Granos, garauak

De Atlas Etnográfico de Vasconia
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Zuldarrak son unos granos pequeños, rojos, de punta amarilla que salen en la cara, que al apretarlos desprenden pus (Elosua-G). Los granos pequeños se revientan presionando en los extremos con algodón, dándoles alcohol y los granos normales son pequeños bultos que pueden salir en cualquier parte del cuerpo, a veces se infectan y su cabeza es blanca por el pus (Moreda-A).

Las denominaciones euskéricas constatadas son: zuldarrak (Bidegoian, Elosua-G), papuak (Ataun-G), garauak (Zeanuri-B), granoak (Gorozika, Nabarniz-B). En Bermeo (B) se conocen con el nombre de bona baltza unos granos que constituyen infecciones localizadas, el calificativo de baltza se corresponde con el castellano de clavo.

En Mendiola (A) y Lekunberri (N) se ha recogido la existencia de un problema de piel típico de la adolescencia, de un transtorno cutáneo pasajero al que no le dan excesiva importancia. Dicen que se manifiesta mediante la aparición de espinillas y puntos negros en cara, pecho y hombros. Para esto en Elosua (G) se ha recogido la denominación euskérica de gazte-granoa (granos de adolescente).

Remedios

En Elosua (G) para curar el pus, puzunixa, de los granos de la cara se limpia ésta con agua de la cocción de hojas de cerezo temprano, kerixa berearen ostroa, o también de pasmo-belarra. En Obanos (N) para los granos en la cara, cosa propia de jóvenes, antaño se usaba agua de malvas que aseguran ser muy suave. En Nabarniz (B) para evitar que salieran granos en la cara, a las niñas les decían que no deb ían tomar mantequilla, queso y nata, había que prescindir de estos tres productos lácteos (iru esnekiak kendu).

En Elosua (G) para aliviar el picor de los granos no purulentos, grano leorrak, al igual que en otras localidades hacían con los sabañones, se frotaba en la zona molesta con el polvo del interior de la seta llamada astaputza (Lycoperdon) y para unos granos que salían en el dorso de la mano y se extendían, se aplicaba varias veces un trapo de hilo mojado en agua caliente.

En Elosua y Bidegoian (G) para eliminar los granos se utilizaba otro remedio consistente en beber durante varios días jarabe hecho con nueces trituradas puestas en una botella que se colmaba de vino. En Lekunberri (N) para cicatrizar granos, sarpullidos y espinillas, más frecuentes en jóvenes en edad de crecimiento, se tomaba infusión de koxka-belarra o doradilla, que es una planta que crece en los muros. En Sangüesa (N) para curar granos y limpiar impurezas de la sangre se ha solido tomar caldo o infusión de ortigas; también se bebía tisana hecha con la corteza del árbol llamado platanero. En Ataun (G) cuando salían granos denominados papuak u odolaren sua era bueno ingerir un cuarto de litro de agua de la cocción de azonzon belarra, ajenjo. La dosis adecuada era una o dos tomas.

En la anterior localidad también se ha recurrido a la hoja de la hierba llamada grano-belarra que después de untada en aceite se ataba al grano. Para curarlos se han solido dar asimismo fricciones con decocción de hojas de nogal. En Aoiz (N) se utilizan las hojas de la planta denominada bálsamo o ¿hierba callera? (Sedum telephium) que son muy recias, se les quita la piel más fina y se aplican sobre el grano. En Bidegoian (G) se ponía por la mañana sobre los granos nata de leche cocida que había estado al sereno la noche anterior.

En Allo (N) cuando salían póstulas en la piel freían en una sartén hojas de manrubio con aceite de oliva, para después aplicar el ungüento con una pluma de ave sobre la pupa.

En Oiartzun (G), según se recogió a principios del s. XX, si a una persona le salía en la lengua un grano, de los denominados aupizarra cuando se trata de vacas, tenía que trazar una cruz con la lengua en el lar de la cocina para curarse[1].

En Nabarniz (B) para eliminar pequeños quistes sebáceos que salían en algunas partes del cuerpo como los brazos, se conocía un remedio denominado bareu-txistua (= saliva en ayunas). Todas las mañanas, durante muchos días, había que escupir en ayunas saliva propia sobre el quiste y hacer abundandes frotamientos con el dedo. La adiposidad acababa desapareciendo[2].


 
  1. Recogido por José Miguel de BARANDIARAN: LEF. (ADEL).
  2. El Tribunal de la Inquisición de Logroño dio un decreto en 1725 prohibiendo una larga serie de prácticas supersticiosas en boga en Navarra y en el obispado de Calahorra. Entre ellas, describe una contra la lupia o lobanillo: Para el remedio de las lupias (quistes sebáceos) –dice– rezan siete padrenuestros, avemarías y gloriapatris, santiguándose otras tantas veces y dicen otras ciertas oraciones. Vide Tomás de ASCARATE. “De Historia Navarra. Supersticiones” in Juventud Católico-obrera. Núm. 18. Tafalla: 29-VI-1924, pp. 2-3.