Orientación al este, eguzki-begian

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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En Sara (L) la casa rural en su situación y en su estructura responde a sus funciones tradicionales. Su fachada principal da frente al oriente. Los vientos predominantes soplan del oeste; los árboles expuestos a todos los vientos acusan notable inclinación hacia oriente y las fachadas occidentales o zagueras tienen pocas ventanas y ellas de pequeño hueco. Las casas laburdinas en general dan la espalda a la lluvia proveniente del Atlántico que azota impulsada por el viento del oeste, por lo que la fachada principal mira al este o al sudeste, beneficiándose además de los primeros rayos del sol[1].

En Donoztiri (BN) la fachada principal y la entrada miran generalmente al oriente. También en Heleta, Uharte-Hiri, Urepele y Garazi (Saint Michel) (BN) la fachada principal está generalmente dando frente al oriente; en Iholdi (BN) goizeko iguzkiari beira (mirando al sol de la mañana); en Baigorri (BN), Garagartza y Elosua (G) se ha constatado igualmente que tienen su fachada mirando al sol. La puerta principal de las casas antiguas del barrio de San Gregorio de Ataun (G) mira a oriente. En Luzaide/Valcarlos (N) las casas antiguas están orientadas al este. Entre las modernas no siempre se tiene en cuenta este factor importante en una región que es sombría y húmeda.

En Oiartzun y en Oñati (G) la mayor parte de los portales, atariak, de las casas rurales miran al este o al sur, son raras las que lo hacen al oeste o al noroeste y nunca al norte. En Itziar (G) la puerta principal está casi siempre en el lado oriental, otras la tienen al sur, pocas a occidente y menos al norte. En Orexa (G) mayoritariamente miran a oriente, sortaldera. La cocina, sukaldea, también mira a oriente, egutera, no así la puerta de entrada donde el porcentaje de las que miran al este baja considerablemente. En Telleriarte (G) las ventanas están orientadas al este aunque algunas casas tengan la entrada por otro lado.

Eguzki-begian, mirando al sol. Busturia (B), 2011. Fuente: Segundo Oar-Arteta, Grupos Etniker Euskalerria.

En Busturia (B) los caseríos se hallan mirando al sol, eguzkijeri begira. Aducen para ello que cuando llega el temporal, zaldi ganeko denporala, la lluvia azota por la cara oeste. En Bedarona (B) tienen la fachada o una pared lateral hacia el este. En Trapagaran (B) generalmente las edificaciones más antiguas están orientadas hacia el este y, en menor medida, al sur. En Amorebieta-Etxano (B) la inmensa mayoría tienen la fachada hacia el este, el sur o el sureste para recibir el sol. En Orozko (B) miran al sol o al sur; si están agrupadas pue den mirarse unas a otras. También pueden estar orientadas hacia el terreno propio, pero lo determinante es evitar que miren al norte. Los caminos también pueden tener en ocasiones una influencia decisiva.

En Abezia (A) la mayoría se orientaban al este con la finalidad de proteger las viviendas de las inclemencias climáticas. Con esta orientación las fachadas recibían los rayos del sol desde las primeras horas de la mañana. Hoy día, sobre todo por la calefacción, la orientación ha perdido importancia.

Casas de Apodaka (A) orientadas al sol, 1964. Fuente: Isidro Sáenz de Urturi, Grupos Etniker Euskalerria.

En Zerain (G) está orientada buscando el horizonte más despejado a su fachada que en una gran mayoría coincide con la este o la sur. En Hondarribia (G) la puerta principal da al este o al sudeste ya que el viento frío sopla del oeste. En esta cara no hay ventanas, a lo más una aspillera.


 
  1. Alain, LASSE. “L’architecture labourdine” in Etxea ou la maison basque. San Juan de Luz: 1980, p. 94.