Cimientos sobre sustratos duros

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Ha sido frecuente que el sustrato sobre el que se han asentado las casas sea de roca. Esto ha facilitado considerablemente las tareas de edificación y la solidez de los edificios.

En Agurain (A) los cimientos se asientan directamente sobre el arbel, o sea, la roca, y al igual que las paredes son de piedra. En Moreda (A) gran parte de las casas cuentan con cimientos de suelo rocoso; otras han sido levantadas sobre terrenos duros. Al hacer los cimientos lo que se intenta es buscar una base firme, bien cantera natural o tierra dura. Si sale blanda se sigue profundizando hasta que aparezca dura. Se suele excavar hasta un metro de profundidad.

En Gorozika (B) para abrir los cimientos de la casa se busca un lugar que tenga firme, es decir, piedra; no sirven los terrenos fangosos. En Abadiño (B) se excavaba hasta hallar piedra. En Ajuria (B), en el subsuelo, a poca profundidad se encuentra piedra sobre la que poder cimentar. En Andraka (B) se busca un buen firme de roca cayuela. Los muros arrancan de una estructura rectangular, nivelándose los huecos que deja la roca con tierra; esta cimentación mide unos setenta centímetros de altura. En Telleriarte (G) después de excavar la tierra lo suficiente los cimientos eran de piedra de pizarra, lapitz arbel.

En Portugalete (B) los edificios se levantaban generalmente sobre roca. Los muros perimetrales de carga se cimentan mediante zanjas buscando el firme para ser rellenadas de mampostería con cal, y los pilares aislados con la misma técnica, para posteriormente apoyar los postes de madera sobre unas basas tronco-piramidales de diferentes dimensiones.

En Bermeo (B) tradicionalmente para construir un caserío o una casa, primero se tomaban medidas, se marcaba el terreno y se excavaban los cimientos, suluek atara, hasta encontrar un buen fondo. Después se levantaban las paredes con piedra y con mortero, que consistía en una mezcla de arena, cal y agua; algún informante afirma que antiguamente se usaba barro en lugar de mortero.

En el Valle de Carranza (B) antes de iniciar propiamente la construcción de los muros se llevaba a cabo la excavación de los cimientos buscando el firme hasta que apareciera piedra. Esta labor se efectuaba a pico y a pala. Una vez levantados, con las piedras de mayor tamaño se comenzaba a armar el muro uniendo la piedra con cal y arena mezcladas.

Excavación para construcción de casa nueva. Carranza (B), 1998. Fuente: Luis Manuel Peña, Grupos Etniker Euskalerria.

En Zeanuri (B) para levantar los cimientos se cavaba una zanja hasta encontrar una base firme, gogorra aurkitu arte. Si no se topaba con roca, atxa, se buscaba una base de arcilla compacta, buztin gorria, por ser ésta impermeable al agua. Sobre la misma se colocaban losas de piedra que cubriesen la anchura de la zanja.

En Elosua (G) los cimientos son de piedra y descienden hasta encontrar un asiento compacto. En Zerain (G) las paredes arrancan directamente de una zanja abierta hasta encontrar la roca de cimentación. En Aria (N) se colocan sobre roca viva. En Ataun (G) hechos con grandes piedras, descansan sobre la roca del suelo.

En Aintzioa y Orondritz (N) su construcción depende de la altura que va a tener la casa. En las edificaciones antiguas se excavaba hasta que aparecía roca en el suelo para que de este modo la vivienda tuviera un buen apoyo. Los cimientos se hacían con piedra y mortero.

En Mélida (N) en primer lugar se hacía la trinchera hasta llegar a la roca madre, que en esta localidad es la marga y recibe el nombre de la cueva. Según las zonas del pueblo había que profundizar más o menos hasta alcanzarla. En esta trinchera, que generalmente llegaba al metro de profundidad, se cimentaba mediante piedra de Bardena, que en la localidad recibe el nombre de tosca; se trata de cantos rodados unidos mediante un cemento calcáreo. Hay constancia de que cuando una casa se derribaba para edificar otra en el mismo solar, los cimientos se mantenían. Una vez colocados, las paredes se levantaban mediante piedra o adobe.

En Mirafuentes (N) para preparar los cimientos de una casa se excava en la tierra hasta dar con terreno firme sobre el cual asentarlos. La zanja que se realiza puede oscilar entre los 60 cm y los dos metros de profundidad. Los cimientos se han levantado tradicionalmente utilizando como material principal la piedra.

En Obanos (N) el subsuelo sobre el que se asienta la población es muy duro. Se suele profundizar hasta llegar al conglomerado que aflora enseguida, de hecho en las bodegas de las casas las paredes son de conglomerado.

Como se ha visto en los anteriores ejemplos en muchas poblaciones no ha sido necesario excavar zanjas muy profundas. Esto ha solido ser así porque las casas se levantan en zonas altas del terreno donde abunda el sustrato rocoso.

En Apodaca (A) no han tenido que hacer grandes desmontes ni rellenos. Las casas apenas tienen cimientos ya que la mayoría descansa a flor de tierra encima de la peña. Sólo unas pocas casas están sobre terrazo.

En Bernedo (A) es frecuente que el cimiento de la casa sea la roca del suelo sobre la que se levantan las paredes. Esto es así debido a que los pueblos de la comarca se encuentran al pie de los montes y no en el centro del valle.