Denominaciones y descripción

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Ya se ha señalado que estos instrumentos son más o menos comunes a todas las localidades encuestadas. A continuación se mencionan las particularidades descriptivas o denominaciones singulares recogidas.

Morillos, su-burdinak

En Bernedo (A) se ha constatado que para evitar que rodaran los leños o cepos y salieran a la cocina había unos caballetes llamados morillos con una bola o cabeza humana que hacía de freno. En Romanzado y Urraúl Bajo (N) describen los dos moricos como pequeños caballetes de hierro para mantener los troncos un poco elevados del suelo. Llevan un apéndice vertical para manejarlos sin quemarse, terminados en una bola del mismo hierro o de latón. En Añana (A) dicen que unos tenían cabeza y otros eran pedazos de raíles, incluso había quienes con esta finalidad utilizaban ladrillos gordos. En Abezia (A) hablan de dos piezas alargadas muy brillantes con forma de rail y que, según recuerdan los encuestados, no se manchaban. En Izurdiaga (N) el rail tenía como misión sostener la leña y estaba formado por dos aspas de hierro unidas por una varilla del mismo material de 1 m de longitud. En el Valle de Zuia (A) dicen que el fuego se controla mediante unas piezas de hierro en forma de “L” que remataban con unas figuras llamadas morillos que cierran y acotan la superficie de la plancha que hace de base. Además se colocaban dos piedras de arena apoyadas en la chapa trasfuego que reducían y cobijaban el fogón; a menudo, una de éstas quedaba suplida por el cepo-arrimadero. En Zerain (G) precisan que el morillo más alto tiene agujeros a distintas alturas para sujetar y graduar la altura del asador, burruntzi, a la hora de asar la carne.

En Agurain (A) si se colocaba en uno de los lados del hogar un tronco de árbol nudoso se retiraba el morillo para arrimar al fuego y cuando ardía en toda su testa este tronco, llamado también cepo, proporcionaba abundante calor. En Abezia (A) también se ha registrado, para guardar la brasa, la costumbre de utilizar cepos o arrimaderos como asimismo se les llama. Dicen que si se improvisaba una hoguera en el campo, los morillos eran sustituidos por troncos de leña. En Lagrán (A) a este tronco se le llamaba arrimadero o trashoguero.

Además de la común denominación de morillos, se han consignado también las de morrillos (Abezia, Lagrán, Pipaón-A), moricos (Adoain, Aoiz, Romanzado y Urraúl Bajo, Valle de Roncal, Sangüesa-N) y moriscos (Apellániz-A).

Ajuar del fogón. Pipaón (A). Fuente: Pilar Alonso, Grupos Etniker Euskalerria.

En euskera los nombres recogidos son: suburdinak (Amorebieta-Etxano, Gorozika-B; Garagartza-G; Lesaka, Luzaide/Valcarlos-N; Ainhoa-L); suburdina o suburnia (Bera-N, pues nunca se han usado un par, sino tan sólo un morillo); suburniak (Andoain, Ataun, Ezkio-Itsaso, Itziar, Oiartzun, Orexa, Telleriarte, Zerain-G; Ezkurra, Goizueta-N); suburreñe (Zeanuri-B); busurdinak (Heleta-BN); burdiñek (Andraka, Gorozika, Ereño-B); suburdiñak en forma de “U” abierta para recoger el fuego (Oñati-G); suburnea (Orexa-G). En Liginaga kapitxaliak; en Iholdi (BN) kapitxuriak, en Luzaide/Valcarlos (N) kaputxiliak que con frecuencia rematan en bola de latón. En Donoztiri, Uharte-Hiri, Urepele (BN) y Sara (L) los morillos de hierro son suburdinak y la barra de hierro atravesada sobre los morillos se llama subarra, burdinbarra o suburdin-ganeko barra y sirve de apoyo a los tizones, itxindia, o simplemente egurra, la leña. En Iholdi (BN) se ha recogido el vocablo itxindia para designar al tizón y en Itziar (G) illetixa.

En Ezkurra (N) detrás del fogón había un resalte a modo de poyo, hecho con ladrillos o losas, denominado sutondoa. En él se apoyaban los troncos o tizones llamados arraldekirak que arden en el fuego. En Aprikano (Kuartango) (A) para evitar que la ceniza se esparciera, se rodeaba el hogar con unos hierros, guardapolvos. En Markinez (A), para el asiento de los leños se colocaban una o dos piedras.

Morillo. Sangüesa (N). Fuente: Juan Cruz Labeaga, Grupos Etniker Euskalerria.

Sesos, zondokoak

Se trata de unas piezas de hierro con forma semicircular de media luna que se empleaban para sujetar los pucheros al ponerlos en el fuego y para rodear con ascuas el puchero de barro. En Artajona (N) los llaman suesos y los definen como unos hierros semicilíndricos con apéndice exterior central para arrimar al fuego los pucheros. En Berganzo (A) se han recogido, además de seso, las denominaciones populares de guardapucheros y arrimapucheros y en Murchante (N) de sujetapucheros. En Monreal (N) se llaman hierros. En Aprikano (Kuartango) (A), sesos.

En Améscoa (N) para que los pucheros tuvieran mayor estabilidad les encajaban por detrás y en la base unas chapas de hierro encorvadas con una asa pequeña en el centro del arco que se denominaban linzarris. Además de los de tamaño pequeño que se acoplaban a los pucheros, había otros mayores que servían para recoger la brasa. En la localidad se conservan muchos linzarris.

En el Valle de Roncal (N) zondokoak son unas abrazaderas muy decorativas para proteger el puchero del fuego. Se apoya en ellos el mango del espedo y el fuelle, ausko, para avivar el fuego. En Basaburua (N) el hierro de sujeción de los pucheros se llama zuendoko. En Garagartza (G) y en Elorz (N) para sostener los pucheros en el llar se usan los zendokos, también etxondokos en Elorz, que son unos semicírculos de hierro con una pequeña asa. En Aurizberri (N) eltzokondoa. En Izurdiaga (N) zeburni servía para sostener los pucheros y consistía en un arco de hierro de diverso diámetro de tres patas. En Goizueta (N) llaman a estas piezas eltzeburniak y en Oñati (G): etxekoandria o suburdiña txikiña. En Zerain (G) lapiko-ondua servía para sujetar los pucheros y transmitirles calor. En Ezkio-Itsaso (G) para eso se ha recogido la denominación lapiko-atzekua.

En Gautegiz-Arteaga (B) la pieza que servía para evitar que el puchero se cayera se llamaba txakurre, perro, llamada así porque tenía rabo.

Sesos. Sangüesa (N). Fuente: Juan Cruz Labeaga, Grupos Etniker Euskalerria.

Tenazas, burdin-kakoa

Se utilizaban para mover las brasas. En Améscoa (N) se ha recogido que las tenazas eran todas de hierro y disponían de dos brazos trabados con un clavo o eje que permitía abrirlos y cerrarlos. En Agurain (A) las tenazas servían además para coger los tizones y pequeños trozos de leña para agruparlos después y poner los carbones bien quemados en el calentador que se llevaba a la cama. En Apellániz (A) las tenazas se usaban para el arreglo de las chutas, ascuas. En Portugalete (B) en las cocinas económicas o chapas se usaban para sacar las escorias. En Apodaca (A) se le llama yerro. En euskera es común la denominación tenazak (Abadiño, Amorebieta-Etxano, Andraka, Busturia, Ereño, Gorozika, Lezama, Zeanuri-B; Hondarribia, Itziar, Oñati, Zerain-G). También se han consignado los nombres de bi burni-kako (Telleriarte-G), burdin-kakoa (Orozko-B), burzinek (Garagartza-G; Izurdiaga-N), bertzuña (Mezkiritz-N), ainzturrak o mordazas (Valle de Roncal-N). En Aurizberri, Luzaide/Valcarlos (N) y Urepele (BN) la tenaza en forma de pinzas largas se llama pintxetak. En Sara (L) las tenazas de hierro, pintzetak; cuando eran de madera recibían el nombre de sardaka o de matxarda en otros lugares. En Liginaga (Z) espintseta, las tenazas de pinza. En Telleriarte (G) para coger los pucheros, burniokerra.

Badil y tenaza. Sangüesa (N). Fuente: Juan Cruz Labeaga, Grupos Etniker Euskalerria.

Pala del fogón, burtzina

Instrumento con mango largo para mover el rescoldo y avivar el fuego (Agurain, Berganzo-A; Aintzioa y Orondritz, Artajona, Luzaide/ Valcarlos-N). En Améscoa (N) la pala del fogón era una chapa de hierro pequeña provista de un mango largo y retorcido. En Berastegi (G) y en Ezkurra (N) burtziña es la pala de mango largo para recoger las cenizas, y en Andraka (B) bartzune era el instrumento que servía para apartar los rescoldos del fuego cuando se iba a colocar el trébede. En Aintzioa y Orondritz (N) para manejo del fuego se usaba el bertxun, hierro de unos 50 cm de largo y curvado por sus extremos. En Mirafuentes (N) para atizar las brasas, además de las tenazas, los informantes de más edad recuerdan el burchín, que era una barra larga con un enganche o arico al final por donde se sujetaba para remover los rescoldos del hogar. También en Elorz (N) se utilizaba el burcín para remover las brasas. En Goizueta (N) este instrumento se llama burruntzia.

Trébede, hiruzangoa

Se trata de un armazón circular sostenido con tres pies y provisto de mango que se utilizaba para sustentar tarteras, cazos, sartenes u otros recipientes junto al fuego. En Abadiño (B) se ha recogido el dicho: Tres patas y una corona / trebere son tontona. En el Valle de Roncal (N) se ha registrado el nombre de sartanera. En euskera se han recogido las denominaciones: trebera (Amorebieta-Etxano, Andraka, Bermeo, Busturia, Ereño, Gautegiz-Arteaga, Gorozika, Lezama, Orozko, Zeanuri-B; Elosua, Ezkio-Itsaso, Oñati, Telleriarte, Zerain-G). En Sara (L) hiruzango. Para apoyo de sartenes o tarteras krispie o sorgiñe (Zerain, Orexa-G).

Sartén y trébede. Sangüesa (N). Fuente: Juan Cruz Labeaga, Grupos Etniker Euskalerria.

Tamboril, danbolina

Recipiente cilíndrico metálico de cobre o hierro, con agujeros en todo su perímetro y un mango de madera para poder asirlo, que sirve para asar castañas. En Artajona (N) le llaman tamborín y en Berganzo (A) además de tamboril, bombo. En euskera se han recogido las denominaciones: tanboliña (Berastegi, Elosua, Hondarribia-G), danboli (Izurdiaga-N), danboliñe (Gorozika-B; Leintz-Gatzaga, Hondarribia, Oñati, Zerain-G), sartagin o tanborin (Valle de Roncal-N). En Bera (N) este recipiente recibe el nombre de braxera y se ha consignado que el tamaño del cilindro es de unos 25 cm de diámetro y 40 cm de largo. El mango tiene unos 60 cm de largo, sin incluir la parte que atraviesa el cilindro.

Parrilla de tortas, talopalea, taloburnia

Parrilla o rodela para asar el talo o torta de maíz (Abezia, Moreda, Valle de Zuia-A). En Agurain y Berganzo (A) señalan que era una parrilla redonda hecha con tiras de chapas estrechas para asar el talo. En Apellániz (A), para esta pala se ha recogido la denominación rodera, en Zalduondo (A) talaburrina.

En euskera se han recogido las denominaciones de: talopara para la pala redonda con la que dar forma al talo (Amorebieta-Etxano, Abadiño, Gorozika-B; Ezkio-Itsaso-G), talopala (Hondarribia, Itziar, Oñati, Telleriarte-G). Para la pala de hierro, de mango largo, en la que el talo se pone al fuego se han recogido las denominaciones de taloburnia (Andraka-B; Ezkio-Itsaso, Hondarribia, Orexa-G, Bera, Goizueta-N); taloburruñia (Lezama-B) y talaburreiñ (Zeanuri-B); talomantenue o taloburnie (Zerain-G); talamenteroa (Goizueta-N); parrillia (Elosua-G). En Sara (L) opilburdin, pala discoidal de hierro para cocer talos, y arto xiortxeko, ins-Fig. 328. Sartén y trébede. Sangüesa (N).trumento de hierro con su mango que sirve para tostar rabanadas o talos de maíz. En Itziar (G) se ha recogido alkixa o talo-alkixa para el trípode de madera sobre el que se hace el talo y talomantenua para el bastidor de hierro para sostener el talo expuesto al fuego. En Ezkio-Itsaso (G) se recogió la existencia de una barra de hierro doblada en ángulo en uno de los extremos, sumakua, o también bertzuna, que atravesada delante del fuego, de morillo a morillo, servía de apoyo a los talos una vez tostados.

En Eugi (N) para los talos empleaban matxarris y makolas. Los matxarris eran una especie de sartenes de hierro muy largas con tres patas terminadas en un círculo sobre el que se colocaba el talo. Normalmente este círculo tenía unos dibujos que quedaban impresos en la masa del talo. Una vez la torta de maíz estuviere terminada, se colocaba tiesa sobre la makola que era una tabla semicircular de madera que se ponía frente al fuego para que los talos se doraran más y “aparecieran con más punticos”. En el Valle de Roncal (N) se ha consignado la denominación matxarde para la parrilla de mano de las tortas de maíz. En Aurizberri (N) matxarrea es la paleta de hierro, con mango y dos pies, para cocer talos al fuego.

Asadores, parrila, burruntzia

Para realizar asados. En euskera, parrilla (Abadiño, Amorebieta-Etxano, Bermeo, Busturia, Gautegiz-Arteaga, Gorozika, Lezama-B; Elosua, Telleriarte-G), arramarrila y prisela (Hondarribia-G).

En Artajona (N) señalan que antaño se usaron mucho los asadores largos de hierro para la carne hechos de una hoja más o menos larga y corta empuñadura. El asador se colocaba sobre dos gallos de hierro. Dentro de la variedad de estas piezas, suelen tener dos altas patas delanteras de cuya unión superior sale un vástago curvo decorado en su remate frontal y que se prolonga posteriormente hasta el suelo. En su extradós lleva soldados varios dientes para apoyo del asador, colocándolo a su altura precisa. Los gallos para apoyar el espedo también se han constatado en el Valle de Roncal (N).

En Romanzado y Urraúl Bajo (N) los asadores de gallo, así llamados por la forma del soporte, consistían en una larga varilla de hierro, terminada en punta, que gira accionada por una manivela sobre dos soportes, con apoyo a diferentes alturas. Se utilizaban para asar corderos, cabritos y gorrines. El uso de este asador con manubrio, conocido por gallo, también se ha constatado en el Valle de Zuia (A) y en Apellániz (A). En Izurdiaga (N) el gallo era un asador de tres varillas de hierro en donde se ensartaban los trozos de carne.

En Allo (N) para asar pollos, patos y conejos se utilizaba el gato, que constaba de dos pies que hacían de base y una varilla atravesada que remataba en manivela y servía para dar vuelta al asado. Para recoger la grasa del animal, debajo colocaban una lata.

En Monreal (N) cuando querían asar alguna pieza en casa, utilizaban un objeto llamado burro, que era de hierro forjado con cuatro patas en el que se apoyaba una barra ondulada sobre la que se soldaban unos pequeños orificios de hierro forjado en los que se introducía un vástago de hierro que tenía uno de sus extremos terminado en punta y el otro, más ancho, a modo de empuñadura. La apoyatura en el burro permitía dar vueltas al asado con facilidad. Tanto el vástago como el burro podían ser de distintos tamaños, dependiendo de la pieza a asar.

Hay un tipo de asador que consiste en una varilla de hierro con la punta afilada donde se colocaban trozos de tocino y chorizo, en euskera se conoce como burduntzi (Oñati-G; Gorozika-B); burruntzia (Abadiño, Amorebieta-Etxano, Andraka, Zeanuri-B; Ezkio-Itsaso, Itziar, Zerain, Orexa, Telleriarte-G).

En las encuestas se han recogido también varias denominaciones en euskera para la sartén utilizada en el fuego bajo: sartagia, sartén, (Berastegi-G; Ezkurra-N); sartagiña (Bera, Lesaka-N; Leintz-Gatzaga-G) o sartaña (la zona rural de Deba-Mutriku, Elosua, Itziar-G).

Pala de ceniza, pala

Es común la utilización de la pala de retirar la ceniza. Badil: es una paleta para remover la lumbre, recoger la ceniza o sacar las brasas o rescoldo hacia afuera (Berganzo, Ribera Alta-A; Murchante, Sangüesa, Valtierra, Viana-N), también se ha recogido la denominación de badileta para el recogedor de ceniza y barrileta para la pala de remover las brasas de los braseros (Murchante-N). Paleta, la pala para recoger la ceniza (Abadiño-B); palea, la pala de extraer la ceniza y autsontzia, el recipiente para recogerla (Orozko-B).

Fuelle, hauspoa

En Améscoa (N) definen el fuelle como una caja redondeada con tapa y fondo de madera, los costados de piel para que sean flexibles, una válvula por donde entra el aire y un caño de hojalata por el que sale cuando al plegar los costados se reduce el volumen de la caja. Con el fuelle se lanzaba el aire hacia el fuego para avivarlo. En algunas cocinas se usaba un fuelle más rudimentario que consistía en soplar el fuego a través de un tubo de metal. En Allo (N) las casas con escasez de recursos se valían de un caño de escopeta como fuelle. En Portugalete (B) en los fuegos bajos se utilizaban la barguía que era el fuelle de madera para avivar el fuego y el soplillo que era una chapa de hierro con un manguito para producir viento y facilitar la combustión de la leña. En Mirafuentes (N) para avivar el fuego, más antiguamente que el fuelle, se utilizaba con el mismo nombre un tubo de hierro con una largura de más de 1 m para no quemarse, por el que se soplaba en dirección al fuego. El fuelle actual es de madera con un tubo por donde sale el aire, dos asas, una badana de cuero y tres agujeros en la cara de abajo para coger aire.

Dicen en esta localidad que muchos de estos utensilios, que generalmente se traían de Estella, han pasado a formar parte de la decoración actual de las casas que todavía cuentan con chimenea. En Allo (N) recuerdan que en algunas casas había fuelles del “Santuario Loyola” que dicen que eran más bonitos, pues traían un dibujo de este santuario guipuzcoano grabado al fuego en una de sus tapas.

En euskera se han recogido las denominaciones de auspoa (Abadiño, Amorebieta-Etxano, Andraka, Busturia, Gorozika, Lezama, Orozko, Zeanuri-B; Berastegi, la zona rural de Deba-Mutriku, Garagartza, Oñati, Telleriarte, Zerain-G; Mezkiritz-N); espua (Ereño-B); aspoa (Goizueta-N; Ezkio-Itsaso, Itziar-G); auskoa (Aurizberri, Luzaide/Valcarlos-N; Sara-L; Urepele-BN); buhadea (Liginaga-Z).

Calderas, galdara, pertza, eltzea

Las había de distintos tipos y materiales. Calderas de cobre para cocer la comida del ganado, calentar el agua de la colada y cocer las morcillas en la matanza (Añana, Apodaca, Bernedo, Ribera Alta-A). En Viana (N) se han utilizado el caldero grande y los pucheros de hierro de diversos tamaños y en San Martín de Unx (N) los peroles. En Abezia y en Moreda (A) la caldereta es un recipiente para recoger las brasas que luego se colocaban bajo los chorizos mientras se secaban.

En euskera se han recogido las siguientes denominaciones: galdarie para el recipiente de calentar agua (Ereño, Gorozika-B; la zona rural de Deba-Mutriku-G), y galdarutxe para el balde ancho, con asa de un lado a otro, que servía para tener la leche, se limpiaba en el río con ceniza y esparto hecho de yerbas (Ereño-B); galdarie también para el recipiente de preparación de la comida del ganado y de cocer morcillas que se colgaba del llar (Abadiño-B); galdallie (Gorozika-B); galdaillia (Lezama-B) y galdarille (Andraka-B) el recipiente para cocer la leche, también esne-galdaria (Elosua-G), kaldara (Leintz-Gatzaga-G) y burdin-kaldara (Oñati-G). Galdaillia es una caldera pequeña de unos 20 cm de diámetro y 10 cm de altura con mango en arco que se empleaba para hacer el moroquil (Abadiño, Amorebieta-Etxano-B). En Gautegiz-Arteaga (B) se ha recogido la denominación santagaldarillie para el cocedor de la leche. En Ibarruri (B) diferencian entre gardallie, que es un recipiente no hondo donde se cuece la leche, y galdallie que es un recipiente grande; al primero en Zeanuri (B) le llaman maskillue y al segundo, galdarea. El recipiente de mayor cabida donde se cocía la comida del ganado, egosari, en Iturreta se llama egosari-galdara[1].

También se han consignado: pertza, caldero (la zona rural de Deba-Mutriku, Elosua, Itziar-G; Goizueta-N); berza (Urepele-BN); burdinpertza, caldera de cocer la leche (Itziar-G); kobrezko pertza, caldero de cobre (Orexa-G); kobrezko pertza andia, el gran caldero de cobre (Goizueta-N).

Eltzeak, pucheros de un asa y de metal esmaltado de color rojizo usados para calentar alimentos y hervir agua (Aria, Aurizberri, Ezkurra, Bera, Lesaka, Mezkiritz-N; Urepele-BN; Berastegi, Itziar-G); lurrezko eltzeak, pucheros de barro (Orexa-G); baldia o zingia, balde de zinc (Itziar-G). Kazola, cazuela (Berastegi-G); lapikoa, puchero (Abadiño, Zeanuri-B; Elosua, Itziar, Oñati, Orexa, Telleriarte-G); lurrezko lapikue, puchero de barro (Abadiño-B); lapikolaguna (Elosua-G); kaxpel, cazuela (Mezkiritz-N). Perolak, similares a eltzeak pero con dos asas, usados para calentar alimentos y hervir agua (Aria-N). Sesuak, calderas donde se calienta el agua y la comida para los cerdos (Aria-N); kaldeña o pasilla (Hondarribia-G) y galdarak (Amorebieta-Etxano-B). Tupikiak (Goizueta-N). Bezko (Mezkiritz-N). En Ezkurra (N) hace ya tiempo que se veían pocas calderas de bronce, pazi, que se empleaban para cocer mondongos, ardin tripak.

En Allo (N) entre los pucheros de arcilla se recuerdan dos modelos: el agrós y el de viuda. Ambos disponían de un asa. El primero tenía dos o tres litros de capacidad y servía para calentar el agua, sazonada de sal, para amasar el pan; la capacidad del segundo era de 3/4 de litro.

Pertza, caldera, colgada del llar, elaratza. Elosua (G). Fuente: Mirentxu Goñi, Grupos Etniker Euskalerria.

Calentador de cobre

Se utilizaba para caldear las camas en invierno (Abezia, Bernedo, Pipaón, Valle de Zuia-A). En Agurain (A) se ha constatado el uso del calentador con su tapa de latón artísticamente perforado que se usaba para calentar las camas y que durante el día era elemento decorativo colgado en lugar visible de las paredes de la cocina. En Berganzo (A) y en Ribera Alta (A) había también unos aparatos de metal llamados caloríferos que servían para calentar las camas. En San Martín de Unx (N) en algunas casas había calentador, llamado badilla, que era una pieza en forma de espumadera de uso también en los braseros.

En la encuesta de San Martín de Unx (N) se aporta un ejemplo de los distintos usos del fuego del hogar en este contexto. Los troncos se colocaban sobre los morillos dejando un hueco en medio, en el que se ponía el carbón vegetal; cuando los troncos se habían consumido se sacaba la brasa y sobre ella se ponía el trébede con las sartenes. Si lo que querían era hacer sopas tostadas se ponían brasas sobre la tapa de la marmita. Cuando se quería hervir agua para la colada, el menaje o cocer morcillas se colgaba del alar la caldera de cobre. En el hogaril se hacían también migas, asados, y castañas en el tamboril. Del fuego bajo se tomaban las brasas para introducirlas en el calentador y aplicarlo a las camas.


 
  1. Jabier KALZAKORTA. “Resurrección M.ª de AZKUE: Sus notas de campo en Zeanuri, en febrero de 1932” in Etniker. Núm. 14 (2005) pp. 228-229.