Diuréticos y remedios para la cistitis, maskuri-katarroa
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Pelos de maíz, arto-bizarra
La decocción o infusión de los pelos de la mazorca del maíz, arto-bizarrak / arto-pizarrak se ha tomado como diurético y como remedio del enfriamiento de vejiga tal y como se ha constatado en Amézaga de Zuya, Olaeta, Lagrán, Ribera Alta (A); Carranza (B) donde se les denomina cabellos o pelos de borona, Amorebieta-Etxano, Orozko, Zeanuri[1] (B); Ataun, Elgoibar, Elosua, Hondarribia, Te lleriarte, Zerain (G); Arraioz, Goizueta (N) y Arberatze-Zilhekoa (BN), remedio por otra parte que ya registró Azkue a comienzos del s. XX[2]. Mayoritariamente se han decantado por utilizar los pelos de la mazorca secados a la sombra, aunque hay quienes los prefieren verdes. En Garagarza (G), según se recogió en los años setenta, en un litro de agua hirviendo se echaba una onza (equivale a 287 dgr) de cabellos de maíz, se retiraba de la lumbre, se dejaba enfriar, se colaba y la infusión estaba lista para ser bebida. En Zerain (G) la dosis recomendada es de tres tomas diarias. En Apodaca (A) las infusiones se preparaban con pelo de mazorca de maíz mezclado con cola de caballo y gayuba, yerba esta que se recogía en el monte Gorbea o se traía de Vitoria.
En Elosua (G) se ha constatado la fórmula de una infusión para orinar. Se cuecen en un litro de agua sendos puñados de enebro, araba-otia, barba de maíz, arta-bizarra, y hojas de fresa, mallukiaren ostroa, hasta reducir el líquido a tres cuartos de litro y se beben tres vasos durante dos días. También se ha solido tomar sola la decocción de frutos de enebro, mendi-tximilloaren alea.
Cola de caballo, azeri-buztana
En Amézaga de Zuya, Apodaca, Bernedo, Mendiola, Moreda, Pipaón (A); Abadiano, Amorebieta-Etxano, Nabarniz, Orozko (B); Astigarraga, Ataun, Elgoibar, Hondarribia, Zerain (G); Aoiz y Arraioz (N) se ha recogido que para la infección de orina o mal de riñones es bueno tomar infusión de la planta denominada cola de caballo o cola de raposo, azeri-buztana (Equisetum arvense), en Zerain la dosis es de tres tazas diarias; en Garagarza (G) le llaman eper-bizarra; en Carranza (B) se le conoce como rabo de zorra y se utiliza seca y picada. Es una planta que se da sobre todo en las orillas de los ríos y en los prados húmedos. En Ataun se toma infusión de azeri-buztana y lizar-ostoa. En Zerain se ha constatado también que se toma infusión de cola de caballo con centaura mayor, giltzurdineko belarra, o sólo la decocción de un manojo de esta última planta, flores y hojas, tomando una taza dos veces diarias.
Grama, zearbedarra. Rabos de cereza, gerezi-astak
En Moreda, Vitoria (A); Garagarza (G); Arberatze-Zilhekoa (BN) y Donibane-Lohitzune (L) para curar los padecimientos de orina se tomaba cocimiento de grama, zear-bedarra (Garagarza), xendena (Arberatze-Zilhekoa), atso-herioa (Donibane-Lohitzune). Azk ue ya recogió a comienzos del s. XX que se tomaba con esta misma finalidad la infusión de una yerba que salía en las heredades denominada azkia, a la que en Aramaio (A) llamaban zear-bedarra[3].
En Pipaón (A), Abadiano (B), Zerain, Garagarza (G) según se recogió en los años setenta, y Arberatze-Zilhekoa (BN), para orinar bien y aclarar el color de la orina se tomaba infusión de rabos de cereza, kerixaren astak, y en Garagarza para las afecciones de vejiga infusión de carrasquilla, enuntzia. En Zerain (G) para orinar, ur zuria egin, se ha recurrido también a tomar infusiones de hierba de San Roberto, zaingorria, y de hojas de nogal, intxaur-ostoak. En Vasconia continental en los casos de anuria o retención urinaria se recomendaba tomar una tisana de grama y de corteza seca de cerezo salvaje[4].
Perejil
En Garagarza (G), según se recogió en los años setenta, el jarabe de perejil se ha utilizado como diurético. Se tomaba media onza (equivale a 143,5 dgr) de raíces y se echaba en medio litro de agua hirviendo, se tapaba el recipiente y se tenía en maceración durante doce horas, removiéndolas varias veces. Se colaba el líquido, se agregaban dos libras de azúcar y se obtenía un jarabe calentándolo ligeramente. Azkue recogió a comienzos del s. XX que se tomaba infusión de perejil y de caña[5]; en Pipaón (A) y Ataun (G) hay constancia de la ingestión de agua cocida con perejil tomada en ayunas.
Infusiones varias
Otras muchas infusiones o decocciones se han reconocido beneficiosas para el riñón, la próstata o como diuréticos. Así en Mendiola (A) y Aoiz (N) la infusión de ortigas; en Pipaón (A) de raíces de helecho; en Zerain (G) de infusión en ayunas de culantrillo (Asplenium trichomanes) y también infusión de hierbabuena, menda fiña; en Apodaca (A) de llantén; en Berastegi (G) de orma-belarra y en Moreda (A) la decocción de hinojo. En Nabarniz (B) y Bidegoian (G) como diurético se tomaba infusión de berbena-bedarra; en Garagarza (G) de hojas de abedul, urkia, y en Lekunberri (N) de koxka-belarra o doradilla. En Bera (N) para producir la orina se utilizaba la planta belar berdea y para reprimirla gernu-belarra (Agrimonia eupatoria)[6]. En Ataun (G) las personas con dificultades para orinar, usuria, también han utilizado como diuréticas las decocciones de las plantas llamadas narrubi-belarra; aitzeko garoa o aunz-garoa (helecho de peña); salbi gorria (salvia); lapa-txikia (pequeñas ciruelas silvestres) y maldia-belarra.
En Arraioz (N) para la incontinencia urinaria de gente mayor dicen que un remedio muy eficaz es tomar infusión de las hierbas llamadas arrosario-belarra (escrofularia), zorne-belarra (muraje) y tilua (tilo).
En Zerain (G) se conocen numerosas plantas curativas, además de las ya mencionadas, contra la retención urinaria y para la limpieza de riñones, así la potentilla, bostorria; centaura mayor, txanpon-belarra; verbena, memel-belarra, sólo cuando está verde; murajes de flor roja, lore gorriko pasmo-belarra y erizo de castaña, gaztaña-mokotza. Se cuece la que se tenga más a mano y se toma la infusión hasta que empiece a hacer efecto.
Aplicar calor
En Bernedo, Mendiola, Moreda, Valdegovía (A); Carranza (B); Beasain, Bidegoian (G); Aoiz, Eugi, Goizueta, Izal, Lezaun, Murchante y Obanos (N) se ha recogido que para el frío de vejiga es bueno aplicar calor en el bajo vientre, sea mediante bolsas de agua caliente u otro sistema como colocar un paño seco sujeto y bien apretado al vientre (Mendiola).
En Orozko (B) dicen que si la enfermedad de riñón estaba avanzada se preparaban emplastos que consistían en mojar con alcohol un trapo y sobre él poner harina de maíz, artouruna, previamente calentada para aplicarlo seguidamente sobre la zona lumbar. Este calor ayudaba a expulsar la orina acumulada y también a liberarse de las piedras de riñón.
En Ataun (G) señalan que era bueno ponerse en la zona de los riñones un emplasto hecho con maskulu-belar beltza; en Tiebas (N) se aplicaban cataplasmas de arcilla caliente; en Otxagabia (N) en los años cuarenta todavía había quienes se ponían boñiga de vaca, caliente, en los riñones sujeta con una faja[7] y en la Ribera Oriental de Navarra recomiendan darse masajes con un cocimiento a base de esencia de trementina, espliego, alcanfor y romero[8].
En Valdegovía (A), Orozko (B), Elgoibar (G) y Tiebas (N) se ha consignado la costumbre de tomar baños de asiento con agua recién hervida cubriendo las piernas y el vientre con una sábana, proceso que debe repetirse varias veces al día. En Elgoibar ponían en el barreño sal y hojas de eucalipto y laurel; otras veces debajo de un asiento con agujero central colocaban un brasero al que echaban hojas de laurel y eucalipto o cebolla. En Oñati (G) tomaban los baños de asiento con agua donde se habían cocido hojas de nogal.
- ↑ Recogido por Eulogio GOROSTIAGA: LEF. (ADEL).
- ↑ Resurrección Mª de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo IV. Madrid: 1947, p. 258.
- ↑ Resurrección Mª de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo IV. Madrid: 1947, p. 258.
- ↑ DIEUDONNÉ. “Medécine populaire au Pays Basque” in Gure Herria. Tomo XXVI. Bayonne: 1954, p. 200.
- ↑ Resurrección Mª de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo IV. Madrid: 1947, p. 258.
- ↑ Julio CARO BAROJA. La vida rural en Vera de Bidasoa. Madrid: 1944, p. 166.
- ↑ José Mª IRIBARREN, Retablo de curiosidades: zambullida en el alma popular. Zaragoza: 1940, p. 241.
- ↑ Margarita FERNÁNDEZ. “Medicina popular navarra” in Zainak. Cuadernos de Antropología-Etnografía, XIV (1997) p. 27.