La sucesión de hijos naturales, seme bortak

De Atlas Etnográfico de Vasconia
Saltar a: navegación, buscar

En algunas localidades se ha señalado que en tiempos pasados los hijos naturales se mantenían ocultos y no se les reconocía ningún derecho (Abezia, Agurain, Berganzo, Ribera Alta-A; Berastegi-G), cosa que hoy día ha cambiado pues les asisten iguales derechos que a los legítimos.

En Allo (N) dicen que la cuestión de los hijos naturales ha tenido escasa influencia en el pueblo y en las disposiciones testamentarias se ignoraban sus derechos. En Andraka (B) indican que normalmente los hijos naturales no recibían nada en herencia y los hijos adoptados menos que los legítimos.

En Mezkiritz (N) señalan que a los hijos naturales, seme bortak, no les quedaba otra cosa que lo que los padres quisieran darles. Similar dato se ha recogido en Goizueta, Izurdiaga y San Martín de Unx (N) donde indican que los hijos naturales no figuraban en el testamento ya que en vida el padre les había hecho entrega de algún dinero. En Obanos (N) se ha recogido que los hijos bordes o bortes según el Fuero General de Navarra no solían tener derechos; en la consideración popular se ha creído que les correspondía algo pero es un criterio que parece más expresión de un sentimiento que realidad. Hoy día están equiparados a los legítimos.

En Orozko, Zeanuri y el Guerniquesado (B) para hijos naturales se ha recogido la denominación sasikumeak. En el Valle de Carranza (B) bardaliego y jariego.

En Legazpi (G) dicen que los hijos nacidos antes del matrimonio tenían la misma consideración que los legítimos. Con los traídos del hospicio era diferente, para el nombramiento de heredero tenía preferencia el legítimo sobre el del hospicio.

En Beasain, Hondarribia, Oñati (G); Aria, Luzaide/Valcarlos, Sangüesa y Valtierra (N) se ha consignado que a los hijos naturales reconocidos y a los adoptados les corresponden los mismos derechos de sucesión que a los legítimos. En Luzaide/Valcarlos (N) se ha recogido a este respecto la expresión: “Guzien burian berek ez dixie obenik”, después de todo no tienen ellos la culpa.