Delimitación del concepto de casa y denominaciones

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Barandiaran, al acabar el segundo decenio del s. XX, escribió que la casa rural ha sido una institución formada por el edificio, por sus tierras, por sus moradores y por la tradición, es decir, por esa urdimbre de relaciones que enlazaba estrechamente a la generación actual con las pasadas.

En nuestras encuestas realizadas en localidades vascohablantes se ha recogido que el nombre genérico que se da a esta casa en todos los territorios es etxea.

En algunos lugares han realizado puntualizaciones, que son aplicables a otras localidades, sobre el alcance del término etxea y otros vocablos con él relacionados.

Así en el Valle de Zeberio (B) precisan que la casa no es sólo la vivienda de sus moradores sino que la forman el ganado que en ella se alberga, los utensilios de trabajo, el grano, etc., lo que constituye una unidad de producción completa. La casa por tanto es no sólo un lugar de vida familiar sino sobre todo un espacio para el trabajo y para la vida. Forma una unidad con sus tierras y en caso de enajenarla se vende todo como un conjunto.

En Astigarraga (G) han consignado que etxea es el edificio que comprende la casa propiamente dicha y, en su caso, el lugar de trabajo e incluye aquellas propiedades próximas o lejanas como edificios anexos o distantes para el trabajo (leorpea, txabolak, garajes) y las tierras de labor (huertas, prados, frutales).

En Beasain (G) se ha recogido que etxea es la vivienda en la que habita la familia y baserria el caserío rural que comprende familia y ganado. Otro tanto se ha constatado en Andoain, Berastegi, Elgoibar, Hondarribia, Oñati, Telleriarte y Zerain (G) donde etxea es la casa y baserria la explotación rural, agrícola o ganadera. En Orexa (G) preferentemente se utiliza la denominación baserria. En Hondarribia (G) señalan que a las villas que tan abundantes son en dicha localidad también les denominan etxea. Reciben el nombre de “villas” en éste y en otros muchos lugares de población concentrada, las casas individuales o chalets que la gente pudiente construyó fuera del núcleo urbano, sobre todo a partir de finales del siglo XIX y comienzos del XX. En ocasiones incorporan el nombre de villa a su denominación, así Villa María, Villa Argentina, etc.

En Bedarona, Busturia y Gorozika (B) el nombre genérico de casa es etxe y el de las casas diseminadas en zona rural baserri o baserri etxie. En Bermeo (B) la casa es etxie; el caserío baserrijje, aldie o kaserijjue; el chalet, txaleta. En Amorebieta-Etxano (B) la denominación genérica es etxia y si al mismo tiempo se dedica a explotación agrícola-ganadera como medio de vida se llama baserria. Las nuevas casas de una o dos plantas se denominan txaleta, chalet, y suelen contar con un jardín bien cuidado. En Abadiño (B) se han recogido las denominaciones etxea, baserria y palazioa para casa, caserío y palacio respectivamente. En Orozko (B) se ha consignado que etxe define también a la unidad familiar; los castellanohablantes suelen referirse a la casa de sus antepasados con el nombre de baserri, caserío.

En Kortezubi (B) la casa con todas sus propiedades se llama etxe o bazter, así se dice etxe ona, casa buena, bazter ona, rincón bueno. En Luzaide/Valcarlos (N) se han recogido las siguientes denominaciones según su categoría o destino: etxea (la casa), bazterretxe (caserío, casa de labranza), jauregi (palacio, casa señorial), etxexka (casa muy pobre), bizitei (vivienda) y estai (piso). En Mezkiritz (N) las casas importantes que cuentan con tierras se denominan etxaldeak, las demás etxiak.

Casa con sus pertenecidos. Amaiur (N), 1996. Fuente: Archivo Fotográfico Labayru Fundazioa: José Ignacio García Muñoz.

En el Valle de Roncal (N) la casa es etse, la casa natal sortetse, y torre la casa fuerte; actualmente en castellano se denomina casa agregando directamente su nombre, así Casa Arriaga. Para designarla se usan los términos enea, baita y etsea o se agrega el sufijo “tx” al final del nombre, así se dice Nekotx o Casa Eneko. También en Ainhoa (L) para designar la casa natal se ha recogido la denominación sortetxea. En los territorios de Bizkaia y Gizpuzkoa, para referirse a la casa natal con carácter general se utiliza el vocablo jaiotetxe.

En Ataun (G) la casa con todas sus propiedades se llama etxe y etxalde. En Oiartzun (G) la casa con los pertenecidos es itxaldia o itxealdia. En Zeanuri (B), Donoztiri, Irisarri, Ortzaize y Urepele (BN) el nombre de la casa con sus pertenecidos es etxaldea. En Ainhoa (L) la casa es etxea y la del agricultor se llama laborantza etxea (el labrador se conoce como laborari). En Uharte-Hiri (BN) bajo la denominación de etxe, casa, además de ésta, se designan sus pertenecidos y dependencias en tanto que construcciones complementarias, sus tierras, su lugar en la iglesia, su sepultura, illeri, y su camino mortuorio, ilbidia o elizabidia.

En Sara (L) la casa y sus pertenecidos son designados con el nombre de etxealdia; la de labranza con sus terrenos se llama también bazterretxe. Con los nombres de bazterra y ontasuna son designados los terrenos de una casa de labranza. La denominación ontasuna se ha recogido también con el mismo significado en Ainhoa (L). De los establecimientos humanos, unos son permanentes (etxe) y otros temporarios (xola, etxola) que se hallan dispersos en ancho campo.

En Markinez (A) la casa con sus pertenecidos suele recibir el nombre de hacienda. En Bernedo (A) el nombre de casa se reserva para la edificación habitada por la familia y los animales mayores. Los demás edificios reciben el nombre de bordas y se emplean para guardar las herramientas, grano, patatas, forraje y, en algún caso, ovejas. En Aoiz (N) ocurre algo parecido, casa es el nombre reservado a la vivienda humana.

En Artajona (N) la vivienda se denomina casa. Cuando es grande y mal organizada, destartalada o vieja u ocupada por varios inquilinos suele aludirse a ella llamándole caserón, uniendo al aumentativo una connotación despectiva. Las pequeñas de mísera estructura y escasa superficie, relativamente abundantes hasta los años cuarenta son denominadas por la gente anciana cachimán y por la gente joven chamizo. Denominose caserío a las existentes en el campo, habitualmente habitadas; hoy día no quedan.

En el Valle de Carranza (B) el edificio destinado a vivienda habitual se conoce como casa, el vocablo caserío se introdujo en el primer tercio del s. XX pero su uso no está extendido. En algunos barrios pervive la costumbre de llamar casonas a los grandes edificios de corte palaciego y a las casas de indianos, si bien el término más utilizado es el de chalet. Las viviendas de los bloques se conocen como casas, la denominación de pisos comenzó a utilizarse en la década de los sesenta.