Consideraciones generales
En Agurain (A) el dormitorio principal se reservaba para las ocasiones especiales, sea para las visitas o para los miembros de la familia en caso de enfermedad o en otras circunstancias extraordinarias.
En Allo (N) los dormitorios, habitaciones o cuartos se ubicaban en la primera planta –a veces también en la segunda– de las casas. Su mobiliario y decoración eran muy sobrios, reducidos con frecuencia a lo más imprescindible, si bien el equipamiento y la calidad de los muebles corrían parejos a la posición económica de la familia. Hoy día se procura que los elementos que componen el equipo mobiliar de un dormitorio guarden relación de estilo entre sí.
En Aoiz (N) en cuanto a la colocación de las camas en la habitación, se ha consignado que no existía una costumbre fija, si bien se ponían junto a las paredes perpendiculares a las ventanas si las había. Un informante ha oído decir que se tenía en cuenta la existencia de aguas subterráneas para colocar las camas en la misma dirección que éstas discurrían.
En esta misma localidad navarra de Aoiz señalan los informantes que, como en otros aspectos de la vida, en los muebles queda patente la diferencia económica entre unas familias y otras. Las maderas más caras y apreciadas eran el nogal y el cerezo. El espacio del dormitorio, denominado gabinete, estaba constituido por la cama, el armario o ropero, la mesilla de noche y el lavabo. Los más ricos tenían también cómoda. En Luzaide/Valcarlos (N) por el material, los muebles de cerezo son de lo más apreciado.
En Artajona (N) la sobriedad era la tónica de las casas artajonesas y de su mobiliario, a excepción de las más ricas. Las habitaciones solían disponer de una o dos camas de hierro con somieres de muelles en espiral, una cómoda o un baúl para guardar la ropa y alguna silla o banqueta.
En Aria (N) los dormitorios, ganberak, solían tener una o dos camas, mesilla de noche, armario grande, un par de sillas y a veces una alfombra. En las paredes se colgaba algún cuadro religioso y fotos de familia.
En Romanzado y Urraúl Bajo (N) en un dormitorio corriente había una cama, una mesilla, una silla, un lavabo, un espejo y algún cuadro de “santos”.
En San Martín de Unx (N) las casas fuertes eran más lujosas en cuanto a mobiliario y decoración. En tales casas no es raro encontrar buenas tapicerías, muebles de noble madera, vajillas de porcelana antigua, espejos, cortinajes, etc. Muchas casas del pueblo hacen ostentación de sus arcas, bancos y piezas de cobre que hoy se usan para decoración.
En Astigarraga (G) se ha recogido que en tiempos pasados las camas y las cunas eran de fabricación doméstica. Con motivo de la boda, algunos novios hábiles se hacían su propia cama de madera que solía ser comúnmente de cerezo, muy sencilla. Lo mismo ocurría con algunos otros muebles como cómodas y armarios bajos, hechos en casa y tallados con esmero con diferentes motivos. De todas formas, señalan los informantes que antaño no se tenían muchos muebles, y las cunas, a veces, se prestaban de un caserío a otro.
En Orexa (G), hoy día los dormitorios son nuevos y hermosos, de dos camas, tocador, dos mesillas y varias sillas.
En Gorozika (B) se ha recogido el dato de que después de la Guerra Civil muchos elementos de las habitaciones han cambiado, se han retirado al camarote los antiguos y se han sustituido por nuevos.