Dolores de estómago y sus remedios
Es común que un mismo remedio se utilice y sirva para curar varios males y que ocasionalmente incluso se apliquen diferentes soluciones como complementarias para aliviar una dolencia.
Están muy extendidos el dicho “la comida reposada y la cena paseada” y la creencia de que el vino ayuda a hacer la digestión. En algunas localidades se han recogido datos relativos a medidas preventivas para evitar las dolencias estomacales. Así en Arraioz (N) dicen que es bueno añadir tomillo, xarpota, a las comidas, no sólo para dar buen sabor sino también para que los alimentos que contienen grasa no resulten fuertes y sienten bien al estómago y en Busturia (B) señalan que hay que evitar alimentos con gran contenido ácido como la berza y las manzanas.
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Infusiones de manzanilla
La infusión de manzanilla, kamamila, (Matricaria chamomilla), larramila (Lekunberri-N) se toma con carácter general para las dolencias y malestar del estómago y además en algunos lugares han consignado otras indicaciones. Así se ha constatado en Agurain, Amézaga de Zuya, Apodaca, Berganzo, Bernedo (contra el frío o el corte de digestión), Mendiola, Moreda, Pipaón, Valdegovía (si se teme una mala digestión), Ribera Alta (A); Abadiano, Bedarona, Bermeo, Busturia, Carranza, Durango y Orozko (contra el dolor de tripas y la mala gana), Gorozika, Lemoiz, Nabarniz (para realizar una buena digestión y evitar el riesgo de vómito cuando se está indispuesto, larritasuna kentzeko), Muskiz (B); Astigarraga, Ataun, Beasain, Bidegoian (para evitar los gases de estómago), Elgoibar, Elosua, Garagarza, Hondarribia, Oñati, Zerain (G); Allo, Aoiz (contra el empacho y el mareo de coche), Améscoa, Arraioz, Eugi, Goizueta, Izurdiaga (como calmante del dolor abdominal), Lekunberri, Lezaun, Murchante, Obanos, San Martín de Unx, Sangüesa (N) y Sara (L). En Carranza (B) precisan que la infusión de manzanilla es buena para calmar los dolores de tripas ocasionados por problemas digestivos o cuando una comida sienta mal, ha hecho daño o se ha parao. Se considera excelente porque mueve la comida parada bien estimulando el vómito, bien provocando descomposición. En Donibane-Lohitzune (L) se ha tomado además de manzanilla, camomille, manzanilla loca, idibegia.
En Hondarribia (G) advierten que hay que administrarla con cuidado porque la manzanilla baja la tensión y en Astigarraga (G) aunque es de amplio uso, hay quienes suelen sustituirla por otras infusiones adquiridas en farmacia.
En algunas localidades solían agregar a la infusión unos granos de anís (Apodaca-A); unas gotas de anís (Ataun, Bidegoian, Zerain-G; Goizueta, Valle de Erro-N); unas gotas de anís y bicarbonato (Bozate de Arizkun-N) o unas ramitas de orégano (Carranza-B).En Elosua (G) se valían también de la infusión hecha con unas pocas semillas de mielua, anís, (Foeniculum vulgare) para curar los dolores de estómago. Este remedio se ha utilizado en muchas localidades con los niños.
En Olaeta (A), según recogió Azkue en las primeras décadas del s. XX, los dolores de vientre, tripalak, de las mujeres se curaban bebiendo manzanilla y además aguardiente y los de los hombres ingiriendo la decocción de agua con excremento de gallina. En Lekeitio (B) a quien los padecía se le daba a beber su propia orina y en Olaeta orina de niño[1]. También en Azkaine (L) se registró en los años treinta que el remedio para el mal de estómago, urdaila, era ingerir diariamente un vaso de la propia orina en ayunas.
A continuación se detalla la recogida de la manzanilla y la preparación de la infusión descrita en la encuesta de Carranza (B) que es común, con las salvedades lugareñas, a la mayoría de las localidades. Las manzanillas se recogían tradicionalmente en los campizos o pastizales altos durante los meses de agosto y septiembre, como dice la gente “de Virgen a Virgen”, o sea, entre la festividad de la Asunción de Nuestra Señora, el 15 de agosto y la Natividad de la Virgen, el 8 de septiembre. En Orozko (B) también recuerdan que la recogida en ese período es la mejor siendo la más apreciada la de la campa de Arraba en el macizo de Gorbea. En Busturia (B) antaño la manzanilla se recogía en el monte o se sembraba en un terreno junto a la casa y en Nabarniz (B), cuyo núcleo se encuentra a 350 m de altitud, hacen notar la diferencia entre la manzanilla silvestre que se recoge en el monte, en altura, y la actual.
Continuando con la descripción de Carranza, se recogen sólo las cabezuelas, que se secan a la sombra sobre un papel, para guardarlas después en un recipiente cerrado y tenerlas a disposición durante el año. Estas manzanillas son más apreciadas que las preparaciones actuales que se comercializan en bolsitas y se estima que su eficacia es superior pero su amargor hace que algunos prefieran las compradas.
Para preparar la infusión se echan unas pocas cabezuelas en una pequeña cazuela con agua cuando ésta esté caliente, se espera a que hierva un poco y después se deja reposar, se cuela a una taza y se toma caliente y edulcorada con algo de azúcar. Este procedimiento de preparación sirve de referencia a los informantes cuando tratan de explicar la elaboración de otros remedios, a menudo se escucha que tal planta “se prepara del mismo modo que las manzanillas”. Esta apreciación la realizan también los informantes de Nabarniz (B) pues al referirse a otras infusiones dicen: “mantzanilearen moduan egiten zan” (se preparan a la manera de la manzanilla).
Infusiones de té silvestre, tila y menta
Para calmar los dolores toman té de roca (Amézaga de Zuya, Berganzo, Moreda-A), té de las peñas (Améscoa-N), té silvestre (San Martín de Unx-N), que con todos estos nombres se le conoce. En Zerain (G) dicen que es saludable el té que se da en las peñas de Barbari.
En Apodaca, Pipaón (A); Astigarraga, Hondarribia (G); Lezaun, Obanos y Sangüesa (N) recomiendan infusión de té, dutea (Donibane-Lohitzune-L) como remedio de la mala digestión; en Ataun (G) para calmar el dolor de tripas y en Arraioz (N) sola o con manzanilla o leche para quienes tienen el estómago cargado o padecen dolor de tripas. En Ribera Alta (A) infusión de té o de flor de malva cuando el dolor se extiende hacia el vientre y va acompañado de malestar.
En Agurain, Mendiola (A); Muskiz (B); Astigarraga (G); Valle de Erro (N) y Arberatze-Zilhekoa (BN) se tomaba infusión de tila, tilula ostoa (Donibane-Lohitzune-L); en Izurdiaga (N), en otro tiempo, infusión de tila natural. En Astigarraga y Muskiz infusión de poleo y en esta última localidad también infusión de salvia.
En Apodaca (A) y Viana (N) infusión de menta; también en Amorebieta-Etxano (B) para el malestar de estómago se tomaba infusión de menta, patana. En Zerain (G) para el dolor de estómago infusión de hierbabuena, menda fiña y también de la hierba llamada erle-belarra. En Carranza (B), la infusión de menta silvestre servía para expulsar los gases, es decir, para irutar (eructar) y la de hojas del yodo o celidonia para los problemas de estómago. Se preparan como la manzanilla y las plantas empleadas requieren un periodo de secado a la sombra.
Infusiones de otras plantas
En Murchante (N) y Apodaca (A) se ha considerado buena para mover el vientre la infusión de cola de caballo; la de tomillo (Thymus vulgaris) se ha tomado en Murchante (N) y Agurain (A) además de para mover el vientre para desinfectar el intestino, en Agurain dicen que ha de tomarse en ayunas siempre en número de días impar: 3, 5, 7 ó 9 y no debe abusarse de su ingestión porque debilita. En Amézaga de Zuya (A), los tapaculos o cerraculos (escaramujos) se secan y se deshacen para hacer infusiones en pequeñas dosis que favorezcan la digestión.
En Aoiz (N) para los desarreglos de estómago se toma infusión de llantén. En Lekunberri (N) para curar los dolores de estómago se ha solido tomar kozkor-ura, infusión de mazorcas de maíz así como aceite de oliva en ayunas. En Ataun (G) para quitar el dolor de tripas, sabeleko miña, se tomaba el agua resultante de la decocción de la planta llamada artamixa. En Amorebieta-Etxano (B) para el malestar y los dolores de estómago se bebía infusión de perejil.
En Zerain (G) se tomaban infusiones de decocción de agua con malva y murajes, malma ta pasmo-belarra; también infusión de juncos silvestres, eiak. En Astigarraga (G) dicen que la infusión de pasmo-belarra tranquiliza y limpia el estómago y en Ataun (G) que la decocción de tallo de pasma-belarra es un buen remedio del dolor de tripas. En Sara (L) para curar los males de vientre y de estómago se tomaban tisanas hechas con hojas de fresno, de gazia, de xendena, con corteza de cerezo silvestre, gerezi-basa, y con hojas de albérchigo, mertxika; con hojas de fresno, leizar-ostoak, también en Donibane-Lohitzune (L).
En Arrasate (G) se toma infusión de acedera, txupa-bedarra o garratzak, o se chupa la planta en crudo; también, después de cada comida, una taza de infusión de hinojo, erbasantea, recogido tras la festividad de San Juan; en Arberatze-Zilhekoa (BN) también infusión de hinojo, fenuia y en Donibane-Lohitzune (L) de flor de San Juan, Jondoni Joani lilia. En Muskiz (B) se mascaba regaliz.
En Olaeta (A) para suavizar el estómago el mejor remedio era la yerba llamada de pastizal, larrabedarra, (¿trébol o ruibarbo?) que se utilizaba hasta con su raíz[2]. El empleo de infusión de larra, zarza, y de lurruntza, yedra terrestre (Glechoma hederacea) para el dolor de vientre también se ha constatado en Goizueta (N). En Bera (N) para el dolor de estómago se empleaba la planta Verbascum thapsus[3]. En Arberatze-Zilhekoa (BN) decían que tenía efectos calmantes la infusión de verbena que había quien mezclaba con tila.
Aplicar calor al estómago
Las prácticas populares han recomendado aplicar calor cuando se tenían desarreglos o dolores de estómago y frío cuando se sabía que las molestias provenían de las tripas.
En Pipaón, Ribera Alta (A); Durango, Muskiz, Orozko (B) y Astigarraga (G) se ha recogido que si el desarreglo de estómago es debido al frío hay que aplicar calor a esa parte del cuerpo. En Mendiola (A) y Abadiano (B) dicen que en los casos de corte de digestión se recurre al reposo y a poner calor en la zona afectada. En Beasain (G) en caso de pesadez de digestión aplican al estómago algo caliente. En Zerain (G) cuando se tiene dolor de estómago dicen que hay que aplicar “calor” tanto dentro como fuera del cuerpo, también en el Valle de Erro (N) y Donibane-Lohitzune (L).
En Carranza (B) para calmar el dolor de tripas se aconseja no aplicar nunca calor ya que resultaría contraproducente e incluso peligroso, pues si el dolor estuviese causado por la péndiz, apendicitis, se agravaría. También en Lezaun (N) y en Durango (B) recomiendan que para los dolores de apéndice lo mejor es aplicar hielo o más antiguamente nieve en la zona dolorida. En Orozko (B) señalan que ha sido en épocas más recientes cuando se ha sabido que el calor puede ser peligroso por el riesgo de perforación del intestino en caso de infección.
Emplastos y fricciones
En Zeanuri (B), según recogió Azkue a comienzos del s. XX, para quitar los dolores de tripas, tripetako minak, si el vientre estaba endurecido, se cocían berros en agua, se retiraba ésta y se freían en manteca. Colocándolos luego en un paño se ponían sobre el vientre[4].
En Ataun, Zerain, Bidegoian (G) y Agurain (A) cuando se tenía dolor de tripas se hacía lo siguiente: se calentaban un puñado de manzanillas, larramilloa, (Matricaria chamomilla) en la sartén con un poco de aceite de oliva (Olea europaea) y se le daba unas vueltas, se mojaba un paño en dicho preparado y se ponía todavía caliente sobre el estómago, urdaila. En Amézaga de Zuya, Apellániz y Lagrán (A) cuando el estómago está “muy duro” se dan fricciones con este mismo preparado.
En Amézaga de Zuya para los desarreglos del estómago se preparaba una cataplasma de cebollas fritas o asadas y manzanilla que colocada en un paño se aplicaba sobre la tripa. También se han utilizado en la zona lumbar. En Obecuri (A) contra el frío del vientre se aplicaba una cebolla asada a la zona lumbar con aceite crudo.
En Busturia (B), para remediar el dolor de estómago, se preparaba un emplasto con hierba de verbena y se colocaba sobre el ombligo; también en Ataun (G) el emplasto se hacía con hierba de verbena, mermena-belarra, seca, bien machacada, mezclada con clara de huevo y se ponía en la boca del estómago para mitigar el dolor de tripas o eliminar los aires del estómago. En Donoztiri (BN) para curar los desarreglos de estómago aplican sobre éste emplastos hechos con harina de linaza y leche.
En Bermeo (B) para tratar los decaimientos o flaquezas de estómago se calentaba en un plato una bebida llamada kañé, sustituida ante su falta después por coñac. Aparte en un paño se ponía lino desmijado y encima unas galletas María y sobre ello se derramaba el líquido caliente. Se doblaba de forma que todos los productos quedaran dentro. El emplasto se colocaba en la boca del estómago del enfermo. En Amorebieta-Etxano (B) si se tenía malestar en la boca del estómago una curandera preparaba un emplasto hecho con lino, clara de huevo y coñac, le daba unas vueltas en la sartén y luego lo colocaba sobre el estómago. En Vitoria (A) para los males de estómago se decía que surtía muy buen efecto preparar un reparo de pastel español (de pasta muy esponjosa) empapado en aguardiente y aplicado en la boca del estómago.
Algunas veces en Ataun, Zerain y Bidegoian (G) también se colocaban sobre el estómago toallas o paños calientes sin más. En Lezaun (N) para calmar el dolor de tripas o rayada se ponían sobre ella paños calientes. En Carranza y Bedarona (B) para calmar los dolores de estómago se ponían sobre él paños mojados con vinagre o algodón empapado en alcohol. En San Martín de Unx (N) en las inflamaciones de vientre se ponía una cataplasma de mostaza y agua templada, extendida entre paños.
Ponerse a dieta
Es común el dato recogido en las localidades encuestadas de que un buen remedio para mejorar o aliviar los desarreglos del estómago es ponerse a dieta o cuidar la alimentación sin cometer excesos practicando un régimen de comidas limpias, jateko garbiak, del tipo de purés, pescado blanco, pollo, compotas, mermelada, natillas y leche.
En Bernedo (A), Gorozika (B), Améscoa y San Martín de Unx (N) aconsejan el caldo y las sopas de ajo. En Apodaca (A) comer tortilla babosa (sin cuajar) y no beber licores. En Mendiola (A) dicen que el mejor antídoto de la gastritis es una dieta blanda ya que de lo contrario puede derivar en úlcera estomacal. En Amézaga de Zuya y Moreda (A) recomiendan renunciar a alimentos que contengan grasas animales y comer menos cantidad. Después comenzar paulatinamente con comidas suaves y calientes, y leche. En Amézaga de Zuya (A) y Telleriarte (G) anotan también la conveniencia de moderar o evitar la sal. En Azkaine (L), según se registró en los años treinta, un informante recuerda que su comida consistía en tomar dos veces al día habas machacadas mezcladas con ajos y aceite. En Astigarraga (G) dicen que hay alimentos que favorecen el arreglo del estómago como el filete asado ya que se digiere pronto y da fuerza para reponerse. Los jóvenes toman fruta en ayunas. En Muskiz (B) sugieren comer una manzana media hora antes de las comidas. En Goizueta (N) señalan que el control en la comida y la dieta eran dos principios que en épocas pasadas resolvían la mayor parte de los desarreglos estomacales.
En Berganzo (A) recuerdan las ventajas de beber agua y aceite de ricino; en Hondarribia (G) disimulaban el mal sabor del aceite de ricino añadiéndole azúcar y en el Valle de Erro (N) lo utilizaban como purgante en caso de indigestiones. En Apellániz (A) para reponerse de una indigestión se exprimía limón, se ponía el jugo al sereno y se tomaba a la mañana siguiente.
En Bernedo, Mendiola (A); Orozko (B); Astigarraga, Telleriarte (G); Goizueta, Izal y Sangüesa (N) tomar leche de vaca con frecuencia se considera un remedio eficaz para los trastornos del estómago; en Berganzo (A) puntualizan que ha de ser leche caliente tomada tres veces al día durante dieciséis días seguidos. En Liginaga (Z), según recogió Barandiaran, los desarreglos de estómago se curaban comiendo huevos y bebiendo leche.
Bebidas digestivas
Cuando no sienta bien una comida o se padecen desarreglos momentáneos de estómago y de tripas ha estado muy extendida la costumbre de tomar después de comer una copa de licor, a menudo de elaboración doméstica, que con el tiempo se pasó a comprar en el comercio. En Carranza (B) llegan a decir que el anís con endrinas, lo que hoy día se conoce como pacharán, se preparaba en tiempos pasados con fines exclusivamente medicinales.
En Agurain, Amézaga de Zuya, Pipaón, Valdegovía (A); Carranza (B); Bidegoian, Garagarza (G) se elaboraba aguardiente de aranak o endrinas; basakanak (Zerain y Ataun-G), conocido asimismo como pacharán; en Bernedo (A) y Lezaun (N) con anís y arañones (Prunus spinosa); en Amézaga de Zuya, Valdegovía (A) y Aoiz (N) anís de guindas; en Amézaga de Zuya cazalla y aguardiente pues el pacharán es de introducción posterior; en Izurdiaga (N) café con anís blanco; en Apodaca (A), Bidegoian, Zerain (G) y Aoiz (N) un poco de anís. En Obanos (N) para las rayadas y dolores de tripas se toma anís de pacharán casero. Algunos elaboran anís con nueces verdes “de leche” que hay que coger por San Juan.
En Aoiz (N) se preparan varias clases de bebidas digestivas: anís de pachacas que se elabora poniendo en anís pachacas o manzanitas silvestres; anís de guindas, de pepino, de manzanilla, de tapaculos o escaramujos o anís con nueces. Se fabrica asimismo pacharán con pacharanes, un poco de azúcar, canela y algún grano de café. En Lezaun (N) se hace también anís de pepino.
En Murchante (N) se conocen diversos licores de elaboración doméstica de los que se tomaba una copa para conseguir efectos parecidos a otros remedios de dolencias digestivas. Así, licor de guindas o rabiosas; licor de pepino; licor de chordón que recibe este nombre de las fresas de las estribaciones del Moncayo, y licor de tomillo. Se siguen fabricando y utilizando estos licores como digestivos.
En Durango (B) para el malestar de estómago, larri, se tomaba una copa del siguiente preparado: se machacaban una docena de nueces enteras con su cáscara verde, se mezclaban en un litro de aguardiente con medio kilogramo de azúcar. Después se colaba mediante un trapo en un tarro, al líquido resultante se le agregaba azúcar y se dejaba en maceración un mes.
En Carranza (B) si se piensa que el dolor de tripas es debido a un enfriamiento se procura tomar bebidas calientes que entonan el cuerpo como ginebra o café caliente al que se le puede añadir algo de coñac. Algunos informantes de Bermeo, Orozko (B), Elgoibar (G) y Allo (N) también han elogiado la ginebra como un buen remedio contra el dolor de tripas y los desarreglos del estómago. En Bernedo (A) para curar el estómago tomaban bayas de giniebro (Juniperus communis) con un poco de agua. En Zerain (G) para eliminar los aires de estómago se tomaba por las mañanas una copa de un licor casero que se elaboraba poniendo la planta denominada rua-belarra en anís y manteniéndola así alrededor de un mes.
Un dato distinto de la ingestión de licores digestivos es el recogido en la localidad marinera de Bermeo (B) que consistía en que cuando se producían dolores de estómago en alta mar y no se disponía de otro remedio se acostumbraba beber agua de la mar que, según los marineros, aliviaba el dolor de tripas.
A continuación se describen dos procedimientos de elaboración doméstica de estos licores.
En Zerain (G) en un litro de anís seco o aguardiente se ponen endrinas, basakanak, bien maduras hasta unos cuatro dedos de altura. Ha de tenerse en un lugar oscuro durante nueve días dándole una vuelta diaria a la botella colocándola cabeza abajo hasta que las endrinas cambien de posición. Al cabo de un mes está hecho y a los dos meses se puede tomar. Algunos, además de las endrinas, añaden siete flores de manzanilla y nueve granos de café.
En Aoiz y Lezaun (N) se ha recogido la forma de elaborar el anís de pepino. Se lleva una botella a la huerta, se introduce en ella un pepino pequeño que todavía se encuentre en la mata para que crezca dentro y cuando esté grande se corta, se rellena de anís en casa y se deja macerar.
Recientemente, para aliviar los desarreglos de estómago se ha introducido la costumbre de beber algún refresco de cola a temperatura ambiente.
- ↑ Resurrección Mª de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo IV. Madrid: 1947, p. 255.
- ↑ Resurrección Mª de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo IV. Madrid: 1947, p. 238.
- ↑ Julio CARO BAROJA. La vida rural en Vera de Bidasoa. Madrid: 1944, p. 166.
- ↑ Resurrección Mª de AZKUE. Euskalerriaren Yakintza. Tomo IV. Madrid: 1947, p. 255.