que da a la calle suben hasta el primer piso y continúan en la misma dirección hasta los pisos segundo y tercero si los hubiera. De este modo a medida que ascendemos, la puerta de cada vivienda está más alejada de la fachada principal y más cercana a la posterior.

Hoy en día con la generalización de los ascensores en los nuevos edificios de pisos y su instalación en los antiguos que carecían de ellos, la función social de la escalera se ha reducido. Es habitual que los vecinos bajen en el ascensor hasta el garaje, donde tienen aparcado el coche, y que al regresar realicen el recorrido inverso reduciendo así las posibilidades de encontrarse con otro vecino. La limpieza de la escalera y del portal suele encargarse a una empresa a la que se contrata a cambio de una cantidad que pagan entre todos.